EUROCOPA | ESPAÑA - FRANCIA

"¿Navas contra Mbappé?" Sí, y sin complejos: Guardiola le hizo lateral y se especializó en frenar a gallos

El capitán ante Albania será titular ante Francia por la baja de Carvajal. En el vestuario nadie duda: secó como defensa a Alexis, Sancho, Rashford o Young, entre otros, mientras ganaba títulos.

Jesús Navas celebra con Dani Carvajal la victoria ante Alemania en la Euro y el pase a semifinales. /GETTY
Jesús Navas celebra con Dani Carvajal la victoria ante Alemania en la Euro y el pase a semifinales. GETTY
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Múnich (Alemania).- La frase, suspendida en el aire como llamada a la catástrofe, ha sido la comidilla desde el pasado viernes cuando Carvajal fue expulsado y se supo que De la Fuente debería reemplazarle para las semifinales ante Francia. "Cuidado: ¿Navas contra Mbappé…?". La sentencia, más allá de ajustarse a lo que realmente va a suceder, destilaba cierto tono pesimista y hasta peyorativo con el sevillista. Como si acabara de llegar a este circo, se tratara de un jugador inexperto y parar a Kylian (lleva un gol de penalti en la Eurocopa) fuera una misión imposible. Hay que recordar que Navas, campeón del Mundo y de Europa, tiene 38 años, suma más de dos décadas en la élite y lleva ni más ni menos que siete como defensa y no le ha ido nada mal: suma ocho títulos de blanco y tres de rojo.

Tras brillar como extremo en la carretera de Utrera, ser el ojito de Caparrós y Monchi en el Sevilla y vencer sus problemas de ansiedad con enorme entereza y personalidad, el de los Los Palacios vivió en Mánchester una aventura maravillosa con el City que ni él mismo se veía capaz de emprender. No sólo fue capaz de hacer las maletas empujado por su cuadrilla de Nervión y los consejos de su inseparable amigo Javier Saviola -tras haber ganado en su casa dos Copas de la UEFA, dos Copas, una Supercopa de Europa y otra de España-, sino que, tras ganarse el respeto de todos con ese arrojo y valentía, empezó a ser utilizado en el lateral por obra y gracia de un maestro en reconversiones como Pep Guardiola. Puede que el técnico catalán llegase a esta conclusión animado por las urgencias, pero también por la inteligencia del jugador. Silva, Negredo y Javi García alucinaron con su adaptación.

En un partido crucial ante el Arsenal el 2 de abril de 2017, Guardiola se había quedado sin laterales puros que alinear. Y, la verdad, tampoco andaba demasiado contento con el rendimiento de algunos de sus hombres. Así, como Sagna y Zabaleta arrastraban problemas físicos, se aventuró a probar una nueva apuesta. La velocidad de Navas y su calidad para integrarse en el medio campo al atacar y hacer la superioridad le convencieron. No le estaba dando oportunidades más arriba porque Sterling y Sané eran los preferidos. Pero la experiencia no le salió nada mal. Y más que por el empate, por el hecho de haber secado a Alexis Sánchez. Desde entonces, Navas dejó de ser únicamente extremo y pasó a ser lateral.

Su rendimiento fue tan bueno que, esa misma temporada, el de Santpedor contó con él en cuatro partidos más de la Premier y le alineó como titular en la final de la FA Cup ante el Arsenal. A la temporada siguiente, en la que regresó al Sánchez-Pizjuán tras cuatro temporadas en Inglaterra (183 encuentros, con 8 goles y 36 asistencias), los entrenadores que fueron pasando por su banquillo se vieron obligados a dar continuidad al plan originado por Guardiola. Berizzo, que de sistemas defensivos sabe algo porque fue central, dudó y lo alternaba. Pero Montella, que fue delantero y sabe cómo las gastan en la retaguardia, creyó que la nueva ubicación le iba como anillo al dedo. En los octavos de la Champions, ante el United y con Alexis enfrente otra vez, le dio la alternativa de blanco y lo bordó. Así que repitió ante el Bayern en cuartos y ya se mantuvo ahí durante el resto del curso.

No tocar lo que funciona

En la 2018-19, con Machín y Rubi, volvió al extremo, hasta que Caparrós le devolvió al lateral. Gustaba en esa posición donde no paraba de hacer idas y venidas, pero en la memoria siempre quedaba el Navas de los metros finales. De ahí la querencia a hacerle interior. Después, cuando aterrizó Lopetegui en Sevilla (2019-20), como el estudioso de la Premier que es, lo hizo fijo en la línea de cuatro hasta hacerle una pieza capital en la conquista de la Europa League (47 partidos y 10 asistencias). No se movió de ahí hasta 2023, cuando él se fue y Sampaoli empezó a inventar. La llegada de Mendilibar fue vital para confiar en él como el carrilero que no dejaba de brillar. Juntos alzaron una nueva Europa League. Diego Alonso y Quique, con excepciones, siguieron el plan trazado por Pep.

En todo este tiempo Navas ha sido fijo en esa demarcación. Y aunque el Sevilla ha tenido mejores y peores momentos, el internacional recuperó su sitio en la Selección llegando a sentar incluso a Carvajal. El alma del Sevilla (55 internacionalidades y cinco goles) debutó ante Argentina el 11 de septiembre de 2009. Fue titular en la final del Mundial, ganó la Eurocopa 2012 con una notable participación y, a partir de ahí, se empezó a diluir al mismo ritmo que un equipo de leyenda. Llegó a estar fuera de las listas de España cinco años, desde marzo de 2014 a marzo de 2019. Pero Robert Moreno, segundo de Luis Enrique, le recuperó como lateral logrando uno de los casos más difíciles de ver en el mundo profesional. Sin embargo el asturiano, cuando regresó tras su periodo de baja, prescindió de los servicios de su escudero e intentó borrar todo lo bueno que había creado. Navas pagó los platos rotos.

Su estado de forma y esa virtud patentada para doblar la banda y centrar le dieron un papel protagonista de nuevo con la llegada De la Fuente a la Absoluta. De hecho, fue titular en la pasada Nations League cosechada hace un año en Países Bajos por delante del mismísimo Carvajal. Se comió a Spinazzola en la semifinal ante Italia y luego hizo lo propio con Ivanusec en la final frente a Croacia. Después, ha alternado titularidades y suplencias, pero contar siempre ha contado. Sabe que esto que le está tocando vivir en sus últimos coletazos es un regalo y que ahora mismo el madridista es el mejor del mundo como dos. Pero, aun así, es un líder para todo el vestuario. Una prueba lo demuestra: pese a que los capitanes son Morata, Rodrigo, Carvajal, Olmo y Oyarzabal, ante Albania le cedieron el brazalete.

Otro rol, mismo rendimiento

Navas ha pasado de ser indiscutible a ser un revulsivo. Y ha cumplido de manera ejemplar. En ese encuentro ante Albania, por ejemplo, recibió un golpe en el pie derecho nada más empezar el encuentro que hizo peligrar seriamente su concurso durante del resto del partido. Sin embargo, apretó los dientes para no poner en riesgo a Carvajal. Como él mismo reconoció en zona mixta, era consciente de que su compañero tenía una amarilla del encuentro anterior y convenía no arriesgar su participación en octavos. El esfuerzo le costó salir totalmente cojo de Düsseldorf y estar tres días sin poder entrenarse debidamente.

Su paciencia, sin embargo, ha merecido la pena. Este martes volverá a formar en el once (21:00 horas, por La 1) y veremos si incluso Morata no le cede de nuevo el brazalete. El vestuario está muy tranquilo con Navas. Su experiencia y entrega están fuera de toda duda. Y como ayer recordaban sus mayores defensores dentro del vestuario, basta para comprobarlo con recopilar la pila de estrellas que ha frenado durante estos siete años como lateral y a las que luego dejaba atrás mientras se incorporaba hasta apurar la línea de fondo.

Navas ha sufrido, como el Sevilla en esta época de brillo en Europa y agonía en la Liga. Y se le recuerdan noches de impotencia, pero más por el nivel colectivo y la categoría inalcanzable del rival. Como en aquella final de Copa ante el mejor Barça de Messi con la despedida de Iniesta en el Metropolitano (5-0). Pero siempre ha demostrado una competitividad por encima de la media. Por eso recuperó su sitio en la Roja. Los seleccionadores estaban encantados y siempre le han puesto de ejemplo. Sus partidos en el Sevilla le catapultaron. En la última Europa League ganada secó a Sancho en la vuelta de cuartos de final (3-0) y a Rashford cuando le sustituyó. En semifinales hizo lo propio con Kostic e Iling-Junior para eliminar a la Juve. Y su partido en la final contra Spinazzola (otra vez) fue para enmarcar. Y en la anterior Europa League, la conseguida con Lopetegui, aún se recuerdan sus partidos ante el United es semifinales y frente al Inter de Milan en la final, con asistencias incluidas mientras le pegaba bocados a Rashford y a Young.

Desde que Navas comenzó en Inglaterra a pulir su rendimiento defensivo, entendió el achique de espacios, la defensa hacia adelante o cómo guardar la línea sin recular, dejó varios partidos memorables y muchas víctimas por el camino. No es fácil haber resistido al empuje de la competencia. Pedro Porro, Azpilicueta, Marcos Llorente, Bellerín, Sergi Roberto, Jonny Otto y Odriozola (fue al Mundial de Rusia) y otros jugadores mucho más jóvenes no pudieron con él. Mbappé está avisado. O le echa narices o tendrá que hacer las maletas.