SEVILLA FC

La intrahistoria del abrazo con Enner Valencia: "Gracias a Dios apareció Jorge Sampaoli"

Humberto Pizarro y Lito León relatan la importancia del técnico argentino en la carrera del delantero del Fenerbahçe.

El abrazo entre Sampaoli y Valencia en los prolegómenos del partido de ida./EFE
El abrazo entre Sampaoli y Valencia en los prolegómenos del partido de ida. EFE
Alonso Rivero

Alonso Rivero

La delicada situación del Sevilla no le impide mirar con cariño a la Europa League. El club ha mostrado por activa y por pasiva un amor incondicional por esta competición y no lo va a cambiar por mucho que sufra en esta temporada agónica en la Liga. El partido de ida de los octavos de final ante el Fenerbahçe le permitió, tras un buen segundo tiempo, conseguir una renta que le permite mirar con optimismo su pase a los cuartos.La realidad siempre es tozuda y en la expedición saben que habrá que sufrir, como ya ocurrió ante el PSV.

Enfrente, un conjunto turco que mantiene el pulso al Galatasaray por conquistar su campeonato y que vive obsesionado con relanzar también su prestigio a nivel europeo. Entre su plantilla, un viejo conocido de Jorge Sampaoli: Enner Valencia. Todo un ídolo en su país, en el que ya se ha convertido en el máximo goleador de su selección, tratará de apear al hombre que apostó por él y lo hizo debutar en la élite allá por el año 2010 en la Copa Libertadores.

Pero antes de eso, y de brillar en el último Mundial, la situación del delantero era muy complicada. Proveniente de una familia muy humilde del norte del país, Enner pasó dificultades cuando estaba en la cantera del Emelec. "Antes de debutar la situación de Enner era muy difícil. Tenía 17 o 18 años y vivía en una residencia del club, donde la situación allí era deplorable: un cuarto muy pequeño de 3x3, dormían en el suelo. En esas condiciones a veces iban al entrenamiento sin comer. A veces nos encontrábamos esqueletos de Iguanas que usaban para alimentarse debido a la necesidad. A pesar de que tenía contrato, le debían tres meses de sueldo y él empezó a pensar en buscar su carta de libertad. Pero el amor que tuvo por Emelec y por el fútbol hizo que esperara un poco más. Gracias a Dios apareció Jorge Sampaoli", cuenta Humberto Pizarro a Relevo, entrenador del equipo juvenil durante la estancia de Sampaoli.

Y esa paciencia tuvo recompensa. El de Casilda llegaba a Ecuador procedente de Chile, donde había entrenado al O´Higgins. "Jorge siempre llevaba grupos de jugadores a los entrenamientos una hora antes para que los juveniles trabajaran lo que él quería y plasmarlo luego en el primer equipo. En ese momento jugaba como extremo. Sampaoli vio en él la habilidad, la velocidad, la potencia, la inteligencia y el buen remate de media distancia que tenía. Estas características fueron las que hicieron que el profe se fijara en él. Menos mal porque estuvimos a punto de perderlo como jugador", explica Humberto.

"Lo verdaderamente importante que hizo Jorge con Enner fue darle ese toque final al producto. El primer paso en el fútbol profesional es lo más importante. Hay muchos jugadores que en ese primer paso pueden sepultarse en su fracaso. Jorge lo hizo madurar, le dio confianza, no solo con el trato, sino dándole todas las garantías para que pudiera mejorar en la parte extrafutbolistica: alimentación y cuidado personal", apunta.

Lito León, periodista de Grupo Diálogo Deportivo (Radio Caravana) Alsportsec, ya cubría por aquel entonces a Emelec. "En su primer partido, Jorge viajaba a la capital. Lo puso todo a ganador como decimos por aquí. Perdió de manera abultada. Nosotros incluso comentábamos que era un despropósito haberlo traído al club. Era irresponsable su planteamiento. Pronto le tomó el pulso al club y como él comentó 'este jugador es el que me va a salvar los muebles'́. Por eso Enner le estará eternamente agradecido y por eso se produjo ese abrazo". Ahora se entiende ese fuerte abrazo en los prolegómenos del partido en la banda del Ramón Sánchez-Pizjuán.