Iker Bravo se aleja del Real Madrid

El futuro inmediato de Iker Bravo (19 años) no pasa por el Real Madrid. Las opciones de que el club ejerza la cláusula de compra que aparece en su contrato (de entre ocho y 10 millones de euros) se reducen día tras día y todo apunta a que regresará al Bayer Leverkusen, el club que posee sus derechos hasta 2027. Su historia de blanco prometía cuando la entidad consiguió su fichaje en 2022, pero no ha terminado de cuajar, por lo que, salvo giro radical de los acontecimientos, se acabará este verano.

El delantero es el primero que ve con pesimismo la posibilidad de cumplir su sueño de triunfar en el Real Madrid. Lo ha intentado, incluso al solicitar bajar al Juvenil A para sumar minutos con regularidad y recuperar su mejor estado de forma, pero no ha sido posible completar del todo el proceso. Por ello, su entorno ya trabaja en buscarle un nuevo destino... que no quieren que sea el Leverkusen. Iker también prefiere no volver al club que le fichó desde el Barcelona en 2021 y explora opciones en España, Italia, Alemania o Portugal.

El Madrid sabe que el Bayer se abriría a negociar su traspaso por un precio menor al estipulado, pero no consideran que el jugador haya demostrado el nivel necesario como para luchar por su fichaje. Valoran mucho el trabajo realizado, sus ganas de triunfar y hasta de adaptarse a partir como extremo izquierdo últimamente a las órdenes de Arbeloa, pero los méritos conseguidos hasta la fecha no resultan suficientes.

Todo se torció para Iker al comienzo de esta temporada. Después de que el curso pasado su participación en el Castilla fuese de más a menos, en verano perdió la confianza de Raúl, que dejó de contar con él en los primeros partidos de la 2023-24. Fue convocado contra el Melilla en la primera jornada de Primera Federación y, desde entonces, desapareció para el técnico. Después de varios encuentros sin convocar, acabó por participar con el Juvenil. La relación con el entrenador del Castilla lleva meses rota y ni siquiera sube a entrenarse con el filial.

Arbeloa lo convenció y él decidió dar un paso atrás para recuperar sensaciones. Tras unas primeras semanas muy complicadas, consiguió establecerse como titular. Con el de Salamanca ha establecido una estrecha relación. A pesar de remontar el vuelo y marcar 15 goles en División de Honor y tres en la Youth League, no ha terminado de persuadir a los altos cargos del Madrid, que apostaron por su llegada hace ahora casi dos años.

Su temporada se puede acabar en tres semanas, las que quedan para que el Juvenil de Arbeloa dispute la última jornada de División de Honor. Esperan un tropiezo del Betis en el Grupo IV que les permita acceder a la Copa de Campeones, pero con escepticismo. Si no, seguirán los entrenamientos pero sin competición de por medio. Es entonces cuando terminará de decidirse el futuro de un Iker Bravo que se aleja de Valdebebas... mientras otros le acechan.