Los indicios que quedaron en Sevilla del entrenador en el que se convertiría Enzo Maresca: "¡Lo veía todo!"
Varios excompañeros del entrenador del Leicester, que ha conseguido el ascenso a la Premier y está en las cábalas del próximo Sevilla, hablan a Relevo de las aptitudes que entonces ya se le transparentaban.
Enzo Maresca vive momentos de gloria en Inglaterra. El pasado verano decidió aceptar la propuesta del Leicester para dirigir al campeón de la Premier en la Championships. No era fácil el reto: el club se desprendía de varios jugadores importantes y hacía acopio de jóvenes futbolistas con los que armar un equipo que tenía la urgencia de volver a ascender.
Pero para los más nativos futbolísticamente hablando, el nombre de este italiano empezó a resonar con aquel Sevilla, que tras 58 años de sequía, rompió el tapón europeo conquistando aquella añorada UEFA en el año 2006. En esa temporada, el arquitecto del Sevilla más famoso, Monchi, apostó por reforzar la plantilla con la llegada de Luis Fabiano, Frederic Kanouté o Andrés Palop entre otros. Leyendas que inyectaron en el equipo esa calidad necesaria y ese convencimiento para conseguir cotas inimaginables.
"Buscábamos un centrocampista más completo de lo que teníamos en aquel momento. Teníamos buenos jugadores ahí como Renato o Martí, pero queríamos un futbolista que nos marcara los tiempos de los partidos, tanto cuando había que darle pausa, como cuando había que darle ritmo, que tuviera llegada y que pudiera jugar tanto de 6 como de 8 incluso en algún momento de 10. Bueno, como buen futbolista italiano, los conceptos tácticos los tenía bien interiorizados. Nos sorprendió su faceta goleadora", relata a Relevo Monchi, su gran valedor.
Allí, pronto conectó con Javi Navarro. Junto a Pablo Alfaro eran los "jefes" del vestuario. La llegada del italiano reforzaba el núcleo duro. "Yo lo apreciaba mucho. Era un futbolista muy inteligente, muy listo y un tipo peculiar. Tenía las cosas muy claras y en el campo se sabía mover muy bien. Sabía llegar a portería contraria y también mantener su sitio. De Enzo sólo puedo decir cosas buenas. Si tuviera que destacar algo, al margen de la calidad que todo el mundo veía en el campo, era que pensaba en el terreno de juego y sabía leer cuál era la situación en cualquier momento del partido", nos cuenta el excapitán sevillista, que levantó la UEFA al cielo de Eindhoven.
Pero precisamente ese grupo tuvo otro inquilino que, con el paso del tiempo, acabaría convirtiéndose en leyenda. San Andrés Palop tuvo un papel estelar en cada uno de los trofeos que consiguió junto a sus compañeros. En Holanda, Maresca fue el mejor jugador con dos goles ante el Middlesbrough. "Aparte del carácter, que ya sabemos que va en el pack de los italianos, es un tío de club. Para nosotros fue un jugador muy importante a todos los niveles: personalidad, carisma, de transmisión en el mensaje, en lo que hablaba… evidentemente, ese tipo de futbolistas sabes que tienen algo dentro, que en un futuro pueden desarrollarlo. Y en este caso, fíjate, al final son gente que pueden aportar en un futuro al fútbol. Él decidió ser entrenador y creo que, aparte de tener experiencias que al final no fueron muy positivas, todo le ha sumado para seguir curtiéndose y formándose como técnico", narra el mejor portero de la historia del Sevilla.
Pero parece que ese amor por los banquillos ya se notaba en esa etapa de madurez como nos explica Palop: "No era un chico pesado que preguntaba por todo. Lo que conocí de él era que existían situaciones en el juego a las que él daba soluciones. Tenía capacidad de mando para poder resolver. Cuando hablabas con él de fútbol entendía muy bien el juego. No discutía con el entrenador, sino que buscaba la tecla con la que facilitar todo. Era una persona que vivía mucho para el fútbol. Lo veía todo: hablaba de todo, te daba los resultados del Calcio, lo que había pasado, del fútbol inglés igual… ¡Lo veía todo! Eso solo puede suponer que le gustaba muchísimo el fútbol. Como entrenador lo está demostrando".
Por eso valora el proceso y esa etapa con Pep Guardiola: "Al lado de un entrenador como Guardiola, que seguramente le ha aportado muchas cosas, como esa visión táctica que, sumado a lo que él pensaba como futbolista, más lo que ha ido aprendiendo, se ha hecho un gran entrenador. Esa oportunidad en el Leicester, que no era nada fácil, le ha permitido alcanzar esa madurez que lo llevará a ser un gran entrenador en el futuro".
Uno de sus grandes amigos en aquel vestuario fue Javier Saviola. El argentino aterriza en Sevilla tras una cesión al Mónaco y tres temporadas en el Barcelona. Su timidez lo acerca al canterano Jesús Navas y al carácter de Maresca: "Enzo tuvo en Sevilla uno de los mejores momentos que tuvo en su carrera. ¡Fue espectacular! Ganamos la Europa League, convirtiéndose en uno de los mejores jugadores que tenía la plantilla. Era un jugador polifuncional. Era uno de esos jugadores que daba igual en el lugar que lo pusieras brillaba. Ocupaba por momentos la parte defensiva del equipo, haciendo un trabajo muy bueno en defensa pero también técnicamente era muy bueno. Llegaba mucho al gol, con muy buena pegada. También asistía muy bien. Era un jugador muy completo"
"Yo tuve una relación muy cercana. Estábamos siempre juntos. Compartimos mucho tiempo dentro del campo y también fuera. Nos juntábamos muchísimo. Era un tipo excelente. Pude disfrutarlo muchísimo ese año, tanto a él como a su familia. Guardo un gran recuerdo y fue junto a Jesús Navas de los mejores compañeros que tuve. En aquel momento no nos dábamos cuenta de si su futuro pasaba por los banquillos. Si es cierto que la parte táctica la manejaba muy bien. Era muy inteligente tanto para jugar defensivamente como ofensivamente", nos confiesa Saviola.
Su paso por el Manchester City
En 2017, Enzo Maresca decide poner punto y final a su fructífera carrera como jugador para empezar a formar a ese entrenador que llevaba dentro. Tras un breve paso por el Ascoli, Sevilla junto a Vincenzo Montella y el West Ham con Manuel Pellegrini, Parma sería su primera experiencia como primer entrenador. A los 14 partidos, los italianos deciden destituirle, y poco después, recibe la llamada de Pep Guardiola para formar parte de su cuerpo técnico.
Allí coincidió con Sergio Gómez. El lateral español llegaba procedente del Anderlecht y nos desgrana el rol del italiano en el equipo: "Seguramente ahora como primer entrenador su rol haya podido cambiar un poco. Como segundo con Rodolfo (segundo entrenador de Guardiola), tenía un papel mucho más cercano al jugador. Nos ayudaba muchísimo. Por ejemplo, en el tema más individual a nivel defensivo, nos quedábamos después del entrenamiento para hacer algunos ejercicios específicos. Siempre estaba pendiente de todo el mundo. Te daba muchos consejos. Era superdetallista. Creo que aprendió eso de Pep, que los pequeños detalles pueden marcar la diferencia. Si alguien ve jugar al Leicester se dará cuenta de que tiene la misma manera de jugar que Pep, saliendo desde atrás, gustándole el fútbol combinativo. Fue parte importante el año pasado en una temporada donde lo ganamos todo".
Su ascenso con el Leicester
Tras un año de aprendizaje con uno de los mejores entrenadores de la historia, un recién descendido como el Leicester llama a su puerta, para encargarle la difícil tarea de devolver a la Premier League al campeón en la temporada 2015/2016. Volvió a juntarse con Marcos Álvarez, preparador físico del Sevilla de Juande Ramos en la etapa del italiano como jugador y con el que ya estuvo trabajando en el Parma.
"Enzo es un entrenador muy meticuloso que tiene las ideas muy claras. Las empezó a desarrollar en su etapa como futbolista y ha ido estudiando, teniendo entrevistas incluso, con distintos entrenadores. Tiene un don muy especial para saber darle al jugador las herramientas que necesita para afrontar el partido", nos explica Marcos Álvarez.
Como primer entrenador, mantiene cierta ascendencia con sus futbolistas: "Su papel ahora como primer entrenador es distinto al que desarrolla en el Manchester City con Pep, pero sí que es verdad, que tiene una relación muy cercana con el jugador y sobre todo, desde mi experiencia en todos estos años con diversos entrenadores, al final esa cercanía y ese respeto te lo ganas cuando el futbolista ve claramente que eres un entrenador que eres capaz de sacarles partido. Que tienes una idea y que eres apto para plasmarla en el campo. Primero en los entrenamientos y después en los partidos. Eso provoca mucho feeling con ellos".
El excentrocampista del Sevilla sonríe. Aquel italiano peculiar, tremendamente competitivo y que sabía leer los partidos empieza a sacar ese entrenador que llevaba dentro y que ha sabido cultivar aprendiendo de los mejores. Veremos si, en el futuro, el banquillo del Ramón Sánchez-Pizjuán se convierte en su nueva casa. De momento, The Foxes ya están en la Premier junto a los mejores y el año que viene podrá enfrentarse a su amigo Pepe Guardiola.