FÚTBOL

Al fútbol se juega con la cabeza

En la semana en la que se ha celebrado el Día Mundial de la Salud Mental, analizamos con sus protagonistas la situación de la psicología en el fútbol.

Joao Félix durante un partido con el Atlético de Madrid. /GETTY IMAGES
Joao Félix durante un partido con el Atlético de Madrid. GETTY IMAGES
Lorena González

Lorena González

No nos sorprende ver a grandes porteros a los que se les cuela una detrás de otra sin explicación; defensas cometiendo errores de fútbol amateur; centrocampistas precipitándose, perdiendo el control; delanteros decaídos cuando se les niega el gol. Suplentes frustrados y titulares con sobrecarga de responsabilidad. Todos entrenan cada día las distintas situaciones del juego: balón parado, ejercicios de defensa/ataque, rondos, remates… ¿y la mente? ¿Dónde queda? ¿Cuánto dedican a entrenarla si el día de partido puede pesar aún más que las piernas?

Finaliza el partido y todos podemos prever las declaraciones de los jugadores y entrenadores cuando les toca hacer balance ante los medios. Que si falta de concentración, despistes que les han costado la derrota, nervios, exceso de confianza con el primer gol, ansiedad por marcar… Lo vimos en el último Barça- Inter de Milán. A los azulgranas les comía la ansiedad y el exceso de presión por seguir en Champions. Dudas y más dudas, casi sin tiempo para reponerse y disputar un Clásico.

A la misma hora, Joao Félix mostraba sus aspavientos sin cortarse, cuando Simeone prefería dar entrada a otros compañeros y él volver a quedarse sin minutos. Porque por muy profesionales que sean, los jugadores no dejan de ser seres humanos. A manejar la ansiedad, estrés, la depresión, el miedo, frustración, la concentración, motivación... ¿Quién les enseña?

¡Iniesta confesó lo que le ayudó la psicóloga Inma Puig cuando acudió a su consulta. Tenía las piernas paralizadas porque su cabeza había dejado de disfrutar y confiar en el fútbol. Pensó en dejarlo.

Buffon reconoció su depresión cuando se vio desbordado por la presión y la terapia psicológica le ayudó a mantenerse en el limbo casi 20 años más. Ronaldo Nazario acaba de reconocer que lleva dos años asistiendo al psicólogo.

Gianluigi Buffon en un partido con la selección italiana. EFE
Gianluigi Buffon en un partido con la selección italiana. EFE

Gareth Bale realizó terapia durante su peor etapa en el Real Madrid, cuando medios ingleses llegaron a hablar de acoso laboral por parte de algunos compañeros. Tchoumenise ha traído a España a su psicólogo de confianza.

El futbolista del Espanyol, Sergi Darder, confesó que sufría un problema mental desde hacía muchos años que le hizo pensar en abandonar: "Me afectaba mucho todo, a la mínima que fallaba un pase me hundía. Toqué fondo y me puse en manos de un psicólogo y un coach deportivo". Volvió a su mejor versión como futbolista y, sobre todo, a disfrutar de la vida.

"Toqué fondo y me puse en manos de un psicólogo y un coach deportivo. Me afectaba mucho todo"

Sergi Darder Futbolista del Espanyol

Cristiano Ronaldo no ha empezado la temporada de la mejor manera y él mismo publicaba una fotografía junto al psicólogo Jordan Peterson. Al poco anotó su gol 700, asumiendo su nuevo rol de suplente en el United.

Joao Félix ha sido noticia esta semana porque se ha puesto en manos de una psicóloga. Quizás es más preocupante que eso sea noticia en lugar de darse por hecho, cuando además estamos ante un futbolista muy joven que no consigue la estabilidad en el equipo y cuando todos los días le recuerdan que es el futbolista más caro de la historia del Atlético de Madrid.

Con Floro empezó todo

Benito Floro fue el primer entrenador en llevar un psicólogo al Real Madrid (1992) y cuenta su experiencia en Relevo: "En el Albacete tuve a Emilio Lamparero y me lo llevé al Real Madrid. Cuando se lo propuse a Mendoza me dijo que le parecía bien y que ya había cuatro jugadores a los que él había recomendado ya un psicólogo porque sufrían estrés. En el Albacete nunca dijeron nada en los medios, pero claro, en el Real Madrid todo se cuestiona, había más timidez entre los jugadores. Junto al psicólogo Emilio Cidad, se conseguía que no se despistaran. Él propuso algo muy interesante también. A través de un ejercicio muy gráfico, con círculos pintados en el suelo, los jugadores consiguieron ver que todos deben saber lo que hacen los compañeros, sin importar si eran atacantes o defensores".

Tenían mucha presión de la prensa, de la tribuna. Sobre todo por no jugar, y algunos por haber sido fichados por mucho dinero. Estar en boca de todos es algo que hay que dominar, ajustarlo bien en tu cerebro. Ellos sufrían el enfrentamiento entre García y de La Morena, cada uno quería la primicia del Real Madrid y se sentían presionados si se posicionaban, si hablaban con uno o con otro… Todos tenemos una psicología parda, pero el profesional tiene más posibilidades".

En una plantilla donde figuraban Hierro, Sanchís, Míchel, Zamorano, Luis Enrique, Butragueño, Zamorano, Esnáider… Benito Floro recuerda que lo más difícil fue lidiar con la situación de Prosinecki: "Su país estaba en guerra y tenía familia y amigos allí, debíamos tener mucho ojo con él. Era muy desagradable cuando le criticaban por su rendimiento. Es una excelente persona y demostró mucha fortaleza".

Benito Floro en su etapa como entrenador del Real Madrid.  ABC
Benito Floro en su etapa como entrenador del Real Madrid. ABC

 Ya estando en el Albacete, confirmó lo importante que era contar con un psicólogo: "Nuestro líder y goleador no estaba bien, y no había manera de que respondiera a lo que yo quería de él. Le pedí al psicólogo que me ayudara: "Se mueve por un cara a cara", me dijo. Quería que arrancara desde atrás de los defensas, moverse de un lado a otro buscando los huecos. Hicimos una apuesta. Le dije que en 15 minutos no habría hecho ningún movimiento. El psicólogo habló con él. Entró al campo y no paró de hacer movimientos, y cada vez que hacía uno me levantaba el dedo para ver si lo había visto. Pagué la cena".

Manejar una larga suplencia es de las situaciones más complejas para el entrenador y más frustrantes para el jugador: "El psicólogo también ayudaba mucho con los futbolistas que no jugaban. Yo tenía que serles muy sinceros, lo importante de un entrenador es ir de frente a sus jugadores. Teníamos a Esnáider muy jovencito y a veces ni lo convocaba. Le aconsejé que mejor se fuera. Al tiempo me dio las gracias y cuando se convirtió en entrenador, contrató rápidamente a un psicólogo en su staff".

Un proyecto pionero

Rocío Pomares, Responsable de Psicología de Alto Rendimiento en el FC Barcelona explica en Relevo el novedoso proyecto que están llevando a cabo: "Llegué la temporada pasada con la ilusión de implantar una metodología de entrenamiento psicológico, innovador y único en el mundo del deporte. Joan Laporta nos dio la oportunidad, quiso darle importancia al deportista-persona y crear un 'Método Barça', también en el aspecto psicológico. Previamente realizamos un estudio de los mejores jugadores que han pasado por el club, en todas las secciones. Sacamos un perfil de su carácter para establecer un estilo de carácter Barça, a partir de 33 parámetros que definen la personalidad de cada uno. Medimos los niveles de estabilidad emocional, la pasión por su deporte, su capacidad de aprendizaje y cómo lo aplican a la competición. También trabajamos su interacción con el grupo, su estilo de vida y su entorno. Lo hacemos desde la base, para que lo compartan los que asciendan desde las categorías inferiores y los que sean fichados. Estoy elaborando un programa de psicoformación que incluya la pirámide la completo, empezando por la directiva. Queremos mostrar un carácter 'agresivo' en la competición, pero manteniendo siempre el respeto por el rival y el fairplay".

"Joan Laporta quiere crear un 'Método Barça', también en el aspecto psicológico, que nos defina como club"

Rocío Pomares Responsable de psicología de Alto Rendimiento en el Barça

Pomares prefiere hablar de entrenamiento psicológico más que de terapia, y cree fundamental la implicación y coordinación de todas las áreas: "El psicólogo debe formar parte del staff, que sea una figura a la que se requiera, pero no cuando toque apagar un fuego. Es más una psicología preventiva. Antes el que asistía al psicólogo era el que iba al 'loquero' y ya no. Es verdad que todavía falta tiempo para que se normalice, que aún hay futbolistas que consideran que 'no les hace falta', aunque en un año ya hemos notado mucha mejoría. ¿Cómo hacerles ver que a todos nos puede ayudar? Lo intento en las primeras sesiones de una forma experiencial, cuando lo viven con ejercicios es ahí cuando sorprenden, porque se dan cuenta de que no se conocen a sí mismos. Si no conoces tu mente, ¿cómo la vas a gestionar? No es una terapia, es un entrenamiento".

Con el proyecto en marcha, las secciones de fútbol sala y baloncesto todavía no disponen de un psicólogo en el equipo: "Estamos para todo al final. Llama la atención que con lo relevante que resulta el entrenamiento mental en el fútbol, algunos me vienen a ver y me dicen que es la primera vez que visitan a un psicólogo".

"Por ley no podemos contar nada a nadie y firmamos un documento delante de ellos para que sepan que todo va a quedar ahí"

Rocio Pomares

Rocío Pomares y su equipo van ganándose la confianza de sus jugadores: "No les vamos a traicionar. Por ley no podemos contar nada a nadie, yo soy súper estricta con eso, de hecho, firmamos delante de ellos un documento para que sepan que todo va a quedar ahí. Sin el consentimiento del jugador, no podemos decirle absolutamente nada al entrenador, ni siquiera insinuar. Tan sólo puedo orientarle en base a lo que es observable, nada más. El año pasado había más reticencia para acudir al psicólogo, pero es una cuestión de confianza y se va consiguiendo con el tiempo".

Gestionar la derrota

El equipo de psicólogos del FC. Barcelona ha tenido trabajo de más esta semana. Tocaba gestionar una dura derrota en Champions a escasos 4 días de afrontar un Clásico: "Después de derrota, todo depende del tiempo que te dé el entrenador. Lo ideal es trabajar aprendiendo de la derrota. A veces ganamos porque los otros han jugado mal y no somos tan resultadistas como los medios, así que también hay que trabajar el aprendizaje en la victoria. Además, cuando ganas es más fácil despistarte y perder el foco de atención, te confías. La motivación en el jugador va de serie cuando llega un Clásico. Pero sí hay que controlar no ir pasado de revoluciones".

Saber manejar la máxima presión y exigencia es lo más complejo entre los futbolistas de clubes como el FC. Barcelona: "Están muy expuestos y gestionar el error es lo que más cuesta, porque son los primeros que no quieren defraudarle a la afición. Mucho más de lo que creemos. La gente no se da cuenta del sufrimiento y responsabilidad que hay detrás".

Diferencia de género

Todavía hay una diferencia de género a la hora de asistir a un psicólogo. A los hombres les cuesta más: "A los hombres se les ha educado más a que si no sabes gestionar las emociones, eres débil. Están más reprimidos. Sin embargo, en las mujeres hay más apertura. Les pones a disposición un psicólogo y vemos cómo en la sección de fútbol femenino, vienen a vernos veinte jugadoras con total normalidad. Iniesta o Morata han contado que acudieron a terapia cuando atravesaron una depresión. Mi sueño es que todos sean capaces de ver que la psicología es un estilo de vida. Se entrena el cuerpo y la mente", sentencia la psicóloga Rocío Pomares.

En AFE se creó el proyecto 'Mens Sana', que pone a disposición a sus afiliados y afiliadas a profesionales que les ayuden, tanto en plena vorágine de sus carreras, como en su retiro. Son muchos los jugadores que se han visto inmersos en una depresión al colgar las botas. Problemas económicos, familiares, adicciones… que incluso ha terminado en el peor de los desenlaces. El suicidio en el fútbol continúa siendo un tabú.

Andrés Paris, pedagogo y miembro de 'Mens Sana', cuenta en Relevo los casos que más se le repiten: "Me suelo encontrar con futbolistas que están atravesando un momento emocional que no saben gestionar, al que nunca se han enfrentado. Tienen más presión, vive suplencias largas, se preocupan por dónde van a el año siguiente si no juegan, etc. Y más si vienen de jugarlo todo. O futbolistas que no están rindiendo bien y se han creado ansiedad, más si han firmado un buen contrato y se sienten responsables".

"Cada vez tardan menos en buscar nuestra ayuda. Entre compañeros se lo recomiendan. Desde los Juegos de 2016, la salud mental y la gestión emocional en el deporte se ha puesto más en relieve. En el fútbol se ha tardado más porque todavía nuestra mala educación la puede asociar a síntoma de debilidad. Está habiendo un cambio de mentalidad, y aunque uno esté fuerte, va a un profesional", explica.

Andrés Iniesta en uno de sus últimos partidos con la selección española.  EFE
Andrés Iniesta en uno de sus últimos partidos con la selección española. EFE

Paris cree que su experiencia como futbolista le ayuda en su llegada a los jugadores: "El que venga del fútbol me da cierta ventaja, nos ahorra tiempo. Surge antes la empatía, que tú sientas lo que yo siento. Hay algunos a los que el psicólogo de club les da reparo, porque se siente evaluado por el entrenador, por si le dice que no está bien al míster y no lo pone. Se siente mejor con un profesional de fuera. Pasa lo mismo con sus preparadores físicos que tienen por su cuenta. La conciencia de los entrenadores jóvenes ya es otra, pero se sigue asociando psicología a problemas. Y eso a mal deportista. Ellos quieren que se les expliquen y enseñen las cosas. El futbolista necesita que se le dote de competencias mentales y emocionales para ser más competitivo. Si un futbolista es muy bueno, pero tiene muy mala cabeza, eso es que no es bueno".

La predisposición del jugador es clave: "Me costó especialmente tratar con un chaval con un bloqueo emocional de que no valía, que no iba a ser capaz de volver a ser el futbolista de antes. Cuando uno se cierra en banda, es difícil mejorarle. Lo importante es que vayan abiertos. Es un proceso, no es una pastilla que te den o te quiten, pueden ser dos sesiones, dos años. Sabemos cuándo empieza, pero no cuándo finaliza, pero cuando les explicas tres cosas, se acelera muy rápido. Cuando empiezan a entender".

La retirada, un punto y aparte

El retiro a menudo es el talón de Aquiles de los futbolistas y puede acabar en problemas de salud mental para muchos, si no tienen en cuenta que deben estar listos para ese momento: "A menudo no saben hacia dónde llevar su carrera ni lo que les gusta. Tienen poca formación, dudan de si están preparados para hacer otra tarea, lo viven con mucha incertidumbre si no han hecho una planificación. Poco a poco la van haciendo más, el retiro cada vez es más tarde y ya a esa edad son más conscientes de que tienen que hacer algo que no sea el fútbol. Hay otros que no quieren saber nada de fútbol, que no quieren ni jugar una pachanga. Sienten que el fútbol les ha robado media vida y quizás no lo han pasado tan bien, no todo el mundo disfruta de su trabajo".

"Hay jugadores que sienten que el fútbol les ha robado media vida. No todo el mundo disfruta de su trabajo"

Rocío Pomares

"El fútbol moderno demanda futbolistas emocionalmente inteligentes. El fútbol es emoción tras emoción, lleno de estímulos. Ahora hay un componente de que todo se ve, todo está grabado, radiado… están más expuestos, los partidos los ven millones de personas", sentencia.

El Dr. Ricardo de La Vega, profesor titular de la Universidad Autónoma de Madrid y de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol, además de psicólogo en varios clubes, entre otras funciones, coincide en Relevo con el buen devenir de la psicología en el fútbol: "Llevo desde 2002 ejerciendo. Ya somos recibidos como una parcela más. Se ha mejorado en la formación de los técnicos, en los cursos de entrenador ya hay dos asignaturas vinculadas a la psicología".

La psicología deportiva no se libra del intrusismo profesional y del 'boom' de los coach: "Hemos estado lentos dándonos reconocimiento en la gestión de equipos, y eso ha hecho ha emergido un montón de cursos de coaching donde cualquier persona con un curso rápido de fin de semana, ejerza. Es un riesgo porque no hay nada en el coaching que no sea psicología. En toda profesión la formación reglada por un ministerio siempre es mejor. Cuando tienen un problema clínico, lo derivan, pero ¿cómo lo detectan? Son sintomatologías que el que no tiene la capacidad, no puede detectar. Eso me genera estupefacción".

"La personalidad no la cambiamos, pero sí las estrategias conductuales y cognitivas"

Ricardo de la Vega Responsable del área psicológica del Rayo

 De la Vega recuerda su etapa en el Deportivo de la Coruña, con Seedorf de entrenador: "Descendimos, pero se mejoró mucho, y en el Levante también. La situación varía en todos los jugadores y de desde qué punto partimos, si vamos a un Mundial, a unos Juegos… Se establece una radiografía de partida. Siempre se debe coordinar con el resto de profesionales, es decir, con el preparador físico, entrenador, etc. Deben aprender a pensar, somos lo que pensamos. Cómo evidenciamos nuestras emociones, cómo regulamos nuestro organismo y lo que hacemos. Si a un futbolista le expulsan de forma reiterada, la respuesta emocional es de impulsivo. La personalidad no la cambiamos, pero sí las estrategias conductuales y cognitivas. Por ejemplo, le damos técnicas de control".

Simone Biles en los Juegos de Tokio, antes de retirarse de la competición. GETTY IMAGES
Simone Biles en los Juegos de Tokio, antes de retirarse de la competición. GETTY IMAGES

Alejo García-Naveira, Coordinador de la Sección Psicología del Deporte Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, cuenta con amplia experiencia en clubes, como el Atlético de Madrid: "Ansiedad, estrés y depresión, posiblemente sean los problemas más habituales. Podemos decir que en torno a un 30% de los deportistas padecen o son vulnerables a estas cuestiones. La sociedad y el contexto deportivo cada vez son más sensible a estas cuestiones. En los últimos tiempos, han sido públicos diferentes deportistas contando sus problemas de salud mental y la necesidad de mejorar mentalmente para competir: Simone Biles, Andrés Iniesta, Michael Phelps, Naomi Osaka, Ricky Rubio, etc., dando voz a una realidad silenciosa. Somos personas, no máquinas, sentimos y padecemos", explica en Relevo.

"El 80% de los equipos de Primera División tienen psicólogo/a del deporte en el fútbol base y solo el 20% en el primer equipo. Cuestión que se va avanzando y mejorando. Creo que las federaciones tendrían que establecer como obligatorio la presencia de los profesionales de la Psicología dentro de los clubes. Al igual que entrenas la parcela técnico-táctica y física, se requiere preparar la mente. Aunque ejecutes con los pies, se juega con la cabeza", continúa.

Advierte que un sólo psicólogo para todo un equipo de 23 jugadores, con su respectivo cuerpo técnico, es muy escaso: "¿Cuántos fisioterapeutas hay por equipo? A cada persona hay que atenderla y dedicarle un tiempo, sesiones de una hora semanal o quincenal. Se requieren más psicólogos/as en el deporte".

Faltan psicólogos en el fútbol. Falta despojarnos de la idea de que mostrar emociones y problemas, es síntoma de debilidad. De que los futbolistas deben soportar todo porque va incluido en el sueldo. Queda por asimilar que pedir ayuda es de valientes. Pero sobre todo, falta conciencia y sobran prejuicios.