BÉLGICA

Los siete días que hicieron estallar a Courtois: "Para llegar lejos en el fútbol tienes que ser un macho alfa"

El portero del Real Madrid, actualmente lesionado de gravedad, ha renunciado a la Eurocopa tras la polémica con Tedesco.

Courtois, con Bélgica en el Mundial./Jonathan NACKSTRAND / AFP
Courtois, con Bélgica en el Mundial. Jonathan NACKSTRAND / AFP
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

No se sabe exactamente cuándo empezó a desgastarse la relación entre Thibaut Courtois y el seleccionador de Bélgica, Domenico Tedesco. Lo que se ha encargado de aclarar el portero es que en su última concentración, allá por el mes de junio, todo estalló por los aires. Siete días en los que rompieron cualquier lazo de manera abrupta por la forma en la que el entrenador trató a su pupilo y por la posterior reacción de Tibu, por la que ha pedido disculpas en una entrevista en Sporza.

Nadie imaginaba que, con su llegada al equipo nacional aquel 12 de junio, los hechos se torcerían hasta el punto de dinamitar la tranquilidad de una selección envuelta en demasiadas polémicas internas en los últimos tiempos. "El seleccionador nacional no habló conmigo ni una sola vez. O sí, un minuto antes de un entrenamiento para preguntar cómo iban las cosas en Madrid, eso es todo. Entonces ya sentí: algo extraño está pasando aquí", comenta el guardameta.

En esta entrevista el guardameta cuenta su versión de los hechos comenzando por una reunión en la que Tedesco le anunciaba que no sería capitán en su primer partido, contra Austria. "El sábado del partido, unas horas antes del inicio, Tedesco nos llamó a Lukaku y a mí. Cuando dijo que Romelu era capitán contra Austria y yo era capitán contra Estonia el martes, algo se rompió dentro de mí. Ya no funcionó. El hecho de que ya no sentía el aprecio de la federación ni del entrenador hizo que algo explotara dentro de mí".

Courtois quería ser titular en aquel encuentro, el número 102 con Bélgica y en el que iba a recibir un homenaje antes del comienzo. De ahí su enfado. "Es un momento en el que, como federación y como entrenador, puedes hacer un bonito gesto a un portero que ha hecho mucho por tu país". Nada más acabar aquel encuentro, le comunicó que había un problema y, desde entonces, los encontronazos y malas caras fueron continuos. La tensión entre ambos resultaba más que palpable.

Jugador y entrenador se reunieron con Franky Vercauteren, director deportivo. "Allí me dijeron que le dieron la capitanía a Lukaku tras perder la final de la Champions. El problema es que Tedesco me explicó siete versiones de por qué Romelu era capitán. Cada vez fue diferente: una vez decidió el jueves, luego el viernes, luego el día después de la final de Champions...".

Courtois asegura que trató de salvar la situación. Habló con Vercauteren hasta las cuatro y media de la madrugada. Trataron todos los temas, desde la selección hasta su papel en el Real Madrid, pero Tedesco no participó más de 15 o 20 minutos en la conversación. "Estaba harto de hablar conmigo". Además, amenazó con contar a la prensa todo lo que había sucedido en aquella reunión privada. Añade que por aquel entonces sufría un gran cansancio mental, pero que su técnico no tuvo con él ningún tipo de tacto.

El 19 de junio, antes de un partido contra Estonia, el conflicto se calienta más que nunca. Courtois decide marcharse de la concentración, sintiéndose menospreciado por su técnico. Por otro lado, Tedesco aparece en rueda de prensa: "Juntos decidimos que Romelu (Lukaku) sería el capitán contra Austria y Thibaut mañana contra Estonia. Eso estuvo bien para todos, pero después del partido (ante Austria) de repente quiso hablar conmigo y dijo que se iba a casa porque estaba decepcionado y se sintió ofendido. Desde el principio traté de mostrarle el aprecio que se merece".

Courtois, responde: "Tedesco quería lanzarme un ataque, como anunció el día anterior. Adelante, pensé, algo así no ayuda y crea un abuso de confianza. Además, al día siguiente se filtraron cosas a la prensa que, según sé, provinieron de su parte". Nada más conocer las declaraciones, emitió un comunicado en sus redes en el que ya dejaba caer lo que ahora hace público.

Cuenta que, tras aquellos dramáticos siete días, desde la federación belga trataron de reconducir la situación. "Franky Vercauteren y Manu Leroy (alto ejecutivo del fútbol belga) vinieron a verme para escuchar mi historia nuevamente. Me sorprendieron algunas de las conclusiones del director general, que consideraba que algunos asuntos, como la rueda de prensa, se habían tratado correctamente".

El periodista le pregunta si esto no se trata de una batalla entre "machos alfa". "Si quieres llegar lejos en el fútbol, tienes que ser un macho alfa. No tengo ningún problema en admitir que tengo una personalidad fuerte", sentencia. Una batalla a la que le quedan muchos capítulos pero en el que uno de ellos no será la Eurocopa.