Julen Lopetegui: "En el momento en el que se huele la posibilidad de conseguir el título, no hay nadie más fuerte que el Sevilla"
El técnico vasco, David Soria, Beto y Coke, explican en Relevo el lema "nadie la quiere más que tú, Sevilla" y como lo vivieron en primera persona.

"Por eso hemos conseguido esos logros, por eso hemos conseguido esos éxitos. No hay nadie, nadie de todos los que participan en ella, que la sienta como nosotros, que la quiera como nosotros, que la desee como nosotros, que la necesite como nosotros, porque nos hace muy felices", decía Unai Emery ante un Sánchez-Pizjuán abarrotado en la celebración de su segunda Europa League en Varsovia. El vasco pudo expresar con palabras aquello que los sevillistas llevaban años guardando en el corazón y que desde ese momento se convirtió en un lema para la entidad.
No era el primer título. Aquella que se acababa de conquistar era la cuarta Europa League para la entidad, la segunda consecutiva en la era Emery, quien alcanzaría una tercera. Desde mucho antes, el club se había afanado en saber competir, cuidar y proteger una competición a la que desde la primera final hizo suya. Ya José María Del Nido y su consejo de administración, en su momento, supieron que competir con las mejores armas en ella posibilitaría llegar lejos y hacer crecer la marca de la entidad.
"En el momento en el que se huele la posibilidad de conseguir el título, no hay nadie más fuerte que el Sevilla. Se genera una energía entre la plantilla, el club, la afición, contra la que es muy difícil luchar, que te hace decir ´nos vais a tener que matar para ganarla'", nos cuenta Julen Lopetegui, el último entrenador en conquistar el título. La dificultad del vasco residió en que tuvo que jugar la fase final sin el calor de su afición por la pandemia.
Precisamente el portero titular de la última final con Emery, la disoutada ante el Liverpool en Basilea, fue David Soria. "Todo lo que dijo Emery en aquel discurso era verdad. Nadie la deseaba como nosotros. Es parecido a lo que le pasa al Real Madrid con la Champions, te crees que puedes ganarla. No sabes cómo, te da igual el rival, sobre todo a partir de cuartos", nos cuenta el actual portero del Getafe. "Se ha hecho como parte del club. Da igual quien lo entrene, que jugadores estén, tienes la obligación de ganarla", añade.
Beto, héroe en Turín, va más allá: "No se incita a ganar la Europa League simplemente, sino que el Sevilla incita a ganar todos los partidos. Se ha creado una cultura de victorias que culminó con varias finales europeas incluso. Los jugadores, en el día a día, perciben la importancia de ganar en este club".
Triple campeón de la Europa League y bigoleador en el penúltimo título, Coke Andújar se ha convertido por derecho propio en un ejemplo más de ese amor. "En el club, en la ciudad cualquier sevillista te transmite que la Europa League es algo muy especial para ellos, que ha hecho grande al sevillismo en Europa y les ha dado muchas alegrías. Eso yo lo pude ver. Mi debut con el Sevilla fue en una previa, ante el Hannover, en verano y no me trae buenos recuerdos. Hubo dolor. El siguiente recuerdo es un desplazamiento masivo en Estoril. Era principio de temporada y estaba todo tomando un poco de forma. ¡No sé cuánta gente había!", nos cuenta.
"Recuerdo la charla de Unai: ´Nos acaban de dar un ejemplo de lo que significa esta competición para ellos. Vayamos donde vayamos se desplazan en masa´. En los partidos que juegas en casa se palpa un ambiente muy especial y creo que es un hecho que nadie la quiere más que el Sevilla. Eso se demuestra a lo largo de la historia con momentos irrepetibles: el gol de Palop de cabeza, el de Mbia ante el Valencia, remontadas históricas como la vivida ante el Liverpool donde Unai nos dijo que nos imaginamos que estábamos en el Sánchez-Pizjuán, que ahí nos sentíamos fuertes", confiesa.
Hoy se abre una nueva oportunidad para el Sevilla de poder acudir a una nueva final. La séptima en su historia, la séptima desde aquel año 2006, que acabó con una sequía de más de 58 años. El amor por la Europa League sigue intacto, ahora toca que el fútbol siga devolviéndoselo.