A Florentino Pérez le gusta Víctor Francos y quiere que lo sepas

Pocas veces, puede que ninguna, se había visto a Florentino Pérez en el nombramiento de un nuevo secretario de Estado para el Deporte en el CSD. Él comentaba que había asistido a una (quizá la de Pedro Antonio Martín Marín, en 1996), pero pocos se acordaban. Hoy sí, hoy estaba. En primera fila. Víctor Francos ha jurado su cargo en sustitución de José Manuel Francos, ante una audiencia de lujo. Es el cuarto desde que Gobierna el PSOE, tras María José Rienda (2018-2020), Irene Lozano (2020-2021) y el citado Franco (2021-2023).
Además del presidente del Real Madrid, también han acudido tanto su homólogo en el Atlético, Enrique Cerezo, como el presidente de LaLiga, Javier Tebas, incontables presidentes de Federaciones y anteriores presidentes del Consejo Superior de Deportes como Irene Lozano, María José Rienda o Miguel Cardenal.
De pie, todos, con un calor de justicia, capeando el (breve) discurso de aceptación del cargo de Francos y el (largo) discurso de agradecimiento del Ministro Miquel Iceta, que entre chascarrillos ha resumido a la perfección lo que suponía este nombramiento para él: "Nada de lo que he conseguido en el Gobierno hubiera sido posible sin Víctor. Le debo muchísimo".
Pero, volviendo al salseo institucional: no es sólo que Florentino Pérez estuviera, es que quiso dejarlo tan claro que estuvo esperando pacientemente a que Francos saliera, después del acto, para 'bendecir' al nuevo secretario de Estado y felicitarle delante de todo el mundo. Rodeados de cámaras. Otra situación que el máximo mandatario madridista suele evitar, siempre que puede. Pero hoy no.
Sin Alejandro Blanco ni Rubiales
El que no estaba era Alejandro Blanco, que excusó su ausencia por motivos personales. Tampoco Luis Rubiales, enfocado como está en la final de la Nations League en Holanda con la selección. En representación de la RFEF acudió su secretario general, Andreu Camps, y su director del área jurídica, Pedro González Segura.
No hubo saludo público entre Tebas y Florentino Pérez. Al menos no ante las cámaras. El presidente madridista esperaba a Víctor Francos y le mostró toda su simpatía. "Nada de lo que he conseguido en el Gobierno hubiera sido posible sin él", decía Iceta. Y es verdad. Al menos en lo que sacar adelante la Ley del Deporte se refiere.
A Francos le tocó lidiar con el Real Madrid (sobre todo) y su enorme influencia política por un lado (también, en menor medida, con el Barcelona y el Athletic). Y, por otro, con un amago de huelga del resto de los clubes profesionales de fútbol después.
Y sobrevivió. Sacó adelante la Ley con todas las partes "razonablemente insatisfechas", que es mucho más de lo que parecía posible. Ahora puede aprovechar su tiempo al frente del CSD (mucho o poco, ya veremos, que hay elecciones el 23 de julio y todo cambiará radicalmente si gana el PP), para darle un impulso al desarrollo normativo de la Ley del Deporte que él ayudó decisivamente a promulgar. Y que pueda empezar a usarse en toda su plenitud.
Muchos chascarillos, inevitables, con la posible brevedad en el cargo de Francos. Sabiendo lo que dicen las encuestas (sobre el avance del Partido Popular), pues era normal. Agosto es un mes prácticamente inhábil, pero es verdad que no sería raro que hubiera otro nombramiento en septiembre. Con o sin Florentino, ya veremos.
O quizá no ocurra... Hay dos escenarios: el primero es evidente, y es que ganase el PSOE (con sus socios de Gobierno) y se mantuviera Francos. Parece lógico por ser una de las personas más preparadas en el equipo de Iceta para este cargo. El otro es un poco más rocambolesco: que no hubiera posibilidad de formar Gobierno y se tuvieran que repetir las elecciones, prolongando (no pocos) meses este nombramiento, que quizá no sea tan fugaz como parece.