Iker Bravo, agredido con un cabezazo tras el partido del Real Madrid en Majadahonda
Un individuo golpeó al delantero catalán cuando se dirigía hacia el autobús. Afortunadamente, no sufrió ninguna herida de consideración.

La victoria del Juvenil A del Real Madrid ante el Rayo Majadahonda (2-4) este domingo se vio empañada por un lamentable incidente que tuvo lugar al término del partido, cuando los futbolistas de Arbeloa caminaban hacia el autobús que les transportó de vuelta a Valdebebas: Iker Bravo, delantero blanco, fue víctima de un cabezazo por parte de un individuo.
A lo largo de los 90 minutos, el futbolista recibió varios improperios desde la grada que se repitieron después de pasar por la ducha. Un grupo de jóvenes aficionados le esperó a la salida del campo de La Oliva y volvió a increparle con términos como "payaso". Bravo les miró mientras saludaba a un conocido y, en un momento dado, uno de ellos se acercó al jugador y le propinó un golpe que, afortunadamente, no revistió ninguna herida de consideración.
Personal del Real Madrid intervino de inmediato para detener el lance y llevarse al catalán al autobús. El club denuncia que los ataques verbales hacia su jugador son habituales en la mayoría de los campos que visita el Juvenil. El canterano del Barça, que llegó el verano pasado a Valdebebas en calidad de cedido por el Bayer Leverkusen, juega esta temporada en el Juvenil A, después de haberlo hecho la campaña anterior con el Castilla de Raúl.
En División de Honor ha vuelto a recuperar la confianza y, de hecho, completó una buena actuación en Majadahonda pese a no ver portería. Desde su entorno esperan que este episodio se quede en una desgraciada anécdota y que el ariete siga peleando por dar su mejor versión a las órdenes de Arbeloa, con la cita ante el Adarve del próximo sábado ya entre ceja y ceja antes del regreso de la Youth League.
En Majadahonda, un doblete de Hugo de Llanos y los tantos de Mesonero y Paulo Iago decidieron el triunfo y alargaron a nueve la racha de triunfos consecutivos en Liga. El Rayo, cuarto clasificado, se presentaba como un hueso duro.