SELECCIÓN

Vivian calma a De la Fuente y consigue que 8.000 km merezcan la pena para 12 leones

El central demostró ante Albania que es una garantía. Su cuadrilla, entre ellos sus padres, su pareja y dos amigos que viajaron desde Estados Unidos, le acompañaron en un debut especial.

Vivian conduce el balón en el partido ante Albania. /RFEF
Vivian conduce el balón en el partido ante Albania. RFEF
Manuel Amor

Manuel Amor

Donaueschingen (Alemania).- Dani Vivian (24 años) no deja de acumular en la galería del iPhone fotos de recuerdos imborrables. En los últimos meses se le acumulan: debut con la Selección el 22 de marzo, Copa del Rey con el Athletic el 6 de abril y estreno en una Eurocopa el pasado lunes, un día especial y en el que completó una actuación redonda ante Albania (victoria por 0-1). El central entró en la rotación masiva de De la Fuente y fue titular. En la segunda jornada, contra Italia, ya estuvo a punto de saltar al campo por la sobrecarga de Laporte, pero Aymeric pidió continuar cuando Vivian se había quitado la sudadera y esperaba a que el cuarto árbitro levantase el tablón. En Düsseldorf se desquitó de pleno de ese pequeño mal sabor de boca.

Vivian, tras debutar en la Eurocopa ante Albania: «No se puede pedir más».

Su actuación contra los de Sylvinho rozó el sobresaliente. Evidenció lo que demuestra día a día en LaLiga (contundencia y concentración), se impuso en los duelos y encontró respaldo en los números: nadie completó más pases (80) ni ganó más entradas (dos) que él. Además, recuperó seis balones (Merino robó siete) y presumió de un 95% de acierto en las entregas. Manaj se encontró con un muro. Y, cuando el delantero le retó al espacio, Vivian descubrió una de sus cualidades ocultas: es un rayo. Pese a su apariencia tosca y gran tamaño, hay pocos zagueros en Europa más veloces que el vitoriano. Sólo los hermanos Williams le han superado esta temporada en velocidad punta en el Athletic. A Broja, que salió al final y revolucionó el gallinero, también le contuvo como pudo. El Viejo Continente empieza a reconocerle.

Su rendimiento no hace más que reforzar la confianza que tiene De la Fuente en él (le ha ido a ver infinidad de veces en directo este curso) y calma cualquier atisbo de inestabilidad que pudiese tener el seleccionador con sus zagueros. Al fin y al cabo, Le Normand está a una tarjeta de perderse un cruce, Nacho se recupera de unas molestias musculares que le mantienen al margen y Laporte acaba de reponerse de una contractura en el aductor derecho que le obligó a perderse el duelo con Croacia e hizo que terminase el choque con Italia acalambrado. Aunque lo ideal hubiese sido dar descanso a este último en el Merkur Spiel-Arena, la delicada situación con los centrales (querían minimizar riesgos con Le Normand) llevó a De la Fuente a utilizar 45 minutos a cada uno.

Si algún día falta alguno, o vuelven a asomar los temidos problemas físicos, Vivian ya ha demostrado que está listo para asumir el reto. Jugó con una frialdad impropia de un escenario así (no sintió ni un ápice de nervios, transmitió a los que le conocen) y sus sensaciones individuales, muy positivas, le refuerzan. Sólo la amarilla del final (ver una segunda implica sanción) empañó una noche mágica. La zamarra se la quedó para él e irá directa a su particular museo. La del debut en Londres ante Colombia luce enmarcada en la casa familiar y esta pondrá la misma dirección. En ambas fechas, curiosamente, España jugó de amarillo y no de rojo.

Arropado

La tarde, de por sí importante, ganó en emoción con la llegada a Düsseldorf de la cuadrilla que acompaña a Vivian en esta aventura por Alemania: la forman 12 'leones' (padres, primos, tíos, amigos y su novia Irati) y viven casi con la misma emoción que el athleticzale una experiencia que hubiese parecido inviable hace sólo tres años, cuando jugaba en Segunda con el Mirandés. "Son mi motor", reconoció el futbolista al terminar y después de protagonizar un carrusel de besos y abrazos a pie de campo con el pitido final. Dos de sus colegas se llevan la palma: han viajado desde Estados Unidos, donde residen, para pasar la semana al lado del internacional. 8.000 kilómetros siempre merecen la pena para ver a alguien que quieres cumplir un sueño.

El camino es la meta para un currante que empezó a destacar en el Basconia, en Tercera División, y que ha pegado un salto exponencial en las últimas temporadas, tras regresar a Bilbao después de una cesión provechosa en Anduva en la 20-21. Su fe en sí mismo se ha convertido en otro de sus secretos. Hace exactamente un año adquirió entradas para un concierto de Bruce Springsteen en Madrid y por aquel entonces, aunque en ese momento sonase a utopía, ya confesó a su entorno más cercano que había opciones de perdérselo... porque iba a venir a la Eurocopa. No falló.

Ahora, con tranquilidad total en cuanto al mercado (renovó hasta 2032 justo antes de venir), Vivian encara las eliminatorias con hambre de sumar minutos y trasladar al verde la intensidad que aporta en los entrenos. Tiene competencia y la pareja Le Normand-Laporte es ahora mismo inamovible, pero, si España alcanza la final, quedarán todavía cuatro partidos por delante en los que puede pasar de todo. Su polivalencia supone otra de sus grandes bazas: conoce la posición de lateral derecho (Navas acabó con un fuerte golpe ante Albania) y hasta la de mediocentro, en la que empezó.

El vestuario en el bolsillo

Vivian ha tardado poco en ganarse a sus compañeros. Con la mayoría no había coincidido jamás, pero ha hecho muy buenas migas en las concentraciones de marzo y de esta Eurocopa con jóvenes como Lamine y fijos como Ferran. El apoyo de Unai y Nico Williams no falta y le ha hecho más fácil la adaptación a la rutina de La Roja. Con Laporte, quién sabe si su futura pareja en la zaga de San Mamés, también ha encontrado sintonía. "Es un jugador muy competitivo, con una experiencia tremenda, ganador y que hace grupo. Sólo tengo buenas palabras hacia él y hacia cómo nos trata", aseguró sobre el defensa de origen francés tras ganar a Albania.

De la Fuente, sobre Vivian el pasado 8 de junio: «No tiene el poder mediático de otros, pero es top».

El momento resulta ideal para Vivian, un futbolista sin marketing (el que menos seguidores tiene en Instagram de los 26), al que la primera llamada de De la Fuente le pilló en una pastelería comprándole una tarta a su madre, fan de la lectura, que completó el Bachillerato científico-técnico y que ahora estudia el grado de Contabilidad y Finanzas por las tardes en la Universidad de Deusto. Es diferente... y un seguro con el que De la Fuente y Pablo Amo, lo saben de sobra, pueden contar.