"¡Jamás escuché una celebración igual!": así se forjó la leyenda del Sevilla en la Europa League
Otra gesta más del Sevilla lo mete en semifinales. Iborra, Palop y Coke recuerdan otras hazañas de los andaluces.

No hay gloria sin esfuerzo y sin dificultad. Es una máxima de la vida que se traslada, obviamente, al deporte. En una temporada donde la frustración ha impregnado todos los estamentos del Sevilla, el hexacampeón es capaz de llegar a la semifinal de la Europa League eliminando, nada más y nada menos, que al Manchester United. Y lo hizo con una noche prodigiosa de fútbol y goles.
Siendo honestos, ninguno de los que conforman la entidad hubiera imaginado hace tan sólo un mes que el equipo podría estar en esta situación: alejado de los puestos de descenso y en otra semifinal europea. Por eso, y a pesar de todo lo conseguido, el Sevilla ha logrado acrecentar su leyenda en una competición que siente como suya y en la que ha conseguido cosas inexplicables en muchos momentos.
Sin duda alguna, no sólo por la dificultad sino por la importancia de eliminar al eterno rival, el 20 de marzo del año 2014 es una fecha marcada a rojo en el calendario de las hazañas sevillistas. El equipo de Unai Emery, por aquel entonces entrenador del Sevilla, tenía a priori la difícil misión de remontar un 2-0 al Betis en su estadio. "El euroderbi marca un antes y un después para nosotros. Fue la primera gran noche de ese equipo que formamos, porque le ganamos al Betis remontándoles en un partido tremendamente difícil y porque lo celebramos con nuestra afición al llegar al estadio. A partir de esa eliminatoria nos sentíamos capaces de todo y de conseguir algo importante. También la afición, que percibió que tenía un equipo capaz de competir en cualquier escenario", explica Coke Andújar a Relevo.
No menos difícil e importante fue el pasado por semifinales en ese mismo año. El rival, el Valencia. El resultado en Nervión, 2-0 para los sevillanos, no preveía una noche de locura. "Ante el Valencia, sabíamos que llevábamos un resultado bueno que incluso pudimos ampliar en nuestro estadio. Se nos complicó todo en Mestalla. Recuerdo que tuvimos de Reyes para haber allanado la eliminatoria y luego todo se puso muy difícil", recuerda otro de los pesos pesados del vestuario, Vicente Iborra. En el alargue del partido, el 3-0 le daba a los valencianos el pase a la final. En el 94', se volvió a embellecer la historia con aquella jugada que se inició con un saque de banda de Coke y que todo sevillista mantiene en su mente. "En el último minuto se vio reflejado lo que es el Sevilla: casta, corazón y amor propio para conseguir ese gol de la nada que nos dio una final. Cuando terminó el partido, ¡imagínate! Tenía que asumirlo. Era mi primera final. Fue muy bonito y demostramos nuestro ADN. La alegría era tremenda".
Precisamente para Coke, "el gol de Mbia de cabeza en la vuelta de las semifinales ante el Valencia creo que fue algo irrepetible y muy especial. Por mucho que siga jugando, nunca habrá un momento tan especial como ese, que cambiara tanto la película. Para muchos era la primera final que podíamos jugar. El Valencia hizo un gran partido y nos remontó, pero una vez más, ese espíritu que tiene el club con la Europa League, que tiene la afición en estos momentos especiales es cuando se ve. Es creer hasta el último segundo", nos cuenta emocionado.
En muchos momentos, las grandes gestas se produjeron en las finales. En algunas de ellas, como ante el Liverpool, los sevillistas partían como convidados de piedra. En fases del partido lo pareció pero, otra vez, surgió algo inesperado. "La final ante el Liverpool fue un ejercicio de saber aguantar en el cuadrilátero, porque en la primera parte se podían haber ido al descanso con una renta de más goles. A partir de ahí pensamos que si no nos habían tumbado, ya no nos iban a tumbar. Teníamos 45 minutos por delante. Unai también supo dar una charla que nos hizo sentir como si estuviéramos en el Sánchez Pizjuán. Nos sentíamos muy fuertes y a pesar de esos primeros 45 minutos, de que nos doblaban en aficionados, la segunda la hicimos inmejorable. Sólo se escuchaba a los sevillistas", verbaliza Coke.
Iborra también lo pone en el top de hazañas deportivas del club. "El partido ante el Liverpool creo que es uno de los grandes partidos en la historia del Sevilla. Primero por lo que supuso, ganar un título. Después, por lo que se vivió en la grada. Éramos minoría y nuestra gente arrolló a la afición rival. Y por último por cómo se dio el partido: te vas al descanso con un resultado muy difícil, ante un rival muy poderoso, con grandes jugadores que te mataban a la contra y el equipo sale con un orgullo, con un hambre y unas ganas de remontar que se reflejó. Fuimos un rodillo en la segunda parte".
Todo empezó con el zurdazo de Puerta
En lo que coinciden todos, dirigentes, jugadores, entrenadores y aficionados, es que sin ese gol de Antonio Puerta ante el Schalke, nada de lo vivido en estos 18 años sería posible. Ese gol permitió romper con la barrera de la desconfianza. Dotar al club de una autoestima exagerada que permitió ir creando una leyenda en la segunda competición europea. "La semifinal contra el Schalke fue tremendamente difícil, ya que nos enfrentamos en aquella época a un equipo con más experiencia europea. Era un buen equipo y en un estadio que imponía, ya que los mineros son una afición caliente. Sabíamos que íbamos a encontrar un partido difícil como así fue. Conseguimos, con mucho sufrimiento, sacar un 0-0 en la ida y sabíamos que estábamos ante una oportunidad única para jugar una final. Aquel gol de Puerta me impresionó. Jamás escuché una celebración igual", explica Palop. El Rey sigue haciendo de las suyas. ¡Dios salve al Rey de la Europa League!