ATHLETIC CLUB - RANGERS

El drástico cambio de vida de Maroan Sannadi que tanto persiguió: "Quiero disfrutar de lo que un día soñamos"

El delantero rojiblanco vivirá su cuarto partido continental sin "presión" pese a que hace meses era jugador de Primera RFEF.

Maroan Sannadi, el día de su debut con la camiseta rojiblanca./EFE
Maroan Sannadi, el día de su debut con la camiseta rojiblanca. EFE
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

La historia de Maroan Sannadi impresiona. No hay muchos precedentes de futbolistas que hayan vivido un cambio tan drástico en su vida futbolística como la que está experimentado el delantero, que ha caído de pie en el Athletic Club tras una carrera complicada y modesta en la que ha tenido que luchar y esperar mucho para conseguir su sueño. En sus piernas solo tiene 12 partidos profesionales, pero en su cabeza tiene la madurez suficiente para afrontar el reto de la magnitud del que está experimentado. Transmite calma y naturalidad. Capaz de bromear a poco más de 24 horas de disputar unos cuartos de final de la Europa League pese que hace solo unos meses jugaba en Lasesarre, defendiendo la camiseta del Barakaldo, compitiendo en Primera RFEF.

Todos hablan maravillas de él. De cómo se ha integrado en el vestuario, de cómo compite en cada entrenamiento y también de cómo está sabiendo convivir con la presión de ser el delantero de un club como el Athletic. "Se ha preparado para esto toda su vida", dicen quienes mejor le conocen. Desde su entorno, tras unas primeras semanas de mucha exposición, creen que es momento de trabajar, de centrarse en el día a día y no exponerse demasiado. Lo demostró, por ejemplo, en cuanto se le preguntó por unas palabras del seleccionador marroquí, Walid Regragui, y la posibilidad de defender a la selección africana. "No voy a responder cosas que no han pasado", despejó.

Sannadi: "Quiero disfrutar de lo que un día soñamos".

No quieren ruido. Quieren fútbol porque estos meses son los que ha buscado intensamente desde que empezó a jugar a fútbol en los campos alaveses, antes de incorporarse a la estructura del Alavés ya con 20 años. "Estoy normalizando poco a poco, cada partido estoy más tranquilo y sin nervios", respondió en primera instancia, antes de ser preguntado directamente por lo que hubiese pensado hace unos meses si le narraban su historia: "Nunca lo vamos a saber porque lo está pasando es la realidad. Esto es lo bonito de soñar. Estamos aquí. Ahora solo quiero vivir y disfrutar de lo que un día soñamos", respondió, demostrando que sí se lo había imaginado.

"Estoy muy contento por los minutos que estoy teniendo y lo asumo desde la tranquilidad. Intentando responder de la mejor manera", respondió sobre la confianza que ha encontrado en Ernesto Valverde, que le hizo debutar recién llegado, le dio la titularidad en su segundo encuentro y ha contado con él de inicio en los tres encuentros decisivos de la Europa League ante la Roma y el Glasgow Rangers. Mañana apunta también a titular, pensando "más que nada con pasar la eliminatoria", aunque no esconde que no estaría mal tampoco" marcar el gol de la victoria.

"No tengo ansiedad, me centro en otras más que en el gol, porque el gol lo tengo y es cuestión de tiempo", dijo también, demostrando esa ambición y esa confianza en sí mismo que le define. También con las opciones de su Athletic: "No siento presión, ni yo ni en el equipo porque estamos en San Mamés y tenemos mucho que ganar". Ni siquiera en los grandes escenarios de Europa: "Sinceramente disfruto de cada estadio al que voy, lo veo como si estuviese jugando en cualquier campo porque cuando empieza el partido me olvido de todo".

Aun así, cree que hay margen de mejora. Se exige al máximo. "Tengo que aprender de los errores que hago y ver lo que otros defensas hacen para llevarlo al próximo partido y sacar provecho. Me estoy encontrando mejor, pero todavía no estoy a mí mejor nivel", analiza de forma autocrítica. "Tengo que estar más tranquilo con balón, sé que lo puedo hacer mucho mejor. Con la normalidad de que todo va a acabar en su sitio". Ahora solo piensa en vivir otra gran noche en San Mamés y disfrutar del pase a unas semifinales continentales, algo que solo se ha conseguido en dos ocasiones en los 126 años de historia de la entidad bilbaína. Palabras mayores. No para Maroan.