El imperecedero Portugal-Corea... del Norte del 66 pasó de 0-3 a 5-3 con cuatro goles de Eusebio
Los norcoreanos fueron la primera selección asiática en jugar una Copa del Mundo y en la fase de grupos habían dejado fuera a Italia.

El Portugal-Corea del... Sur de Catar2022 es una buena coartada para retrotraerse en el tiempo hasta el inolvidable Portugal-Corea... del Norte del Mundial 66. Han pasado 56 años, pero la actuación de los denominados chollimas (caballos alados) perdura en los libros de texto mundialistas. Corea del Norte se convirtió casi por azar en la primera selección asiática en participar en un Campeonato del Mundo. Jugó sus bazas y le salió bien. Tanto, como para formar parte ya de la historia de la competición. Aprovechó el boicot del resto de los países de su entorno, además de los africanos y los de Oceanía, en protesta porque la FIFA solo concedía una plaza para los tres continentes y se plantó en una repesca final contra Australia, a quién derrotó en los dos partidos (6-1 y 3-1). Ambos encuentros se disputaron en terreno neutral, Camboya, para driblar las diferencias diplomáticas existentes entre los dos países.
Así, y no de otra forma, Corea se coló en el Mundial organizado por los inventores del juego. No vieron en el Reino Unido con buenos ojos la clasificación de un segundo país comunista, también estaba clasificada la URSS, pero por miedo a represalias de la FIFA cantaron bajito y no levantaron mucho la voz. Estas dos selecciones, precisamente, quedaron encuadradas en el grupo D junto a Italia, uno de los grandes favoritos al título. Poco o nada se sabía entonces de la selección norcoreana. El dato más representativo era que todos los componentes de su nómina eran militares y que se habían preparado su participación a conciencia y en el más absoluto de los secretos.
Elimina a Italia
En el primer partido, la URSS se impuso con claridad a Corea (3-0). En el segundo, logró empatar a última hora ante Chile (1-1), con lo que llegó con opciones de clasificación al tercer partido contra Italia. Para ese duelo decisivo los muchachos de Rye Hyun Myung, que así se llamaba su seleccionador, ya se habían ganado el cariño de los aficionados de Middlesbrough, impresionados por su manera de entender el juego, balón al suelo, muy distinta a la que estaban acostumbrados a ver en el Reino Unido. Llamaba la atención especialmente su entusiasmo, su dinamismo, su manera de correr, su fútbol mecanizado, pero con un instinto básico de atacar más que de defender.
Aquel 19 de julio a la Italia de Albertosi, Guarneri, Facchetti, Rivera, Mazzola... le valía el empate. El capitán Bulgarelli cayó lesionado mediado el primer tiempo y su equipo se quedó con diez jugadores. A tres minutos del descanso llegó el gol de Pak-Doo-Ik, que se convertiría desde ese mismo momento en un héroe nacional. Corea del Norte resistió toda la segunda parte e hizo realidad la mayor humillación del fútbol italiano de su historia, hasta el punto de que todavía hoy, cuando se habla de una derrota insospechada se sigue diciendo que se ha hecho un 'corea'. Aquella fue la primera victoria de una selección asiática en un Campeonato del Mundo.
Sobre el autor del tanto se escribieron toda clase de aventuras. La más proclamada fue que era odontólogo de profesión. En 2002, Daniel Gordon, después de años de gestión, consiguió permiso del Gobierno norcoreano para rodar un documental para la BBC sobre aquella selección, The game of their lives, (El partido de sus vidas), en el que ocho de aquellos futbolistas y el seleccionador recordaban la doble hazaña de eliminar a Italia y de ponerse 0-3 por delante en el marcador en el partido de cuartos de final contra una Portugal que venía de dejar fuera a Brasil tras ganarle (3-1) en el último partido del grupo C.
Es en esta película donde el protagonista desmiente su supuesta profesión. "Antes del Mundial trabajaba en una imprenta y después, cuando me retiré del fútbol, fui primero seleccionador de mi país y después profesor de gimnasia". Eso sí, como premio el Ejercito le ascendió de cabo a sargento y los que estuvieron presentes en el rodaje del documental certificaron que era toda una 'personalidad' en su país y que su domicilio particular era comentado expresamente en las pocas excursiones turísticas que se realizan por Pyongyang.
Cuentan las crónicas de la época que tanta admiración habían sembrado los norcoreanos en la ciudad de Middlesbrough que cinco mil aficionados les acompañaron hasta Liverpool (172 kilómetros) para animarles en el partido contra Portugal. Se jugó en Goodison Park, la guarida del Everton. También cuentan que los norcoreanos, conocedores de su poderío, no tenían previsto un lugar para quedarse en caso de clasificación y que se tuvieron que hospedar en una comunidad religiosa que Italia había reservado a orillas del Mersey. El propio Pak-Doo-Ik comenta al respecto en el documental que "por las noches ver la capilla iluminada con la imagen de Jesús crucificado nos daba miedo y no podíamos dormir bien. Era la primera vez que veíamos una imagen así".
Reino Unido rendido a su juego
A la hora de la verdad demostraron, sin embargo, estar muy despiertos. Portugal ya apuntaba a semifinalista de la mano de un Eusebio en estado de gracia y no podía entender como a los 25 minutos ya perdía 0-3. El arranque de los chollimas, jaleados por todos los aficionados ingleses, los de Middlesbrough y los de Liverpool, fue espectacular. Seung, Dong y Yang fueron los goleadores. A pesar del resultado aquellos futbolistas bajitos, sonrientes, disciplinados.... seguían atacando y atacando. Solo la aparición del gran futbolista portugués de la época, ya consagrado campeón de Europa (1962) y Balón de Oro (1965) con el Benfica, pudo frenar aquella debacle.
La portentosa actuación de la Pantera Negra en ese encuentro históricamente ha sido considerada como una de las obras maestras de la competición a nivel individual. Marcó cuatro goles. Dos antes del descanso, el segundo de penalti y dos en la reanudación, el segundo de penalti. Un póker en 32 minutos que dio la vuelta al partido y devolvió a Corea del Norte a la cruda realidad. José Augusto completó la remontada (5-3) y Portugal se clasificó para las semifinales, donde perdió con el anfitrión, Inglaterra (2-1) con el pertinente gol de Eusebio.
En el duelo para el tercer y cuarto puesto se impuso a la URSS (2-1) consiguiendo la mejor clasificación en su recorrido mundialista. Por supuesto, también marcó Eusebio, con el 13 a la espalda, en la final chica y se proclamó máximo goleador del Campeonato con nueve tantos. Según expresaron los protagonistas en el documental de la BBC, a su regreso a casa fueron vitoreados como héroes y como tal se les sigue considerando a los que todavía viven y recuerdan con nostalgia aquella primera participación de su país en la Copa del mundo, solo repetida en Sudáfrica 2010, donde, curiosamente, también se enfrentaron a Portugal (7-0). Un detalle, Cristiano se quedó lejos de Eusebio, solo hizo un gol.