Ana Álvarez, directora de fútbol femenino, fue contundente con 'las 15' pero ahora está desaparecida
De la estructura de fútbol femenino de la RFEF, la directora es la única cabeza visible que no se ha pronunciado ni ha condenado públicamente lo ocurrido.

La directora de fútbol femenino de la RFEF ni está ni se la espera. Al menos, públicamente. Ana Álvarez aplaudió con fervor en la Asamblea en la que Rubiales pronunció aquel discurso demoledor pero ha sido la única cabeza visible de la estructura del fútbol femenino que no se ha pronunciado públicamente sobre lo ocurrido. Mandó comunicado el staff de la Selección femenina, lo hizo también Jorge Vilda, Rafa del Amo, presidente del Comité Nacional de fútbol femenino, inicialmente dimitió al terminar la Asamblea -aunque sigue en el cargo-, pero Álvarez está desaparecida.
Tras ganar el Mundial estuvo unos días de baja laboral. Justo en las jornadas en las que el departamento de Integridad, con Miguel García Caba al frente, elaboraba su informe sobre lo sucedido con Luis Rubiales durante la final del Mundial, y en concreto con Jenni Hermoso, a quien besó y presionó durante el viaje de vuelta en el avión, tal y como informó Relevo.
Según publicó OK Diario, Ana Álvarez es una de las personas que confirma que Jenni Hermoso aprobó el comunicado que la RFEF envió como suyo. También lo corroboraría Pablo García Cuervo, director de comunicación, y Patricia Pérez, jefa de prensa. Pero ni Álvarez ni García Cuervo, según fuentes federativas, declararon ante Integridad. Sólo consta la declaración de Patricia Pérez quien, según ha podido saber Relevo, se sintió presionada al hacerlo, pues fue ante sus superiores y en unas condiciones muy alejadas de lo que exigiría un departamento que debería ser intachable y velar por la rectitud. Y más ante un caso de tal magnitud.
Álvarez, quien fuera directora de marketing de la Federación, fue nombrada en enero de 2022 directora de Fútbol Femenino tras la salida de María Tato, quien se incorporó al Área Internacional. Un ejemplo más de que en la RFEF pocos salen, sino que se les recoloca. Le bastó para acceder al cargo haber sido futbolista en clubes como el Oroquieta Villaverde y el Torrejón, directora de marketing de la Liga Nacional de Fútbol Sala, y licenciada en periodismo. Nunca antes había sido tan rentable para algunos, como Jorge Vilda que dio el salto desde el Canillas, pasar por los clubes modestos de la Comunidad de Madrid, trampolín para ocupar cargos de máxima responsabilidad en la RFEF.
Meses después de llegar a la dirección de fútbol femenino, Álvarez se encontró con una situación delicada en la que muchas futbolistas, según reclamaron en su comunicado, querían "una apuesta decidida por un proyecto profesional en el que se cuiden todos los aspectos para sacar el mejor rendimiento a un grupo de jugadoras con las que consideramos que se pueden conseguir más y mejores objetivos". Parece, por el título Mundial conseguido, que no se equivocaban.
Ante su petición, Ana Álvarez fue contundente. "Estamos sorprendidos y no vamos a tolerar este tipo de presiones. Las escuchamos y atenderemos su demanda de no estar convocadas, pero esto pasa ya la barrera de lo deportivo". Conocedora, por su cargo, de lo que ocurría en la RFEF y que en estas semanas ha quedado más que evidente, la directora de fútbol femenino no se molestó en el asunto más allá de ratificar al entonces seleccionador: "Jorge Vilda es incuestionable, confiamos en el proyecto y en su trabajo día a día", dijo en su momento.
Tanto si no era conocedora de lo que ocurría, como si lo era y lo ignoró, lo cierto es que la dirección del fútbol femenino en una federación como la RFEF exige profesionalidad. Dejó solas a las jugadoras y cuestionó su demanda.
Sin embargo, ahora, aunque no públicamente, sí ha tomado las riendas a nivel interno de la mano de su presidente, Rafa del Amo. Ambos, navarros, han tratado de demostrar a las jugadoras que era necesario una transformación. En definitiva, les han dado la razón. Pero las jugadoras han sido contundentes. Quieren una reestructuración del organigrama de fútbol femenino. Es decir, no confían en Ana Álvarez ni en Rafa del Amo, a pesar de sus intentos de convencerlas de que, esta vez sí, estaban de su lado. Quizás ya es demasiado tarde y un mero intento de salvar su posición. Quién sabe.
Ana Álvarez y Rafa del Amo también se han mostrado próximos al presidente en funciones, Pedro Rocha, y que ahora dirige la Junta Gestora. A él le proponen nombres para la dirección deportiva, como Javier Lerga, procedente de la misma federación territorial de la que ambos proceden. Lerga fue entrenador del Peña Sport, de Osasuna Juvenil y Osasuna Promesas, y ahora asistente técnico en el staff de Jorge Vilda. Un intento más de continuar la línea clientelista al colocar en la RFEF a los amigos de las territoriales en cargos importantes como lo es el de director deportivo, sin haber tenido apenas vínculo con el fútbol femenino. Fueron también quienes decidieron que Montse Tomé sería la nueva seleccionadora, a pesar de haber sido la mano derecha de Jorge Vilda y con quien realizó aquellas reuniones individuales con las jugadoras cuando reclamaron por primera vez cambios.
Más allá de la dirección deportiva, algo determinante para las jugadoras que exigen una estructura idéntica que el masculino con dirección deportiva, coordinación de las categorías inferiores y seleccionador, cuando las futbolistas en el comunicado se refieren a la estructura del fútbol femenino, lo hacen también a Álvarez y del Amo. No puede haber al frente gente sin experiencia y que continúa a pesar de haberlas ninguneado en la mayor crisis de la historia del fútbol femenino español. Veremos si Pedro Rocha arriesga y tiene ese espíritu reformador o, como ellas han sospechado hasta ahora, se trata únicamente de un intento de lavado de cara.