Un trotamundos que abandonó todo por el fútbol: "Mi pareja y yo dejamos nuestros trabajos para ir a Inglaterra, fue la mejor decisión de mi vida"

Joaquín Gómez (38 años) es un trotamundos del fútbol. Su pasión por el deporte le ha llevado por Inglaterra, Finlandia, Arabia Saudí y, ahora, Grecia. En el país heleno afronta una experiencia como primer entrenador del Volos. Una pretemporada larga en la que estuvieron prácticamente un mes concentrados y que supso un "lavado de cerebro" para afrontar el duelo inaugural contra el Olympiacos de José Luis Mendilibar.

"Para mí es el mejor inicio. Somos un equipo que quiere sorprender a los grandes, plantear partidos donde les tenga que costar hacer las cosas. No me imagino un comienzo mejor que contra el equipo más grande del país en casa. Además, es un reto enfrentarme a alguien como Mendilibar y un partido para disfrutar", señala el entrenador de Sotillo de la Adrada.

Joaquín se define a sí mismo en Relevo como una persona "proactiva" que valora no perder la identidad ante un desafío como es entrenar. "Siempre he pensado que como entrenador tienes que ser como eres. No puedes plantearte un reto intentando ser alguien que no eres. Soy una persona muy proactiva e intensa", destaca el técnico.

El nuevo preparador del Volos siempre ha estado ligado al fútbol y comenzó su trayectoria en los banquillos muy joven. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y en Coaching Deportivo, Gómez se tituló en el UEFA Pro (título más alto que puede obtener un entrenador en su formación) a los 24 años, pero no farda de ello. "Con 24 años tienes mucha titulación, pero no tienes experiencia. Piensas que lo sabes todo y que la experiencia no tiene tanto valor y eso es mentira".

Las dificultades de salir adelante en España como entrenador motivaron una decisión complicada, pero que a la postre sería acertada junto a su pareja. "Decidimos emigrar hacia Inglaterra sin nada. Estar 18 meses para aprender el idioma y venirnos con algo. Fui con mi novia, mi esposa ahora, dejamos nuestros trabajos y nos fuimos para allá. Los primeros meses tienes que trabajar de todo para intentar sacar el mes a mes. Vas insistiendo, jugando los domingos para adquirir vocabulario y ofreciéndote a entrenar equipos gratis. Fue la mejor decisión que nunca hicimos".

El sistema del fútbol inglés, "agradecido si insistes" como relata Joaquín, le concedió la oportunidad de entrar en el organigrama del Brighton & Hove Albion donde alcanzaría el primer equipo con la llegada de Óscar García. "Me dio la oportunidad en pretemporada y cuando viví el día a día del primer equipo vi claramente que entrenar era lo que quería hacer en los próximos años".

Un entrenador que ha tenido múltiples maestros a lo largo de su trayectoria como Paul Clement, Sami Hyypia, Nigel Pearson o Harry Redknapp. Experiencias que han fortalecido y ampliado sus ideas. "He tenido mucha suerte y siempre he intentado ser organizado. Esas experiencias las vas escribiendo en tu cuadernito. Han sido 11 entrenadores a los que he asistido y cuando te conoce la gente, sobre todo cuando estás fuera, intentan etiquetarte como un entrenador español. Estoy muy orgulloso de ello, pero sí es verdad que he podido coger las mejores enseñanzas de cada cultura, de cada entrenador y de cada idea".

Su experiencia previa al Volos fue como asistente de Míchel en el Al Qadsiah que logró el ascenso a la Primera División del fútbol saudí. Un país del cual destaca la "visión" que tienen para crecer, ayudados de la capacidad monetaria. Un dinero que, a nivel futbolístico, considera que es el punto negativo. "Es muy difícil poder competir con ellos. A nosotros nos faltan unos seis jugadores y es complicado encontrar porque cuando encuentres al jugador correcto, el perfil correcto, están esperando hasta el último momento a ver si vienen ofertas de esos países porque la vida del futbolista es muy corta y tienen que sacar el máximo provecho de tu carrera".

A pesar de las ingentes cantidades económicas, el deporte en Arabia Saudí tiene un problema con la formación. "Hay una diferenciación muy grande entre el jugador local y el jugador extranjero, pero sí que es verdad que está mejorando porque hay muchos entrenadores de fuera, muchos profesionales que están llegando y te puedo poner el ejemplo de Al Qadsiah porque es el sitio donde he estado estos últimos meses. Son 25 o 30 profesionales de fútbol base que en los últimos 12 meses el club ha empleado. Lleva tiempo, obviamente no es magia, pero creo que eso a largo plazo va a ser algo que se va a mejorar mucho. Además, también es necesaria la exportación de futbolistas a Europa, pero el nivel de salario que perciben es inviable en el extranjero", señala Joaquín Gómez sobre el fútbol saudí.

Unas experiencias que se resumen en cinco pilares que el técnico aplica en todos sus proyectos. "Queremos ser un equipo proactivo y que mis jugadores crean en la idea, en la visión que tienes. El segundo pilar es que pase lo que pase dentro o fuera del campo, nosotros seguimos centrados. Si vamos bien hay que seguir, no somos complacientes. En un aspecto más de juego la intención es ser un equipo dominante que tenga mucho el balón porque es más sencillo convencer a los jugadores con una idea vistosa. La cuarta idea es ser ruthless, es decir, tener ese instinto matador en el último tercio. Y, por último, el quinto pilar es ser una familia. Crear una cultura de club y ser cercanos. Todos estos pilares nos ayudan a ser objetivos en cómo evaluamos el trabajo, pero luego lo vamos rompiendo en principios más grandes, más pequeños, con conceptos más sencillos para asegurarnos que somos un equipo muy completo".

Por último, Joaquín señala el sueño que tiene como entrenador. Un objetivo que le lleva a sus comienzos como míster. "Quiero llegar al nivel top. Intentar seguir mejorando y cumplir un sueño que es la Premier League", confiesa el técnico con un deseo de cara al futuro. "Ojalá podamos volver a sentarnos y recordemos esta conversación con un estadio de Premier League detrás". Un sueño que se cumplirá, aunque primero hay que cumplir un trabajo exigente y enriquecedor en un fútbol tan pasional como el griego.