Sam Kerr, acusada de acoso con agravantes raciales por insultar a un policía
La delantera australiana del Chelsea se dirigió al agente como "jodidamente estúpido y blanco".

La delantera australiana del Chelsea, Sam Kerr, fue a juicio ayer acusada de acosos con agravantes raciales tras insultar a un policía al grito de "estúpido y blanco". La capitana de la selección australiana se declaró inocente de los hechos.
Todo sucedió cuando la máxima goleadora de la historia de Australia y su pareja se encontraban de fiesta por la noche en Clapham. Al volver a casa en taxi, una de ellas vomitó y el conductor les pidió que pagaran el coste de la limpieza, pero se negaron. El taxista llamó a la policía y, en lugar de dejarlas en casa, acudió a la comisaría con ellas en el coche.
En el trayecto rompieron la ventanilla trasera del taxi y dos policías vieron la situación. La futbolista salió por la ventana rota y se acercó a los policías para decirles que creían que las estaban secuestrando antes de dirigirse a ellos al grito de: "Sois estúpidos y blancos, sois jodidamente estúpidos y blancos".
El policía calificó a Kerr de abusiva y las invitó a pagar los daños que habían proferido en el taxi; sin embargo, Kerr afirmó repetidamente que habían sido retenidas contra su voluntad e invitó a la policía a escuchar las grabaciones de una supuesta llamada, que parece que nunca se produjo. "Esto es un puto asunto racial. Le estás creyendo al tipo de delante por 50 libras. Escuchad la puta grabación, este estúpido no nos dejaba ir", declaró Kerr.
La delantera del Chelsea fue detenida por desorden público con agravante racial y daños criminales, cargo que fue retirado cuando pagaron los daños del taxi. Ahora se ha declarado inocente de los hechos que se le imputan a la espera de que el juicio continúe.