EUROCOPA | ESPAÑA - FRANCIA

Ni Mbappé, ni Griezmann... El peligro escondido de Francia le da la razón a Luis Enrique: "Le hormiguean las piernas"

Titular al comienzo de la Eurocopa y después suplente, Dembélé fue clave ante Portugal, escogido MVP y piropeado por Deschamps.

Dembélé, con el MVP y haciéndose un selfie el pasado viernes ante Portugal, al pasar Francia a semifinales de la Eurocopa. /GETTY
Dembélé, con el MVP y haciéndose un selfie el pasado viernes ante Portugal, al pasar Francia a semifinales de la Eurocopa. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Paderborn (Alemania).- Salió al césped del Volksparkstadion de Hamburgo con electricidad en las piernas en un partido de alto voltaje. Le chocó las manos a Antoine Griezmann, perdido en la maraña portuguesa, desacertado como en todo el campeonato, mareado de tantas posiciones en las que ha jugado, y cuando recibió el primer balón ya se sabía que era una nota afinada en medio de tanto gallo. Ousmane Dembélé bailó a Mendes, también a Pepe, el infranqueable de 41 años, y a todo al que se le puso por delante. Él solo, en apenas una hora de juego, fue el mejor sobre el césped y se llevó el MVP, una trituradora de defensas y de crear oportunidades en el Francia-Portugal del bostezo.

Los números son irrefutables con el extremo francés del PSG. Fue el jugador que más oportunidades generó (6), el que más regates intentó (8) y el que más resolvió con éxito (6), lanzó hasta en dos ocasiones a portería y puso cinco centros, y transformó su penalti con la frialdad que le caracteriza. "Todos quieren jugar. Todos los que estamos aquí queremos jugar. Pero mirad a Kolo Muani ante Bélgica, que marcó. Intentamos cambiar el partido cuando entramos en el segundo tiempo", se justificó Dembélé, que juega desacompasado, sin tensión, con gracia en los regates y los desbordes, aunque en ocasiones le acompaña una desidia en el resto de acciones. Su triunfo es el regate, no la asistencia, aunque en su carrera haya dado 84 en 306 partidos (y 64 goles).

"Hizo una entrada muy bonita. Le hormigueaban las piernas. También hubo fatiga del otro lado, pero él tiene esa capacidad de marcar diferencias. Hay dos o tres lanzamientos en los que podría haber encuadrado un poco mejor. Sé que Ous tiene esta capacidad, aunque no haya sido titular en este partido y tampoco haya jugado el último", se excusó Didier Deschamps, que siempre encuentra el lado positivo, rehúye las críticas y es el Machiavelo de los banquillos: el fin justifica cualquier medio por mucho que la plantilla de Francia sea un derroche de talento... y de hormigón armado.

La visión 3D de Mbappé y la desubicación de Griezmann

Pero la selección francesa no ha llegado a su mejor momento a esta Eurocopa. Al menos, de juego y de ataque: apenas han marcado tres goles, de los cuales uno ha sido de penalti, transformado por Mbappé ante Polonia, y dos en propia puerta, ante Austria y Bélgica. Y se han plantado en semifinales. Con Mbappé con esa máscara que le resta visión ("veo en 3D y no es cómoda") y con sus problemas de cansancio (él mismo reconoció no estar al 100% y pidió el cambio antes de la segunda parte de la prórroga ante Portugal), con Giezmann que ha jugado de mediapunta, de segundo punta y en la derecha y no está fino, y con Thuram y Kolo Muani un escalón por debajo, Dembélé se rebela antes de medirse a España (martes a las 21:00 por La 1), ese país que conoció sus dos caras, su calidad y su desorganización fuera del fútbol, ahora corregida, que le costó lesiones... y multas.

Dijo Xavi Hernández nada más llegar al Barcelona que Dembélé era "el mejor extremo del mundo". El técnico catalán lo mimó para sacarle todo el jugo, y los números del francés le dieron la razón en cuenta a asistencias (20 en 46 partidos de liga), pero su rendimiento volvió a ser irregular sobre el césped... y huyó al PSG justo el pasado verano y días después de decir que quería ser "campeón de la Champions con el Barça".

El propio Deschamps, que actúa de padre de todos los jugadores y en ocasiones no tiene problemas en tirarle de las orejas en público, habló sobre él en 2017: "La actitud de Dembélé causó problemas al Borussia Dortmund, a sus compañeros y a la selección nacional", dijo en una entrevista con SportBild. "No pude convocar a Dembélé para jugar con la selección francesa porque no estaba entrenando. Es una actitud que no podemos tolerar en ninguno de los nuestros. Dembelé debe tomar conciencia de las exigencias del alto nivel, suele llegar tarde a los entrenamientos", añadió. Y remató: "No desespero".

De rey de las multas en el Barcelona a los elogios de Xavi y 'Lucho'

El Barcelona sufrió en sus carnes el modo de vida del francés y eso que se rascó el bolsillo para invertir 135 millones (incluyendo variables) en su contratación. El futbolista fue recordado en Can Barça por acumular más multas que nadie, sufrió lesiones musculares que solo le permitieron jugar 17, 29, 30, 25 y 21 partidos de liga en las cinco temporadas en las que estuvo, su dieta no era mediterránea y por las noches, a altas horas, iba a comerse platos de espaguetis... Todo eso contribuyó a que el Barcelona le pusiera un nutricionista. En 2021, cuando se casó, dio un giro a sus hábitos. Se organizó.

"Ha mejorado con las exigencias del día a día con el Barcelona, le vemos mejor, más maduro y más hecho", dijo Deschamps en 2023 mientras que el propio extremo le devolvió el piropo: "En la selección es dónde más he aprendido". No es fácil ganarse un hueco en el equipo campeón del mundo, y aunque el jugador del PSG haya tenido momentos de crítica dura (Deschamps lo sustituyó en el minuto 40 de la final del Mundial de Qatar de 2022 ante Argentina y L'Equipe escribió que "hizo cuarenta minutos indignos para una final de un Mundial. Defensivamente, llegó siempre tarde a las ayudas. Fue superado por Di María antes de cometer un penalti discutible. Además, todos sus primeros controles acabaron en las piernas del rival"), ha resurgido hasta seguir en los planes de Deschamps, que no tiene problemas en jugar con sus titularidades pero siempre pensar en su contribución a los partidos.

Dembélé ha tenido un rol importante en el PSG de Luis Enrique. El entrenador lo ha alternado en la posición de extremo izquierdo y en la de 'falso nueve', incluso, y siempre se ha mostrado elogioso: "La gente se preocupa mucha por las asistencias y los goles, pero él (Dembélé) aporta muchísimas cosas al equipo... Se trata del jugador que más desequilibra en el mundo. Acepta las críticas, siempre la pide y lo intenta, nunca se esconde", argumentó, mientras que el propio jugador consideró que "Luis Enrique me da más libertad, puedo jugar en todas partes, de 10, de falso 9... tuve más libertad en la segunda mitad de la temporada. Mientras que en el Barcelona estaba confinado en la banda", explicó recientemente, antes de empezar la Eurocopa.

Sea titular o no, con un Mbappé bajo mínimos pero igual de peligroso y un Griezmann que espera reencontrarse, el impredecible Dembélé es el más fiable del ataque francés. Especialmente en partidos rotos, cuando encuentra espacios, un gran reto para Cucurella. Una metáfora de cómo ha llegado Francia a la Eurocopa, un lobo con piel de cordero hasta ahora. O quizás no.