La guerra abierta contra la Fiscalía de las defensas del 'Caso Rubiales': apuntan a un movimiento político y una campaña mediática
Los letrados de los acusados deslizaron una conspiración política y mediática para tumbar a la cúpula federativa.

Las últimas sesiones del juicio por el 'Caso Rubiales' dejaron entrever un cruce de recriminaciones entre el ministerio Fiscal, que el pasado miércoles abordó en un discurso excepcional sus conclusiones finales, y las defensas. Estas últimas, con Olga Tubau al frente, deslizaron la existencia de una campaña política y mediática contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la estructura que lo protegió durante sus cinco años de mandato.
Marta Durántez, la Teniente Fiscal de la Audiencia Nacional, compartió una reflexión con la sala sobre el trato y cuestionamiento permanente que sufren las mujeres víctimas de violencia sexual en cualquiera de sus formas. "Mi obligación es que se aplique la ley y creo firmemente en lo que estoy acusando, pero me veo obligada a revictimizar una y otra vez a la que ya ha sido víctima", explicó. "Lo tuve que hacer en fase de diligencias previas, durante la instrucción y en la vista oral. Le he tenido que preguntar por qué se reía, por qué bebía champán, por qué celebraba...", decía. Momento en el que dio un golpe sobre la mesa con el alegato más categórico de todas sus conclusiones: "¿Hasta cuando vamos a estar exigiendo a la víctima de una agresión sexual un comportamiento heroico? ¿No tenía derecho a celebrar un titulo deportivo de tal entidad como el campeonato del Mundo?", preguntó.
El turno de Olga Tubau, la abogada penalista que representa a Luis Rubiales, llegó el pasado jueves. Al defender su informe de conclusiones finales, la letrada catalana mutó el tono moderado que había mantenido durante toda la vista y mostró su lado más duro advirtiendo al juez, cargando contra las acusaciones y señalando a Jenni Hermoso de forma directa y sin precedentes. Su actitud se convirtió en el comportamiento habitual que los que le conocen asignarían a su cliente que a la Tubau que lloró, invadida por la emoción, cuando consiguió la absolución del mayor de los Mossos D'Esquadra, Josep Lluis Trapero allá por 2020.
En una revelación más de la complicidad que tiene con Luis Rubiales y que se pudo comprobar en los recesos de la vista, Tubau cuestionó el comportamiento de la futbolista desde que recibiera el beso durante la entrega de medallas en la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda: "Ella manifiesta una sorpresa, está extrañada, esperando ver la reacción de sus compañeras. Quien ha sufrido una agresión sexual no está extrañada ni sorprendida, está indignada, sufre dolor moral. Está o furiosa o abatida", atacó.
La estrategia de las defensas: la conspiración política
Tubau fue más allá, alzando su discurso al terreno político. Deslizó que la jugadora cambió su versión por el impacto mediático tras lo sucedido: "Había tuits ya de miembros del Gobierno que tachaban a Rubiales de agresor sexual". "El #YoSíTeCreo", avanzó, "si hay un espacio al que no puede llevarse es a los tribunales", espetó. "No puede haber delitos creídos, sino delitos probados", zanjó.
En la línea de Tubau compartieron sus conclusiones los abogados de Jorge Vilda, Albert Luque y Rubén Rivera. Ante una posible condena, plantearon una serie de tesis que señalaban un movimiento político, además de cargar contra la presión mediática que, según ellos, soportaron sus clientes. "Hay un relato que describe la RFEF como una mafia y todos ellos están coordinados para coaccionar a Jennifer Hermoso. Esto hace que las acusaciones pierdan credibilidad. Han conseguido que vengan a declarar dos seleccionadores, directivos de la RFEF que, casualmente, mientras se producía su declaración y luego se filtraba a la prensa, perdían su puesto de trabajo. También desfilaron una serie de empleados de la RFEF más un buen cúmulo de acusados que eran caza mayor", añadió Joaquín Jiménez, letrado de Rubén Rivera. En un intento de descargar la presión sobre el ministerio público, aseveró "Me ha parecido un disparate. Vi aterrados a testigos contestar a la Fiscal con miedo. Ahí entendí lo que pasa. Las acusaciones se juegan mucho".
El abogado de Jorge Vilda, Luis Jornada de Pozas, apuntó que habían tratado de "vestir al muñeco". Habló de un relato "bastante interesante [...] para construir una teoría que describe la RFEF como una mafia, un grupo criminal perfectamente organizado [...] para construir unas coacciones a Jenni Hermoso".
Las cuatro defensas de los acusados siguieron una misma estrategia deslizando una campaña política, liderada por el ministerio Fiscal. Sin embargo, lo único probado a nivel político es que en aquel avión que traía de vuelta a las campeonas del Mundo a Madrid viajaban tres representantes de partidos diferentes que, según Rafa del Amo, vieron con buenos ojos lo que se tramaba desde la cúpula federativa. Al menos, ni Víctor Francos —por entonces Secretario de Estado para el Deporte (CSD)—, ni Borja Sémper —vicesecretario Cultura y Sociedad Abierta del Partido Popular y diputado del Congreso— ni Vicente Barrera —vicepresidente primero y consejero de Cultura y Deportes de la Generalitat valenciana por VOX—, denunciaron públicamente lo ocurrido. Tampoco fue el Gobierno quien inhabilitó provisionalmente a Luis Rubiales como presidente del fútbol español, sino que fue FIFA quien movió ficha.
«La cobertura mediática de esta causa ha sido demencial»
Además de señalar una conspiración política en su contra, la letrada de Luis Rubiales también tuvo ocasión de señalar una campaña mediática para tumbar al expresidente de la RFEF. Fue en el momento en el que tomó conciencia de la escasa solemnidad y formalidad de la única prueba pericial presentada para tratar de convencer al juez sobre la intención de Luis Rubiales de pedir permiso a Jenni Hermoso para besarla. Tubau sacó su tono más beligerante: "La cobertura mediática de esta causa ha sido demencial", expresó.
Aunque no quiso hacer referencia expresa a la noticia publicada por este medio sobre las mentiras de la perito ante el magistrado en la sala, "no voy a perder ni un minuto", llegó a decir, quiso aclarar que se trataba de la secretaria de la asociación y no del presidente, aunque en esta ocasión volvió a incurrir, tal y como desveló Relevo, en una incorrección. Con tan sólo visitar la web de la Asociación ASOGRA se puede comprobar que el presidente es el perito experto en lectura labial, David Morillo, mientras que la Secretaria General es Marta Hidalgo. El cargo de Laura Murillo es el de secretaria de presidencia, es decir, de la persona que tenía al lado cuando hicieron creer al juez que su servicio de interpretación era "neutral" y había sido contratada por una empresa externa.
Aunque la sentencia por parte del magistrado José Manuel Clemente Fernández-Prieto, titular del Juzgado Central de lo Penal Único de la Audiencia Nacional desde 2019, no tiene fecha marcada en el calendario, se espera que en las dos próximas semanas uno de los juicios más mediáticos de la historia del deporte español tenga su veredicto final. Toca esperar.