ESCOCIA 2 - ESPAÑA 0

La increíble historia de McTominay, el verdugo de España

El autor de los dos goles de Escocia ante los de De la Fuente fue uno de los protegidos de Mourinho en su paso por el Manchester United.

McTominay durante el partido frente a España. /EFE
McTominay durante el partido frente a España. EFE
Marcos Durán

Marcos Durán

Scott McTominay ha sido la gran estrella de la noche en la victoria de su selección en Hampdem Park ante la Selección española de fútbol. El futbolista de 26 años del Manchester United es la punta de lanza de Escocia, como se ha comprobado, pero para llegar donde está ahora tuvo que sufrir mucho, sobre todo físicamente.

Cuando era adolescente, McTominay sufrió algo que le ocurre a muchos jóvenes de su edad: crecimiento repentino. En pocos meses, pasó de medir 1,67 a superar el 1,90. Su cuerpo se transformó en menos de un año y su evolución como jugador de fútbol, en la cantera del Manchester United, se vio frenada en seco. Ante ese problema, el futbolista encontró soluciones.

McTominay jugaba de mediapunta o incluso de delantero, con un perfil más técnico, pero el físico detuvo su carrera durante casi un año por problemas en los huesos. Tuvo que reconvertirse, retrasó más su posición y ensanchó el cuerpo.

El protegido de Mourinho

McTominay era un chico más de la cantera del Manchester United, sin casi protagonismo en el primer equipo, cuando ocurrió un hecho totalmente fuera de contexto: una pelea en un derbi de Mánchester que terminó dándole la titularidad.

Como cuenta Álvaro de Grado en su libro 'Away days', un 10 de diciembre de 2017 los dos equipos se enfrentaban en Old Trafford y el City ganó con goles de Otamendi y Silva. Al término del encuentro, en el túnel de vestuarios, hubo una trifulca que terminó con una brecha en la cabeza de Arteta y una batalla campal entre ambos equipos.

En esa pelea hubo un jugador que se peleó con todos, defendiendo a su equipo pero sobre todo a su entrenador. Ese chaval era McTominay, que no había jugado ningún minuto en el derby, pero que tras esa pelea, empezó a entrar en los planes del portugués.

Tres días más tarde, titularidad contra el West Brom (la segunda de su carrera). Ese fue un mensaje de Mourinho para el vestuario, avisando de que solo el que estuviera de su lado iba a ser titular. Dos meses más tarde, en febrero, Mourinho sentó a un tal Paul Pogba para volver a poner al escocés. En todas las ruedas de prensa, el entrenador alababa al canterano, que se convertía en su protegido.

A final de temporada, le entregó de manera metafórica el premio a "Mejor jugador del entrenador del año" y dijo unas palabras: "El sueño de cada niño que llega al club es jugar con el primer equipo, el siguiente sueño es jugar partidos importantes de la Champions y después llegar a la selección".

Bueno, todo eso se ha cumplido. El escocés ha jugado 202 partidos con el club de sus amores y 38 con la selección. Los dos goles frente a España son el gran premio a su perseverancia y el esfuerzo realizado tras los problemas que vivió de joven.