SELECCIÓN

Mendilibar tenía razón: a Cucurella no lo ficharías nunca… pero lo alinearías siempre

El catalán fue la gran sorpresa del once y respondió a la confianza de De la Fuente. Los técnicos están encantados con él.

Cucurella salta al césped del Olympiastadion en el debut de España. /RFEF
Cucurella salta al césped del Olympiastadion en el debut de España. RFEF
Manuel Amor

Manuel Amor

Donaueschingen (Alemania).- Cuando casi todos miraban hacia la disputa entre Pedri y Dani Olmo y en alguna previsión hasta se colaba en el once Merino, Luis de la Fuente sorprendió en su alineación para el debut en la Eurocopa con la entrada de Cucurella. Grimaldo, que partía por delante por su temporadón en el Leverkusen (12 goles y 19 asistencias), no perdió el puesto por demérito propio, sino por el brillo ajeno: el rendimiento de 'Cucu' en los entrenamientos y en los amistosos ante Andorra e Irlanda del Norte maravilló a los técnicos y decantó la balanza a su favor.

Fue una decisión meditada y cocinada durante la semana. El jueves, por ejemplo, Relevo ya informó de que De la Fuente probó al catalán en el equipo titular y le colocó en la misma banda que Nico Williams en un ejercicio de centro y remate con el que coronó la sesión. Un mensaje para Grimaldo… y un refuerzo para el de Alella, que se ha ganado un hueco con trabajo, solidez defensiva y sin hacer ruido. Su nivel en el amistoso ante Brasil de marzo sorprendió y reforzó la apuesta del seleccionador, que ya le conocía de la Sub-19 y la Sub-21 y le eligió por delante de opciones como Miguel Gutiérrez pese a la crítica pública.

Su participación contra Croacia ha terminado de despejar cualquier duda: fue el futbolista que más entradas ganó (dos), venció cuatro duelos aéreos (sólo superado por Le Normand), completó siete pases en el último tercio del campo (por cinco de Morata y dos de Carvajal) y salvó un gol cantado en la segunda mitad con una salvada que acaparó las felicitaciones de sus compañeros en el vestuario. Por si resultase poco, además, contuvo con mucha suficiencia al peligroso Majer, solventó sin complicaciones la salida de balón por su carril y corrigió varias situaciones peligrosas después de que España perdiese la pelota gracias a su velocidad.

Su perfil, con menos cifras y virtudes ofensivas pero más rigor que Grimaldo, es muy del gusto del míster desde siempre (ganaron juntos la plata en los Juegos de Tokio). Pero ahora ha encandilado también a sus compañeros y al resto de la expedición, que valoran su capacidad de esfuerzo y el buen rollo que transmite al grupo. La mejor prueba de ello es que su mejor amigo en la caseta es su 'rival' Grimaldo, a pesar de no conocerse previamente. "Nos llevamos genial. Es un personaje, en el buen sentido. Estamos todo el día juntos", dijo el valenciano en una entrevista con Relevo.

En el entorno del lateral pervive la sensación de que en España no se valora como se debe a un jugador por el que el Chelsea pagó más de 65 millones de euros en 2022, que ha terminado la temporada como un tiro y que ha brillado con Pochettino por su polivalencia: en el inicio del curso actuó por la derecha… y lo terminó como mediocentro con balón. Ahora, a ojos del país y del mundo entero, está haciendo buena la profecía que pronunció Mendilibar cuando le dirigía en el Eibar en 2018.

"Ni es rápido ni es fuerte. De todas esas mediciones que hacemos, con tantas máquinas que tenemos, no entra en ninguna. Es decir, que no le firmas nunca. Pero es futbolista. Es listo. Elige bien. Y lo pones siempre". Su proceso en la Selección ha sido parecido: De la Fuente ha probado a siete laterales izquierdos en el último año antes que a él (Jordi Alba, Bernat, Fran García, Gayà, Balde, Pedraza y Grimaldo) y al final termina siendo Cucu el que juega el día D…

Adaptado al estilo

El canterano del Barça ha sido internacional en todas las categorías inferiores desde la Sub-16 y, por tanto, conoce perfectamente el ADN mutante de la Selección y de De la Fuente. Ginés Meléndez, alma máter de la cantera de la RFEF que le vio crecer, lo definió así en un reportaje con este medio: "Siempre vino con nosotros. La banda izquierda era suya. Era muy bueno y muy interesante para seguir. Luis lo quiere utilizar en cualquier momento porque es un jugador de garantías al que no le pesa la presión. ¡Cómo lo ha hecho en el Chelsea! Ha madurado mucho".

Él, eso sí, tenía una batalla personal con Cucurella: "A mí lo que no me gustaba era el pelo. Tenía una guerra con él... Siempre se estaba tocando el pelo cuando corría hasta que al final se lo ataba o se lo arreglaba un poco. Le decía: 'Pélate, hombre'. Y él se reía". Sus rizos se mantienen inalterables. Y lo que tampoco cambia es su predisposición, su capacidad de no rendirse y lo fiable que resulta para todos los entrenadores que le dirigen. De la Fuente, ya en la Absoluta, ha sido el último en rendirse. Él y Mendi lo calaron pronto.