El fútbol marroquí en shock: "Me asusté cuando mi hija me dijo desde Marrakech: 'Esto es un desastre"
Hassan Fadil, técnico de Wydad de Fez, cuenta en Relevo el drama que está viviendo Marruecos por el terremoto.

"Mis amigos del Kawkab Marrakech me dicen que no saben cómo han aguantado muchos edificios en pie", cuenta al otro lado del teléfono Hassan Fadil, entrenador del Wydad de Fez y que jugó en España, tres temporadas en el Mallorca (1985-1988) y una más en el Málaga (1988-89), con el mítico Juanito.
Marruecos entera se encuentra en estado de shock tras el terremoto que sacudió al país en la noche del viernes. Como otras tantas actividades cotidianas de la sociedad marroquí, su fútbol ha pasado a un segundo plano. El Marruecos-Liberia, correspondiente a la última jornada de clasificación para la Copa África 2024, que se iba a jugar en Agadir (a 500 kilómetros del epicentro, en la parte sur del país y en la costa atlántica) fue suspendido. También el Marruecos-Brasil, de categoría Sub-23 que se iba a celebrar en Fez. Así como todos los partidos de la Botola 2, la Segunda División de Marruecos.

Su equipo debía jugar este martes ante el Raja Beni Mellal, otro de los equipos en los Fadil militó en Marruecos durante su juventud, así como en el Kawkab Marrakech. La Segunda marroquí se ha sido cancelado sine díe. "Recibimos un comunicado, el sábado por la mañana, de la Federación de Marruecos de Fútbol y del Ministerio diciéndonos que se suspendían todas las competiciones deportivas hasta nueva orden. Nosotros en Fez sentimos el temblor bastante, pero en realidad no nos dimos cuenta de la gravedad hasta el día siguiente. Mi hija, que vive en Marrakech, me dijo: "Papá, esto es un desastre", relata Fadil.
Los futbolistas del Wydad Fez, como tantos otros equipos, han donado sangre para contribuir con la campaña nacional que ha lanzado el país vecino. "Agradecemos al Rey que haya dado órdenes para que todos nosotros colaboremos y haya puesto rápidamente la ayuda militar. Damos las gracias también a otros países por la solidaridad que están mostrando, así como a la Selección Española de fútbol, que guardó un minuto de silencio antes de su entrenamiento", explica el técnico del Wydad Fez.
El impacto del seísmo ha sido brutal, porque se ha visto afectada una ciudad tan turística como Marrakech, patrimonio de la Unesco. Aunque el propio Hassan Fadil reconoce que la situación es desoladora en los pueblos de montaña alrededor de la zona del Alto atlas. "Mi hija, que tiene 26 años, salió corriendo de casa con su suegra, de 82, pero le costó más de 30 segundos dar con el pomo de la puerta porque en todo ese tiempo la puerta, el marco y todo a su alrededor se movía tanto como en las películas. Ellas viven en una finca de la ciudad y pasaron la noche fuera, en el coche, una vez que pudieron salir de su casa", narra Fadil.

Balance devastador
Al menos 2.122 personas han muerto y 2.421 han resultado heridas como consecuencia del seísmo que sacudió en la noche del viernes al sábado la región del Alto Atlas, cerca de Marrakech, según el último balance oficial ofrecido por el Ministerio del Interior este domingo a las 16:00 horas. El terremoto, de magnitud 7, se produjo a las 23:11 hora local (00.11 GMT del sábado), a 8 kilómetros de profundidad y a unos 80 kilómetros de Marrakech, en el pueblo de Ighil, una zona montañosa del Alto Atlas, con pequeños pueblos agrícolas.
Según los datos ofrecidos por este instituto dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Gobierno español, localidades del sur de la Península Ibérica y Canarias han notificado haber sentido este movimiento de tierra, como Lepe (Huelva), Antequera (Málaga), Córdoba, Melilla. El terremoto también se notó en puntos de Gran Canaria y Tenerife. Según el Instituto Nacional de Geofísica de Marruecos, el terremoto, con una magnitud de 7 en la escala de Richter, ha sido el más violento en ese país en un siglo.