El oasis que Cristiano Ronaldo se ha 'fabricado' en Arabia Saudí para preparar la Eurocopa: "No quita el pie del acelerador"
El astro portugués llega a su último torneo con Portugal tras un año y medio en Arabia Saudí, donde su día a día se ha enfocado en triunfar en esta Eurocopa.
De Cristiano Ronaldo (39 años) poco queda por escribir. Sus números, sus declaraciones, su entorno... No hay nada del portugués que mantenga le etiqueta de 'privado'. Cuando no es un medio hablando de su nuevo coche, es otro el que publica una reacción espontánea de su madre. No es sencillo esquivar los focos cuando eres Cristiano Ronaldo. Él lo sabe y ha diseñado un entramado al dedillo para sacar el máximo rédito posible (tiene hasta media docena de marcas registradas en la oficina de propiedad intelectual de la Unión Europea). Mientras esa maquinaria trabaja por sí sola, Cristiano ha decidido dar un paso al lado y centrarse en uno mismo y los suyos. Todo esto con un foco claro: la Eurocopa 2024.
Ahora, en Arabia Saudí, ha encontrado un oasis de tranquilidad. Consciente de que abandonar el ojo del huracán es imposible, su nueva vida en Riad (capital del reino saudí) le ha otorgado la paz que llevaba buscando años. Cristiano por fin ha encontrado un destino donde solo destaca lo que hace en el césped y no todo lo que le rodea. Desde que fichase por el Al-Nassr el 30 de diciembre de 2022, nada escapa a su control. Se acabaron los paparazzi, las fotos robadas y los encontronazos con la prensa. El remanso de paz es total. Familia y amigos, fútbol y luego, todo lo demás, con ese orden afronta su nueva vida en Arabia Saudí.
Desde que aterrizase en el golfo, marcar la diferencia respecto a su figura se ha tornado en algo altamente complicado. Es un hombre blindado, que ya lo era cuando jugaba en Europa, pero acceder a su día a día se ha convertido en misión imposible desde que no compite en el Viejo Continente. Por eso llegar a dibujar el último año y medio de Cristiano Ronaldo en el país árabe se antoja complicado, pero el objetivo estuvo claro desde el minuto uno. El entorno del jugador sabía que llegar como nunca a la Eurocopa era primordial. Y lo han conseguido.
El “no quita el pie del acelerador” que justifica el acierto de su fichaje por Arabia
Antes de entrar en puros detalles de la vida del luso, hay que pasar, al menos a pies puntillas, por los números que ha cosechado desde que juega en el Al-Nassr. En su primera temporada con el club disputó tan solo la mitad de los partidos del calendario, pues aterrizó en el mercado invernal. Recién llegado del fútbol de primer nivel, tras abandonar de manera abrupta su reencuentro con el Manchester United, Cristiano demostró que todavía estaba para la élite del fútbol. Sumó 14 goles en 16 partidos con los que consiguió levantar el Campeonato de Clubes Árabes del 2023, nada más llegar al país.

Las personas involucradas en cerrar su llegada a Arabia Saudí coinciden en el acierto del movimiento y los números del jugador en su segundo año no hacen otra cosa que llenar de motivos a aquellos que le motivaron a fichar por el Al-Nassr. "Es el primero en llegar y el último en irse. Mientras otros cracks han dado un bajón, él no quita el pie del acelerador", explica un integrante del club de Riad que, por una especie de pacto de silencio establecido en la entidad sobre la figura del portugués, pide mantener su nombre alejado de estas líneas.
Es una realidad. En lo que fichajes de primer nivel como Karim Benzema, Neymar (obviando la lesión) o Sadio Mané, Cristiano es de los pocos que sí se ha 'paseado' por la competición, como se espera de perfiles como los citados. Los números hablan por sí solos: 44 goles y 13 asistencias en 45 partidos. Aun así, los registros astronómicos no han servido para tocar metal en su segundo año en Arabia Saudí.
Una gran villa en el mejor distrito de Riad y otra en proceso
El fútbol no fue todo a la hora de decidir que el ocaso de la carrera de Cristiano Ronaldo estaría en territorio árabe. Cuando llegó el momento de "abrir la caja de Pandora", como el propio jugador llamó al fenómeno que más tarde involucró la llegada de grandes nombres del fútbol a Arabia Saudí, el aspecto personal tuvo mucho peso.
Como desvelan las personas enteradas de su llegada al país a este medio, una vida personal más tranquila y la posibilidad de poder pasa más tiempo con los suyos fueron principios que promovieron su aterrizaje en la Saudi Pro League. Con la decisión ya tomada, era el turno del gobierno saudita de facilitar la llegada de una de las personas más famosas de la historia a una ciudad como es Riad, que todavía sigue en pleno desarrollo.
Relevo ha podido saber que el futbolista del Al-Nassr vive en el distrito de Al Muhammadiyah en Riad. La zona, además de ser la más lujosa y vigilada de la capital saudí, está plagada de seguridad y de villas de lujo. "Cada vez va creciendo en población, sobre todo son los directivos de empresas multimillonarias los que viven ahí", describe un empleado del gobierno que facilitó la llegada del astro portugués. A su testimonio se suma el de Atef Nahass, periodista saudí que a casi 5.800 kilómetros de distancia confirma como "Cristiano vive en una gran villa en el centro de Riad. Hace poco han iniciado la construcción de una nueva villa a las afueras de la ciudad para él".
El motivo de una posible mudanza: buscar más tranquilidad. Aunque los dimes y diretes de su vida privada no transciendan al público general, nunca está de más alejarse todo lo posible de las miradas de los curiosos. Eso sí, su realidad en Arabia dista mucho de la que vivía en Madrid o Mánchester. "Le piden fotos como a cualquiera, pero siempre desde el respeto. Nuestra cultura nos enseña a dar espacio a personas como él", añade un directivo del Al-Nassr.
El futbolista se sobrepasa las barreras del deporte y vive encantado con una prensa 'blandita'
Pese a todos los lujos que le rodean y el desorbitado sueldo que percibe a final de cada mes en su cuenta de banco, Cristiano no ha cambiado de habitos. Con casi 40 años y sabedor que esta será su último gran torneo continental, no deja de lado los básicos que han hecho que llegue hasta donde ha llegado. "Su rutina es muy sencilla. Va a entrenar y a los partidos, el resto del tiempo lo pasa con su familia", apuntilla Atef, sobre el día a día de la leyenda de la selección portuguesa.
Con Arabia Saudí, además de firmar el mayor contrato en la historia del país, tiene una vinculación de patrocinio. No es extraño ver publicaciones en sus redes sociales anunciando el apartado turístico del territorio. "La importancia de su figura traspasa el fútbol. Gracias a él se ha dado a conocer la liga, pero nos da mucho más. Está involucrado en muchísimos eventos del país, en especial en Riad. Con las grandes veladas de Boxeo, motor...", completa un emisario del fondo saudí que hace tres semanas visitó la capital de España.
A pesar del peso que tiene dentro del país, Cristiano se muestra más cercano con la prensa que nunca. El portugués ha tenido desencuentros con periodistas en todos los equipos con los que ha jugado. En Arabia Saudí es diferente y el motivo se debe al tipo de prensa que trata a diario. "Los periodistas que cubren la liga saudita no son como los de Europa. No buscan el titular, no aprietan en ruedas de prensa, no insisten en las polémicas. Son muy blanditos", describe a Relevo el representante de uno de los entrenadores de la SPL.
Un entorno de trabajo así hace que las defensas del portugués estén en mínimos históricos. A nadie le gusta ir a trabajar sabiendo que van a apretarte hasta el detalle más minúsculo y no estar bajo una vara de medir tan exigente, ha limado asperezas vivadas en el pasado. "Su relación con la prensa es muy buena. Es muy cercano en las ruedas de prensa y zonas mixtas. Creo que está viviendo la vida que quiere en Arabia Saudí. Se le ve feliz", sentencia Atefe Nahass.
El líder de un vestuario lleno de 'followers' es un padre más en las gradas
Y cómo ha sido la transición de pasar de liderar los grandes vestuarios de Europa a aterrizar en una liga a medio explotar. Pues, desde dentro, destacan la facilidad de adaptación de Cristiano. Él llegó un mercado antes de que el país tomase la delantera a muchas otras ligas, en lo que a fichajes se refiere. "El Al-Nassr que se encuentra no tiene estrellas, la mayoría de futbolistas eran de origen saudita. Imagínate el choque de realidad. De un día para otro tenían sentado a su lado una persona con cinco balones de oro", rememora el periodista Atef al ser preguntado por la reacción inmediata a la llegada de Cristiano.
"Es un gran líder en el vestuario. Aun así tiene una gran relación con toda la plantilla a la cual trata de igual a igual", prosigue. Y hasta se atreve a bromear con una curiosidad de dentro de la plantilla. "Todos lo seguían antes de fichar y lo siguen en Instagram. La relación en el día a día con los compañeros y el cuerpo técnico es insuperable. Su papel da mucho al equipo en cuanto a actitud y buen ambiente", añade.
Pese al gran estatus que ostenta el jugador, su día a día dentro del equipo es de lo más habitual. Salvando unos mínimos que se tienen que cumplir, como la seguridad privada que acompaña al delantero las 24 horas del día. "Como cualquier gran estrella tiene un grupo de seguridad privado y de total confianza que lo acompaña a todos los sitios, pero nada más allá. Vive una vida muy tranquila, lo puedes ver por las calles cuando se acerca a entrenar o cuando va en coche", subraya Atef, habitual en la ciudad deportiva y ruedas de prensa del Al-Nassr.
Además de en el fútbol, Cristiano también se aplica en su faceta de padre y con Cristiano Jr. puede combinar ambas pasiones. "Mi hijo me dice: 'papá, aguanta unos años, quiero jugar contigo'", llegó a reconocer el portugués cuando defendía los intereses de la Juventus. Ese deseo todavía queda lejos y no parece tener demasiados enteros para llegar a cumplirse, aún así el delantero es un figura muy presente en la prematura carrera de su hijo mayor. Tras pasar por la cantera de la Juventus y Manchester United, Cristiano Jr. juega ahora en el equipo Sub-14 del Al-Nassr y su padre no se pierde un partido.
"Es habitual verle junto a su familia por los grandes centros comerciales de la ciudad o en los partidos de su hijo. Es un padre más", finaliza Atef que no pierde de vista las próximas generaciones de la entidad que cubre como periodista. En un principio, ver al binomino padre e hijo jugar juntos se antoja complicado, pero en la carrera de Cristiano Ronaldo hablar de imposibles no es algo recomendable. Por ahora, la familia se centra en terminar de la mejor manera posible el que será el último gran torneo de Cristiano con Portugal y por delante todavía queda un año de contrato extra en Arabia Saudí. El siguiente paso no lo sabe nadie todavía.