Invasión de campo de los aficionados sevillistas tras la victoria ante la Roma

Tras el penalti marcado por Montiel para darle al club su séptima Europa League, decenas de hinchas saltaron al campo para festejar con los suyos.

Los hinchas del Sevilla saltando al terreno de juego. /REUTERS
Los hinchas del Sevilla saltando al terreno de juego. REUTERS
Marcos Durán

Marcos Durán

Al igual que el 18 de diciembre de 2022 en Lusail, Gonzalo Montiel fue el encargado de tirar el cuarto penalti de su equipo. No estaba vistiendo la albiceleste en este caso, estaba representando al Sevilla CF en la final de la Europa League ante la Roma en Budapest.

Tras fallar el disparo, el árbitro mandó a repetirlo debido a que Rui Patricio se adelantó. El exjugador de River volvió a agarrar la pelota y esta vez decidió tirarlo al mismo sitio que contra Francia, al lado derecho del portero. El portugués eligió el otro sitio y el sevillismo comenzó a festejar.

Entonces, los aficionados del club andaluz empezaron a saltar al terreno de juego. La ineficiente seguridad privada del Puskàs Arena no podía contener a la decena de aficionados que entraban al terreno de juego para abrazar a Rakitic, Ocampos, Lamela o a Bono.

Tras estos abrazos y los pedidos de camisetas que no llegaron (los jugadores querían mantener su recuerdo), los aficionados fueron volviendo a sus localidades, más gracias a los propios futbolistas que a los encargados de la seguridad.

Finalmente todo transcurrió sin incidentes, con los aficionados en la grada y los futbolistas del Sevilla recogiendo sus medallas de campeón y celebrando con sus familiares. El equipo de Mendilibar era el nuevo campeón de la Europa League.

Tensión durante el encuentro

Antes del inicio del encuentro sabíamos que el partido entre el Sevilla y la Roma sería muy tenso, tanto en el campo como en los banquillos. Mendilibiar y José Mourinho son dos entrenadores que siempre están de pie dando indicaciones a los suyos, pero, en el caso del portugués, sus escuderos (el entrenador de porteros y su segundo, Salvatore Foti ) son los s.

El equipo de Mourinho comenzó mejor el partido, ganando el centro del campo y no dejando progresar al Sevilla. En todo momento los sevillistas tenían un hombre romanista encima y no podían desarrollar su juego.

Pero había varios duelos individuales sobre el juego: Ocampos y Matic era uno de ellos, que terminó en amarilla para el jugador del equipo italiano por un codazo. Antony Taylor no quería que el partido se le fuese de las manos y pedía calma a todos los jugadores.

Otro de los duelos importantes era del marroquí En-Nesyri contra los tres centrales de la Roma, Ibáñez, Smalling y Mancini. El centrodelantero no podía hacer su juego, estando siempre en desventaja. Se le veía frustrado y su lucha con un tipo duro como Mancini se apreciaba en todo momento.

El marroquí, Ibáñez y Smalling luchan por un balón.  AFP
El marroquí, Ibáñez y Smalling luchan por un balón. AFP

En defensa, el Sevilla sufría las internadas de Dybala. El argentino mareó a todo el centro del campo hispalense y cada vez que había una patada sobre él, todos sus compañeros se echaban encima del colegiado inglés.

Otro inglés, Michael Oliver, tenía casi más trabajo en la banda que cuando arbitra un partido de Premier League. Tras el gol de Dybala, todos los jugadores del banquillo saltaron al campo para festejar, mientras que el portero suplente del Sevilla, Dmitrovic, fue amonestado por acercarse al área técnica de la Roma.

Leve incidente en la grada

En las gradas de ambas parcialidades también hubo pequeños momentos de tensión. Rakitic se quejó de que los italianos le tiraron algunos objetos cuando se preparaba para sacar un córner mientras que los sevillistas tiraron algún vaso lleno de líquido a Dybala tras el festejo del gol.