El Sevilla se pone de gala para la Europa League

Hubo que esperar a la Europa League para que el Sevilla le diera un alegrón a su afición. El rey de la competición había reservado sus mejores galas para una noche de glamour y ese 3-0 exhibió el mejor marcador de la jornada. Los casi 3.000 aficionados del PSV que asistieron a Nervión seguro que ya entienden un poco más la historia europea. Tres latigazos de En-Nesyri, Ocampos y Gudelj derribaron al equipo de Ruud Van Nistelrooy, que se paseó por la banda del Ramón Sánchez-Pizjuán sin entender lo que había pasado. Todavía queda la vuelta en el Philips Stadion, pero el Sevilla puso su primera pica en el bombo de octavos de final.

Las noches de fútbol europeo se transmiten al aficionado, que las vive de una manera especial. Y el ambiente que se respiró en el estadio sevillista, escenario de la última final de la segunda competición europea, reconcilió al aficionado con su equipo. Esa furia que pedía Jorge Sampaoli regresó a Nervión. Quinta victoria seguida del equipo como local y cada vez con mejores sensaciones. Sumando futbolistas a la causa y dejando atrás esas penurias del final de 2022. Todavía falta para la primavera sevillana pero el Sevilla ya va desprendiendo su perfume europeo.

El Mundia de Catar devolvió al Sevilla a un nuevo En-Nesyri, o más bien recuperó esa versión que goleó en Nervión hace dos campañas. No tendrá una técnica exquisita pero el marroquí pelea, gana duelos y, además, ahora vuelve a hacer goles. Ya son ocho dianas desde que comenzó 2023 en tres competiciones: cuatro en la Copa del Rey, tres en la Liga y uno más en la Europa League. En-Nesyri ha derribado la puerta de Sampaoli, que comenzó con dudas sobre la posición de '9' pero que ha acabado por consolidar al marroquí como su punta de lanza.

Enfrente apareció en el PSV Luuk de Jong, ese otro héroe de la última Europa League que luce en las vitrinas del Ramón Sánchez-Pizjuán. Y el duelo de delanteros se lo llevó En-Nesyri, más pujante y más resolutivo. Ambos se llevaron la ovación de los aficionados sevillistas cuando dejaron el partido poco después de la hora de partido. Del agradecimiento al neerlandés por los servicios prestados a la reconciliación con el actual marroquí, que ha revertido su situación para pasar de los pitos a los aplausos.

El palaciego no sólo es el capitán del Sevilla sino también su alma. No eleva la voz pero habla en el campo. Un ida y vuelta continuo por el carril diestro que le da oxígeno al equipo con cada arrancada. Y si además En-Nesyri lee sus centros al primer poste, la ecuación sólo puede terminar en gol. Luis Fabiano, Kanoute o Ben Yedder puedan dar fe de esas asistencias. Incombustible, Jorge Sampaoli también ha caído rendido a su capitán, que tiene sitio garantizado en el once mientras la salud lo permita. A sus 37 años, el Sevilla cuenta con un referente para abrir el campo y los partidos.

Había expectación por ver a la joven perla neerlandesa en un escenario como Nervión, ese templo de la segunda competición continental. Aunque dejó detalles de personalidad y descaro, Xavi Simons todavía tiene que sumar minutos de alta competición para asentarse en la élite. Eso sí, futuro tiene todo el del mundo y el PSV aparece como un equipo ideal para que pueda exhibir sus condiciones. Pero también sería mejor que dejase a un lado tantos arabescos para jugar un fútbol más efectivo. Seguro que Van Nistelroy se lo agradecería.

El técnico holandés le dio el partido completo a Simons, pese a que luz se fue apagando con el paso de los minutos. Las carreras de Navas, que lo obligaron a trabajar a destajo acabaron por sacar del partido a esa promesa del fútbol europeo que deslumbró como juvenil, pero que todavía tiene que madurar.

Excéntrico y peculiar, el de Casilda ya le ha inyectado al Sevilla su identidad. "Disculpa, Jorge, por no haber creído en ti. Te escucho y sigo", le debería escribir todos aquellos que no tuvieron fe en la segunda etapa del argentino en Nervión. Le costó al principio, pero la pretemporada invernal, y la llegada de refuerzos en enero, han permitido que Sampaoli convierta a este Sevilla en un buen equipo de fútbol. Con carencias todavía, sí, pero con una línea ascendente que ilusiona al sevillismo, que se fue del Sánchez-Pizjuán tras disfrutar mucho tiempo después.

Como siempre hay algunos empeñados en criticarlo todo, esta semana le tocó a la lista europea del Sevilla. Pape Gueye, que cuajó un excelente partido ante el Mallorca, fue el descarte dentro de los refuerzos invernales, ante la imposibilidad de incluirlos a todos. "¡Pero qué han hecho, había que dejar fuera a Ocampos!", se leyó en más de un grupo de whatsapp de aficionados sevillistas. Pues el argentino, que entró en el intermedio por Bryan Gil, le dio la razón a los que saben. Un golazo espectacular con la zurda y una asistencia mágica a Gudelj en el tercero mandaron a callar a las voces críticas.