Hay tarea por delante con Gavi en lo táctico... y en lo emocional
De la Fuente trabaja para encontrarle encaje en su sistema y también para controlar sus errores por exceso de ímpetu.

En el minuto 58, con España asfixiada por el empuje de Noruega (el partido iba 1-0), De la Fuente agitó el banquillo para intentar un cambio de dinámica. Aspas y Gavi fueron los sacrificados para dar entrada a Ceballos y Oyarzabal, en busca de recuperar el control del centro del campo y más profundidad en los contragolpes por banda izquierda. Esa sustitución fue la confirmación de que el experimento de Gavi como extremo zurdo no ha funcionado, al menos en el estreno.
El nuevo seleccionador fue fiel desde el primer día al esquema que tantos buenos resultados le dio en categorías inferiores, ese 4-2-3-1 que le aporta al equipo equilibrio en el medio y vértigo por las bandas. Al riojano le gusta jugar con extremos abiertos y esa obsesión por hacer ancho el campo se vio en muchas de sus indicaciones desde la zona técnica de La Rosaleda, ya que desde los primeros minutos llamaba la atención a Gavi siempre que abusaba de irse al centro. El técnico apuesta por el fútbol de toque, pero con jugadores pegados a la línea de banda para permitir más espacios por los pasillos interiores.
El problema de este esquema es que deja en una posición indefinida a Gavi, uno de los jugadores más en forma en la actualidad. En la posición de '8' que ocupó Merino aún le quedan por aprender ciertos conceptos tácticos que se suelen adquirir con el paso de los años, ese poso para saber cuándo incorporarse al ataque, aparecer en el área, mantener la posición… A su vez, en la mediapunta, donde actuaron Aspas y Ceballos, también puede jugar, pero sufre por la falta de espacios. Por todo ello, De la Fuente ha intentado explotar sus virtudes en banda, en un rol similar al que tiene en el Barça durante las últimas semanas.
Esto es sólo el principio y evidentemente De la Fuente es consciente de que tiene que dar con la tecla para sacar el máximo rendimiento posible a un futbolista de sólo 18 años que es el futuro de la Selección. El entrenador no tiene ningún problema en cambiar de sistema para adaptarse a las condiciones de sus jugadores, como hizo en los Juegos Olímpicos con Pedri (ahí España utilizó el 4-3-3), aunque de momento va a insistir en buscarle un rol a Gavi en ese 4-2-3-1 en el que pueda brillar y aportar.
Trabajo psicológico con él
El trabajo táctico no es el único que está realizando Luis de la Fuente con Gavi estos días. Apoyado en López Vallejo, el psicólogo, ha hablado con él para intentar canalizar de forma positiva esa garra que a veces le lleva a encararse con los rivales y hasta con sus propios compañeros. Un ímpetu propio de la edad y que debe saber utilizar para ser un futbolista que se deja hasta la última gota de energía en cada partido, pero sin caer en que esto le conduzca a una sobreexcitación que en ocasiones le lleva a entrar en provocaciones. El seleccionador sabe que tiene entre manos a un diamante que debe pulir, algo que no es nuevo para él porque es un experto en mejorar en todos los aspectos del juego a los jugadores jóvenes con talento.