Jean-Marie Pfaff, el primer mito de la portería de Bélgica: "Neuer y Courtois están a un nivel similar"
La leyenda de los Diablos Rojos pasa revista en Relevo al pasado y presente del fútbol: Maradona, Hazard, De Bruyne, la Superliga...

Muchos sitúan al exguardameta del Bayern de Múnich como uno de los grandes porteros de la historia de Europa. El belga Jean-Marie Pfaff (Lebbeke, 1953) fue el primer Diablo Rojo que desde el arco amargó la existencia a medio mundo. Sólo la versión superlativa de Diego Armando Maradona en el 86, "el mejor jugador de todos los tiempos", pudo alejar a su pequeño país de su gran sueño.
En Qatar una generación histórica, dirigida por Roberto Martínez, se evaporó con un postgusto a oportunidad perdida. La imagen que uno tiene de sí mismo, esa que hace al Real Madrid levantar Champions, está en el origen del problema según Pfaff. "No han sido capaces de llevar unidad al terreno de juego", añade.
Nadie más indicado que un portero con liderazgo, que ordenaba como un general a los suyos desde su puesto, para aportar en Relevo visión y coherencia en un fútbol actual "donde todo va de dinero". Y para muestra, el botón de la Superliga.

Mejor portero del Mundial en el 86, dos veces mejor arquero de Europa, tres nominaciones a Balón de Oro... ¿Con qué momentos se quedaría de su carrera?
Hay muchos recuerdos. El Mundial de México en 1986 es uno, por supuesto. La pequeña Bélgica sorprendentemente llegando a semifinales y sólo derrotada por un extraordinario Diego Armando Maradona. Sin él, hubiésemos podido ganar ese partido, pero Diego estaba en el mejor momento de forma de su vida ese año. También tengo gratos recuerdos de cuando salimos campeones de Alemania con el Bayern de Múnich (temporada 1985-86). Estuvimos persiguiendo al Werder Bremen toda la temporada y en el último partido ellos perdieron en Stuttgart, nosotros ganamos 6-0 contra el Borussia Mönchengladbach y fuimos campeones.
De todas las leyendas a las que se ha enfrentado, ¿qué jugador le dejó con la boca abierta al verlo en el terreno de juego?
El que más me ha impresionado fue Maradona, con el que cambié la camiseta en aquella semifinal de 1986. Una amistad verdadera surgió entre nosotros y luego nos vimos una y otra vez. Para mí, Diego es el mejor jugador de todos los tiempos. Lo que hacía con el balón... Otros se romperían la pierna si lo imitasen. Tuve una relación muy cercana con Pelé y Johan Cruyff. Estoy especialmente orgulloso de que Pelé me incluyese en 2004 en la lista de los 125 mejores jugadores todavía vivos. Un gran honor.
Vayamos a su puesto. ¿Han cambiado tanto los porteros de ahora respecto a los de su tiempo?
Hoy en día los porteros intervienen más en el juego que en mi época. Ahora actúan a menudo de líbero, son la primera estación en la construcción del juego. Manuel Neuer lo realiza casi perfecto, es una de las razones por las que es uno de los mejores porteros del mundo. Pero lo que más me llama la atención es que los porteros de hoy en día difícilmente están en condiciones de blocar el balón. Los disparos a puerta son despejados habitualmente. Además, hablan y dirigen demasiado poco. El portero tiene la mejor visión del campo desde detrás y es el que mejor puede colocar a sus hombres cuando el rival ataca.

¿Cuál es su top 3 de porteros de todos los tiempos?
No quiero comprometerme. Cada generación tiene sus porteros destacados. Sepp Maier en los 70, Toni Schumacher en los 80, también un tal Jean-Marie Pfaff (risas), Andoni Zubizarreta o Luis Arconada fueron grandes porteros. En los 90 y 2000, Oliver Kahn, Peter Schmeichel, Iker Casillas o Fabien Barthez les siguieron. Hoy, Manuel Neuer (lesionado de gravedad en diciembre) o Thibaut Courtois son los que destacan. Todos ellos han dejado huella como arqueros.
¿Thibaut Courtois es el mejor en la actualidad?
Veo a Courtois como uno de los mejores porteros hoy en día. Si es o no el mejor, no lo sé, veo a Neuer a un nivel similar, ambos han forjado el éxito de sus clubes en los últimos años.
En Bélgica se dice que el Courtois del Real Madrid parece mucho mejor incluso que el Courtois de los Diablos Rojos. ¿Por qué?
Porque Courtois juega en uno de los mejores equipos del mundo. Tu trabajo es a menudo más fácil cuando tienes a jugadores experimentados como Modric, Alaba o Kroos llevando las riendas delante de ti. El Madrid es un bloque tremendo en el campo, jugadores clave como Benzema han estado ahí muchos años. A la selección belga le falta esa experiencia y también esa imagen de sí misma. Los Diablos Rojos no han sido capaces de llevar esa unidad al terreno de juego, como el Real Madrid. Eso no se lo pone fácil a un portero.

Muchos creen que Bélgica ha perdido su gran oportunidad para ganar un gran título con la mejor generación de su historia… ¿Era mejor generación esta o la suya? ¿Qué le faltó al combinado de Roberto Martínez?
En mi época éramos la generación dorada, ahora es la generación de diamante. Pero estos jugadores son cada vez más mayores, en cada campeonato que pasa, y las opciones de ganar un gran título van disminuyendo. Como le comenté, al equipo le falta esa concepción de sí mismo para sacar su juego incluso en los momentos difíciles. Bélgica no fue un bloque en Qatar, por eso no consiguieron nada allí.
¿Qué podemos esperar de este nuevo proyecto con Domenico Tedesco al frente?
Es por supuesto un proyecto apasionante y las primeras señales indican que también puede ser exitoso. Tedesco ha demostrado en los primeros partidos que le puede dar a la selección belga un nuevo momentum. Si continúa esta evolución, la Eurocopa del año que viene puede ser un éxito para Bélgica.
¿Qué piensa de la situación de Eden Hazard en el Real Madrid?
No es fácil para él por el momento. El entrenador Carlo Ancelotti parece haber encontrado su once tipo y ahora mismo no hay sitio para Hazard. Pero él es un profesional y tiene que ser capaz de lidiar con esas situaciones. Lo único que le queda es entregarse cada día en los entrenamientos y hacer todo lo posible para asegurarse de que Ancelotti le dé otra oportunidad desde el principio. Si todo eso falla, sería un buen consejo que buscase otro club.

En el polo opuesto está Kevin De Bruyne, protagonista en el todopoderoso City. ¿Qué más se puede decir de él?
Kevin es el pensador y el conductor, en su club y en la Selección belga. En la vuelta contra el Real Madrid se vio de nuevo cuán importante puede ser para su equipo. Estuvo en todas partes, preparó a la perfección la escena para sus compañeros, como con Bernardo Silva en el 1-0. Además, él mismo es una amenaza constante de cara a gol, como demostró de forma impresionante en el partido de ida en Madrid.
Usted también tiene experiencia en los banquillos. ¿Quiénes son sus referentes?
Lo mismo que en los porteros, los entrenadores de diferentes generaciones difícilmente pueden compararse. En mis tiempos, los entrenadores moldeaban el equipo; hoy, el equipo moldea al entrenador. En el pasado, el 95% del trabajo del entrenador sucedía en el campo y en el vestuario. Hoy, un entrenador también debe ser un profesional en el trato con los medios, por ejemplo. Las ruedas de prensa delante de cientos de periodistas se emiten en televisión en directo y un pequeño desliz o malentendido se transmite en tiempo real. En Múnich, un periodista -y a veces un cámara- venía a nuestros entrenamientos en Säbener Straße durante la semana. Solía preguntar al entrenador si había pasado algo y si este decía que no, el periodista se iba. Hoy sería inimaginable. Todos conocemos la lista de entrenadores más exitosos de hoy en día. Del pasado, destaco a Udo Lattek, con el que trabajé muchos años en Múnich, Johan Cruyff, que llevó su visión del fútbol a Barcelona, Ernst Happel y Jupp Heynckes…
¿Qué le parece el proyecto de la Superliga liderado por Florentino Pérez, presidente del Real Madrid?
Hoy en día en el fútbol todo va sobre dinero. Cuanto más, mejor. En mi opinión, se le presta muy poca atención al estrés de los jugadores. Al final, son ellos los que tienen que dar vida con su desempeño en el terreno a estas ideas de nuevas ligas o competiciones. En vez de pensar en nuevas competiciones, sería mejor pensar cómo hacer las actuales todavía más interesantes. Además, sería aburrido en el largo plazo si siempre juegasen el Real Madrid contra el Bayer de Múnich o el Barcelona contra el Manchester City. El atractivo de las competiciones nacionales e internacionales reside en el hecho de que de vez en cuando pequeños clubes retan a los grandes y los eliminan de la competición. Eso es lo que hace al fútbol grande y por eso debería permanecer el sistema actual.