Las razones por las que Inglaterra encara su gran oportunidad para hacer historia
La selección de Southgate se presenta en Alemania con una de las mejores generaciones de su historia.

Da la sensación de que la Eurocopa 2024 ha empezado con dos elementos muy claros destacando entre los favoritos. Y no es para menos considerar que Francia e Inglaterra se han destacado en los últimos tiempos por ser selecciones competitivas, pero, sobre todo, por tener convocatorias plagadas de talento en el que el uno contra uno frente a sus rivales suele suponer el sonrojo general. En clave inglesa, la mirada a la convocatoria de Southgate habla de lesiones importantes, sobre todo en defensa, pero también de la voluntad de crear un equipo que pueda tener más de un plan y que pueda competir de manera coral y con una idea clara. Visto lo visto en el pasado, no es poco pedir.
El torneo lo merece. En todos sus años de historia, Inglaterra no ha conseguido jamás poder llevarse el trofeo europeo a casa y sólo ha llegado a una final, en 2021. Lo hicieron por vez primera ya con Gareth Southgate en el cargo, que precisamente cogió el cargo justo después de que Inglaterra cayera en octavos de final en la Euro 2016, sustituyendo a Sam Allardyce, tras verse implicado en un presunto caso de comisiones ilegales y durar en el cargo sólo dos meses.
"Si queremos ser un gran equipo y ser un entrenador de gran nivel, tienes que cumplir en los momentos importantes"
Seleccionador de InglaterraLa misión no era sencilla, pero Gareth Southgate ha encontrado un equilibrio especial con una selección plagada de argumentos para entender que esta es una de las generaciones más potentes, talentosas y equilibradas de la historia de la selección inglesa. En las manos del técnico de Watford se ha logrado, además, vencer los fantasmas de un pasado reciente en el que Inglaterra caía estrepitosamente, sin apenas sentir que la lucha había merecido la pena.
Ese punto anímico, fundamental para el clásico orgullo inglés, se manifiesta a la perfección con una convocatoria que aúna recursos suficientes para decir que, sin envidiar nada más que la presencia de un perfil tan diferencial como el de Mbappé, Inglaterra está a la altura de la temible Francia de Deschamps. "Si no ganamos, probablemente no estaré más aquí", comentaba Southgate desde la concentración inglesa. Un punto de pesimismo que cuadra con la necesidad de resultados por saberse preparados, y de estrategia, por tirar de orgullo en un torneo especial y al que llegan con una de las mejores plantillas del campeonato.
Harry Kane, junto a Foden y Bellingham, ingredientes esenciales
Es indiscutible que la selección ha respirado y respira a través de los goles de Harry Kane. Antes de esta Eurocopa, el ariete inglés decidió, en el verano de 2023, cambiar de aires definitivamente. Una decisión que podía comprometer su rol, su peso o incluso su temporada, por saltar de la comodidad de jugar en casa, en el Tottenham, a hacerlo en un Bayern necesitado de talento y revolución. Como ajeno a la guerra bávara en los despachos, Kane ha vuelto a representar su papel a la perfección, siendo el goleador más temible de Europa y siendo clave para que el Bayern no hubiera perdido aún antes sus opciones de pelear en Alemania y en Europa.
Todo esto era un argumento más que de sobra para entender la importancia de su presencia, pero la más importante, en clave inglesa, es que Kane ya no es la única vía ganadora para los 'Three Lions', pues cuenta con un buen abanico de jugadores que no sólo tienen nivel para compartir la carga, sino que están dando un paso adelante para hacerlo. Especialmente, con los casos de dos figuras también esenciales como Phil Foden y Jude Bellingham. Dos perfiles que, en sus realidades, han vuelto a ser decisivos y que, a su modo, han madurado con presteza para guiar también al equipo con la casaca de la selección inglesa.
El caso de Foden es especial. El jugador del City no sólo estaba viviendo una dura lucha consigo mismo para destacar en la movilidad perpetua que parece imponerle Guardiola al joven jugador, sino que en Inglaterra no parecía tener el peso que se podía esperar por su talento. A fuerza de grandes partidos y gracias a un acelerón en su adaptación y madurez, la calma ha llegado a las aguas de un Foden al que hoy sí se puede mirar como un líder dentro del contexto de su club y de su selección. Ha sido con claridad el mejor jugador de la Premier League, por lo que no sólo se ha ganado el puesto en el once, sino que debería conseguir repartir la atención que suscitan de por sí Kane o Bellingham para las defensas rivales.
Y es que Jude es el otro gran elemento de esta selección, no desprovista de perfiles importantes. Bellingham ha demostrado en la selección y, especialmente esta temporada, en el Real Madrid, que es un jugador al que se le puede pedir vocación ofensiva, esfuerzo defensivo y claridad a la hora de ejecutar jugadas. Si bien es cierto que su año ha sido extenuante, con muchos minutos en un Madrid que ha estado a punto de ganarlo todo, es indiscutible que la Eurocopa era uno de los eventos marcados en su calendario. La joven estrella inglesa es un punto diferencial de la ambición de Inglaterra gracias a su nivel y a su adaptación a diferentes contextos dependiendo de la necesidad y del contexto.
Talento joven a raudales
Pero más allá de las estrellas, los perfiles son variados y muy precoces en algunos casos. Southgate ha soltado definitivamente la mano a algunos de los jugadores con los que había sido más fiel durante su cargo. La ausencia de jugadores como Maguire o Sterling marcan un hito hasta ahora poco conocido en las convocatorias del técnico inglés, que para esta Eurocopa sí quiso innovar con futbolistas que dieran un paso al frente en cuanto a potencialidad y juventud.
"Wharton maneja y protege el balón muy bien. Tiene una calma espectacular que realmente me gusta"
Seleccionador de InglaterraEl lavado de cara a los 26 de Inglaterra para la Euro 2024 pasa, sobre todo, por nombres como Adam Wharton, Cole Palmer, Marc Ghéhi o Kobbie Mainoo, que se añaden a los ya de por sí excelentes jóvenes que ya destacaban, como los citados Foden o Bellingham, u otros que siguen siendo parte fundamental de la ambición inglesa, como Saka, un perfil necesario para romper líneas y dotar al ataque de un plus de velocidad y descaro. No sólo son perfiles jóvenes, sino que tienen el privilegio de haber entrado entre los jugadores de los que se fía el seleccionador para ir a por todas a Alemania y parecen poder ponerse con facilidad a la altura de los que ya son fijos en sus posiciones.
Perfiles diferentes y opciones para Southgate
Mirar la convocatoria es encontrar patrones distintos con los que Southgate puede jugar a su antojo para plantear partidos diferentes con pocos cambios. Desde la línea defensiva, con la que puede innovar enormemente por la polivalencia de alguna de sus piezas, al ataque, donde los diversos perfiles ofensivos facilitan que Inglaterra traspase cualquier muro con sigilo, mediante asedio o buscando la manera de mezclar las opciones a su alcance, algo muy útil en cualquier escenario y que no sólo plantea una posibilidad de cambio de roles, sino también la opción de que la pizarra varíe lo que quiera el seleccionador.
"Sé que la gente piensa que tengo preferencia por un determinado sistema, pero en todo caso mi preferencia siempre ha sido el 1-4-3-3, pero no creo que siempre haya sido el apropiado para nosotros"
Seleccionador de InglaterraPero, más allá de lo táctico y de la voluntad para elegir cómo atacar la portería rival, donde tiene más recursos disponibles para cambiar la cara a Inglaterra es precisamente en su centro del campo. La manida frase de "dime qué centrocampistas tienes y te diré cómo juegas" es llevada a la máxima esencia en el conjunto inglés. Por un lado, los fijos, con un Declan Rice como metrónomo y un Jude Bellingham como estilete; y, por el otro, las variables que maneja para poder adaptar el estilo a lo que busque en cada momento.
Adam Wharton para controlar el balón y servir de enlace a la defensa y darle apoyo a Rice; Gallagher o Mainoo como perfiles mixtos, de control y búsqueda del equilibrio, sumando músculo, entrega y presión; Alexander-Arnold para buscar la vía a través del pase largo, estableciendo un francotirador en la base de la jugada, además de un excelente jugador en la búsqueda de verticales y un apoyo en banda; y Jarrod Bowen o Eberechi Eze, elementos más potentes, verticales y finalizadores que el resto de los citados, con capacidad para ser añadidos de valor al ataque de los 'Three Lions'.
Múltiples opciones que manejará el propio Southgate para mostrar que esta generación de futbolistas permite algo más que soñar. En una Eurocopa en la que Francia llega con la rotundidad de su infinidad de recursos y con una pieza angular, esta Inglaterra se presenta con más que la voluntad de competir. Tienen mimbres y argumentos para desear y creer que 2024 puede ser su año.