FÚTBOL FEMENINO
La carta de Pauleta que pone los pelos de punta tras su grave lesión: "El mundo se derrumbó"
La española sufre una ruptura total del cruzado después de haberse recuperado de la misma lesión en su otra rodilla.
"Hay dolores que van más allá del físico, y este es uno de ellos. No hay palabras que puedan describir este momento. No puedo explicarlo. En cuestión de segundos todo se detuvo y el mundo se derrumbó... Otra vez. De la nada, sin esperar ni imaginar, la vida cambia. No ser capaz de hacer nada para hacerlo diferente". Es el relato del terror de Pauleta Domínguez tras romperse el ligamento cruzado anterior por segunda vez. Ocho meses después de haberse recuperado de la misma lesión en su otra rodilla.
"Desafortunadamente, se ha confirmado lo que sentí en ese momento: ruptura total de ACL", informó la futbolista española del Benfica en sus redes sociales. Y terminó con unas duras palabras que representan su gran dolor en estos momentos.
"Van a ser tiempos difíciles, difíciles por delante, pero una cosa que permanece: rendirse nunca fue una opción. He sufrido mucho en mi vida, y nunca le daré la espalda a la lucha. Esta vez no será diferente. Porque no podemos controlar lo que nos pasa, pero podemos controlar cómo lidiamos con ello. Volveré, sin duda. El presente es duro, pero el futuro sigue sin escribir. Nos vemos pronto", escribió Pauleta.
Pauleta Domínguez vuelve a la maldita lista de futbolistas que caen en esta dura lesión. Una plaga que azota al fútbol femenino y que deja trágicas noticias de manera muy habitual.
Recientemente, otra española, Inma Gabarro, que juega en una liga extranjera, la inglesa, concretamente, también se lesionó de gravedad en su rodilla. También hay sonados casos en el fútbol masculino. Dani Carvajal ha acaparado los focos en los últimos días tras sufrir esta misma lesión. O Rodri, que se rompió el ligamento hace unas semanas.
La maldita lesión persigue a todos. Algunos, como Pauleta, caen dos veces en el infierno. Una etapa complicada que también vivieron otras futbolistas como Andrea Falcón, compañera en el Benfica.
"Yo ponía buena cara durante la rehabilitación y cuando me cruzaba con las compañeras, pero llegaba a casa y me encerraba en la habitación a llorar. Lloraba todo el día. No quería salir. Se me quitaron las ganas de vivir, literalmente", desveló la canaria en una visita a Quiero Ser Como.