El horror de Palestina, en las voces de sus futbolistas: "Han matado a 13 familiares de mi mejor amigo..."
Relevo habla con jugadores que se encuentran en suelo palestino y aseguran que algunos compañeros han sido asesinados en las últimas horas.

Mientras las fuerzas israelíes siguen prohibiendo la entrada de periodistas extranjeros al interior de Palestina, cada vez es más complicado obtener testimonios e información desde Gaza y Cisjordania. Además, el corte de electricidad impide que la población pueda tener acceso a internet, poder cargar sus baterías para contar lo que están viviendo o informar a sus familiares de cómo se encuentran. Relevo ha podido hablar con algunos futbolistas que se encuentran en Palestina para contar en primera persona cómo están siendo los ataques de Israel, aunque algunos prefieren mantener el anonimato por miedo a represalias.
Hablamos con Mohammed Rashid, futbolista palestino que actualmente se encuentra junto a su mujer en Indonesia, donde juega. El resto de su familia está en Ramallah: "Están a salvo, aunque tengo amigos en Gaza. A mi mejor amigo, Noor, hace 48 horas que no le escucho porque no tienen electricidad. Espero que esté bien, pero a trece miembros de su familia los han matado".
"Ahora es imposible que puedan salir de allí porque Israel ni siquiera permite que la ayuda llegue a Gaza a través de la frontera. Han cortado la electricidad, el agua, el gas y la comida a la gente. Están bombardeando ambulancias, los hospitales no pueden operar porque sin electricidad ni gas, no pueden operar. Es un desastre médico", dice.
"Por ahora no tengo a compañeros de la selección actual en Palestina, pero de anteriores sí. Están todavía en Gaza, pero están bien, aunque sus vecindarios han sido bombardeados y ahora están sin hogar. Muchos están durmiendo en escuelas o en otros lugares abiertos", nos sigue explicando.
Preguntado por el apoyo de Palestina a las fuerzas de Hamas, responde tajante: "Palestina apoya a los combatientes de la resistencia que luchan por nuestra libertad, no nos importa el gobierno de Hamas, nos importan los combatientes, que están bajo lo que se llama Hamas, pero no hacen cosas del gobierno, sólo luchan contra el ejército israelí. ¡No son terroristas! ¡Son nuestro orgullo! Te pongo un ejemplo para que lo entiendas. Imagínate que te encierro en una habitación y antes de meterte allí, me llevo a tus hijos y a tus padres… Y te encierro durante tres meses, te doy una cantidad mínima de agua y comida para que simplemente sobrevivas. Después de esos meses, te saco de allí y te digo que he matado a tus familiares, ¿qué harías?", nos cuestiona.
"Les apoyamos porque no mataron a mujeres ni a bebés ni a muertos. Mataron a soldados y eso es algo normal en la guerra. No los mataron, los tomaron como rehenes", comenta sobre los ataques del pasado sábado en Israel.
"No apoyo el asesinato de civiles inocentes, ya sean palestinos o judíos. Nunca lo apoyaré, no importa tampoco la raza o religión. Todos somos humanos, y quien mata a un inocente no merece vivir", sentencia.
“Tenemos ansiedad y miedo”
Ali Mohammed Rabaei es un joven futbolista, internacional con la selección palestina y con el equipo nacional olímpico. Estudia derecho y vive en Hebrón, al sur de Palestina. Allí milita en el club Ahly Al-Khalil y estudia para ser abogado. Desde hace días que no se separa del teléfono ni del televisor: "Estamos en casa viendo las noticias constantemente. No podemos entrenar ni practicar ningún deporte. Actualmente donde estoy no hay bombardeos, pero hay redadas constantes en tierras y en casas, y arrestos de muchas personas. Hay disparos contra jóvenes indefensos, niños y mujeres, y se apoderan de propiedades privadas. Me intento proteger, pero tenemos una ansiedad muy grande y mucho miedo".
Nos cuentan que durante la madrugada mataron en Gaza al futbolista Mahmoud Al Refei, y que hace un par de días los ataques aéreos de Israel se cobraban la vida de Rahed Dabour, jugador del club gazatí Al Ahli Bet Hanoun Club.
No son los únicos futbolistas asesinados en los últimos tiempos por las fuerzas israelíes. Hace menos de un año, en diciembre de 2022, se instó a la FIFA a que ayudara a esclarecer el asesinato de la joven promesa del fútbol palestino, Ahmed Atef Daraghmeh, del club Tulkarem de Cisjordania. Ocurrió en Nablus e Israel lo definió como terrorista perteneciente a banda armada.
Mohammed Rekawey, otro futbolista de la liga de Gaza, ha podido sobrevivir a un bombardeo y se encuentra herido, como se ha podido inmortalizar en una imagen en redes sociales en la que se le puede ver saliendo por su propio pie de los escombros de su casa, ayudado por dos hombres y enfundado con un pantalón corto de fútbol.
La ilusión del Mundial se jugará en Argelia
Además de haber quedada suspendida la liga de fútbol palestina, en lo deportivo preocupan los partidos de clasificación para el próximo Mundial. Deben afrontar el choque ante Australia el próximo 25 de noviembre en casa, pero hace días que saben que eso no será posible. Por ello, la federación argelina ha anunciado que, tras la aprobación de las autoridades del país y la petición del presidente de la Federación Palestina de Fútbol, Jibril Rajopub, albergará todos los partidos oficiales y amistosos de la selección palestina para las eliminatorias del Mundial 2026 y la Copa continental de 2027. Además, los argelinos han anunciado que cubrirán todos los costes relacionados con estos encuentros, teniendo en cuenta también que los viajes de algunos futbolistas son muy complejos porque a Palestina tendrían que entrar vía Israel.
La duda con respecto a esos partidos es saber cómo lo afrontarán los jugadores palestinos, ya que esta semana tampoco pudieron disputar el torneo celebrado en Malasia, que servía de preparación, no hay, evidentemente, fecha para el retorno de la liga local y no pueden entrenar ni realizar actividad deportiva. Deben permanecer en sus casas, y sólo algunos de los que viven más alejados de Gaza acuden en algún momento al gimnasio. Otros, prefieren no hacerlo y quedarse protegidos junto a sus familias. Sin embargo, a falta de un estado óptimo tanto física como mentalmente, los internacionales palestinos creen que su fuerza e ilusión es más grande que nunca, y confían en que eso pueda suplir todas las carencias. No pierden la esperanza de poder estar en la próxima cita mundialista, aunque se dispute gran parte en EEUU.