Juanmi y el mal fario del pie izquierdo
El delantero, fichado en el verano de 2019, ya estuvo casi un año en el dique seco por una fascitis plantar

El rey Juan Miguel vuelve a estar fuera de concurso. La rotura de ligamentos en el tobillo izquierdo que sufrió en Helsinki lo dejará varios meses fuera de los terrenos de juego, en la que es su segunda lesión de gravedad desde que llegase al Betis en el verano de 2019. Y, precisamente, ese pie izquierdo ya trajo por la calle de la amargura al delantero, que estuvo casi un año fuera de los terrenos de juego.
Entonces, Juanmi pasó por el quirófano para solucionar una fascitis plantar que le impedía ejercitarse sin dolor, lo que mermó su rendimiento tras llegar al club verdiblanco procedente de la Real Sociedad. El traspaso, cifrado en ocho millones más otros dos en bonus, empezó a considerarse una mala inversión, debido a esos problemas que apenas le permitieron disputar 24 partidos en sus dos primeros años como bético.
No lo pasó bien el atacante con esa dolencia que incluso puso en peligro su carrera deportiva. Esa lesión, que comenzó con un espolón calcáneo en el pie izquierdo derivó en una dolencia de mayor gravedad, que lo envió al quirófano, después de que el tratamiento conservador no diera resultado. Sin lesiones anteriores en su carrera, la recuperación se le hizo un muro al malagueño, que pasó por un tobogán anímico. Para colmo, poco antes de reaparecer, también pasó la Covid-19, siendo uno de los primeros casos del fútbol español.
Todos los contratiempos se transformaron en alabanzas con el comienzo de la temporada 21-22. Sus espectaculares registros, tanto en la Liga como en Europa, lo llevaron a granjearse la confianza de Pellegrini y de los aficionados, que lo convirtieron en uno de sus jugadores de referencia. 20 goles entre todas las competiciones -16 en la Liga, dos en la Europa League y otros dos en la Copa del Rey-, lo proclamaron como el máximo realizador del equipo bético e incluso provocó el debate entre los aficionados sobre si Luis Enrique estaba haciendo justicia con él.
Pero de nuevo todo cambió en tres minutos. Su tobillo izquierdo, muy cerca de la misma zona que lo castigó hace dos años, hizo crack después de que se le cayera un rival encima. Sus gestos de dolor sobre el césped y las primeras exploraciones ya apuntaban a una gravedad que se acabó confirmando tras las pruebas complementarias.
Finalmente, el de Coín decidió operarse en Barcelona y que la recuperación transcurra en la ciudad deportiva bética. El sueño del Mundial quedó a un lado y ahora el reto es llegar a tope al mes de enero.