Las "perlas" del Barça en el Europeo Sub-17: el 'socio' de Cubarsí, el Iniesta de Sky Sports y un prodigio de 1,91
El club catalán llevará a siete futbolistas al europeo sub-17 con las ausencias de Cubarsí y Lamine Yamal.

El tiempo vuela, sobre todo en el fútbol formativo, donde los torneos se amontonan y las generaciones cambian cada año. El 30 de mayo de 2023, España sub-17 caía ante Francia en las semifinales de aquel torneo (1-3) en el que la gran estrella fue un cadete precoz: Lamine Yamal. Apenas un año después, Lamine ya suma 50 partidos con el primer equipo del FC Barcelona (siendo el jugador más joven en lograrlo) y su paso por aquel torneo, en el que era de los pequeños, parece de otra época. Lo acompañaron Pau Cubarsí (cadete), titularísimo en el Barça, o Héctor Fort y Marc Guiu, ambos ya habiendo debutado en el primer equipo. El tiempo corre.
Un año después, el Barça llevará a siete canteranos: Albert Navarro, Landry Farré, Andrés Cuenca, Marc Bernal, Quim Junyent, Juan Hernández y Guille Fernández. Todos del 2007, excepto Guille, que como Lamine y Cubarsí el anterior curso, es un cadete a pesar de lo que su cuerpo se empeña en señalar: que es mayor y más fuerte que el resto. España debutará hoy ante Portugal en un grupo que tiene también a Francia e Inglaterra, configurando así un tour brutal para los chavales y su crecimiento.
Probablemente, Cuenca sea de los mejores centrales que han pasado por La Masia en lo que al trato de balón se refiere. Compañero de Cubarsí tanto en la Selección como en el Barça en las inferiores, el andaluz es un jugador elegante y fino, zurdo, de piernas largas y conducciones siempre interesantes. Su facilidad para filtrar o llevar la pelota cosida al pie con la cabeza erguida son dos de sus mejores cualidades, siendo también un central que disfruta defendiendo. Este curso ha sido muy complicado para él, perdiéndose prácticamente toda la temporada por una lesión muscular tras haber ido al Mundial sub-17 con España. Llega sin ritmo, pero sobrado de talento y jerarquía.
Las condiciones de Landry le convierten en un proyecto más que interesante en el largo plazo. Físicamente, es muy poderoso, tanto para ir al quite como a la hora de ganar metros, y su versatilidad es otro punto interesante, pudiendo actuar como central o lateral, algo que también posee Héctor Fort. Su margen de mejora es muy amplio, y tanto en el Juvenil A como en el B, desde el club se insiste en que su mejoría pasa por corregir fallos de concentración que le llevan a relajarse. "Le veo más de lateral que de central, porque sus relajaciones son más llevaderas allí", explica una fuente del FC Barcelona.

El perfil de Navarro es muy interesante porque es un lateral con el cuerpo de un central. "Recuerda a Marcos Alonso", señala un entrenador del club. Alto, muy espigado y con un golpeo diferencial, algunas fuentes apunta a que no será extraño verle lanzar faltas y saques de esquina a él. Navarro es un jugador que disfruta conduciendo y pasando la pelota, pero sufre en situaciones que requieren un plus de tensión defensiva, algo que ya ha ido corrigiendo con el tiempo porque sigue siendo un jugador muy joven. Ofensivamente, sus recursos son amplios porque más allá de su golpeo también añade un gran timing para doblar al extremo, siendo muy puntual en sus incursiones. A priori, el titular en el lateral zurdo.
Bernal fue suplente en el Mundial sub-17 de Indonesia. Con Pau Prim (también azulgrana) como el mediocentro en aquel torneo, todo hace indicar que será el capitán general de la nave en este europeo. Bernal llega a la cita siendo uno de los jugadores más importantes del filial de Rafa Márquez: 1874 minutos en 1a RFEF además de dos goles y tres asistencias. El de Berga posee un físico enorme, con 1,91 centímetros y unas caderas anchas que le permiten transformarse en una roca en duelos directos. Pero su gran virtud es lo que esconde este físico desproporcionado: giros, controles y pulcritud técnica, además de una llegada que todavía se resiste en enseñar del todo. Bernal es la gran irrupción de este curso en La Masia y este Europeo le llega en su mejor momento. Deberá trasladar ante chicos de su edad lo aprendido con adultos.
Pieza fundamental del FC Barcelona y del Juvenil A, Juan Hernández es un jugador muy dinámico, un perfil que dota al ataque de la Selección de ritmo y verticalidad, con controles muy hábiles tanto para girar sobre sí mismo como para apoyarse en el compañero. Entrenadores del club insisten en que el punto de mejora de Juan pasa por sumar más cifras, no solo de buscar el gol a través de paredes y asociaciones, sino de estar en área para cazar segundas jugadas. Pudiendo arrancar como falso extremo, Juan se encuentra muy cómodo viviendo en zonas interiores como ese cuarto integrante del centro del campo. Fue pieza vital en el Mundial sub-17.
En 2018, Sky Sports se fue a La Masia a buscar al nuevo Iniesta y la cámara se posó ante Quim Junyent, que por aquel entonces contaba con 11 años y que apenas levantaba un palmo el suelo. A su lado, la pelota parecía un objeto como de circo. En La Masia, los entrenadores no dudaban en señalar a Junyent como un Iniesta en potencia, no por su elegancia o lucidez, sino por su comprensión del juego. "Es buenísimo dando apoyos y leyendo espacios. Tiene muy poco gol, pero su último pase y juego entre líneas es una pasada", explican a Relevo fuentes del club. Junyent y Hernández van a ser los interiores, como ya sucedió en Indonesia, dos jugadores bajitos, dinámicos y ultra competitivos. Rescatan la esencia del interior español de este siglo y le añaden, cada uno a su manera, una agresividad propia de quien nace con un físico demasiado pequeño como para tomarse nada por regalado.
Su cuerpo parece el de un jugador con un puñado de partidos en primera y no el de un cadete de segundo año que ya ha debutado con el filial y es habitual con el Juvenil A. Guille Fernández (2008) es una de las joyas de La Masia, sobre todo por lo espectacular de sus virtudes, que sobresalen como una rareza en el ecosistema Barça. Es un interior potentísimo, con un físico privilegiado y una técnica que remeten a una estirpe de jugadores que no se hacen en el fútbol del Barça: bicicletas, zancada larga y una espiral de recursos siempre enfocados en ser vertical. Su golpeo marca diferencias y es, de largo, el centrocampista con más gol de los que lleva España.