Kane y Bellingham rompen el estigma inglés fuera de las islas
Las figuras de la selección inglesa han dado el paso de emigrar, con una suerte distinta a la que están acostumbrados los futbolistas británicos.

Jude Bellingham hizo historia el domingo con el Real Madrid. Regresó al once inicial de Carlo Ancelotti tras una fugaz baja a causa de una luxación en su hombro izquierdo y, para sorpresa de nadie esta temporada, volvió a marcar. El gol contra el Cádiz fue su 14ª diana en 15 partidos con el club blanco, un registro nunca antes visto en la casa blanca. Ningún mito madridista, de la talla incluso de Cristiano Ronaldo y Alfredo di Stéfano, fue capaz en su momento de mantener tal ritmo. El portugués y el hispano-argentino se quedaron en la marca de los 13 tantos.
Paralelamente, otra gran figura británica está brillando con luz propia. Harry Kane es el máximo artillero de la Bundesliga, y aunque 'su' Bayern de Múnich no es líder de la categoría, el inglés está firmando un inicio goleador único en Europa. Con 18 anotaciones, se impone a Serhou Guirassy (15), la gran revelación en Alemania de la mano del también sorprendente Stuttgart, y doblega la marca del tercer contendiente, Loïs Openda (9). Emula la proeza de Jude, y es que con esa docena y media de goles es el primer jugador en la historia de la primera división germana en alcanzar esa cifra en los primeros 12 partidos.
Bellingham y Kane tienen dos cosas en común: son ingleses y se han atrevido a emigrar fuera Inglaterra, con rotundo éxitoademás. Para el primero no es nueva la historia, salió en 2020 rumbo al Borussia Dortmund cuando apenas tenía 17 años de edad. En el Westfalenstadion cuajó tres temporadas de primerísimo nivel, madurando en Champions League y compitiendo por primera vez con futbolistas de máximo nivel mundial. Su proyección, con tan solo 20 años, hizo que este verano el Real Madrid decidiera convertirlo en la piedra angular de su 'plan renove', y 103 millones de euros más tarde, se ha adueñado de la escena mundial. Hasta tal punto de condicionar el esquema de su entrenador para que los focos lo apunten a él.
Para Kane, la vida ha dado un giro de casi 180º: una nueva liga, una nueva cultura, con su querido Tottenham Hotspur como parte de su pasado diez años después, viviendo por meses en una habitación de hotel… Pero con el olfato intacto de cara a portería.

El de Jude y Harry es un caso que hace añicos el estigma de que los británicos no pueden triunfar fuera de las islas, su zona de confort. Ambos encabezan la tabla de goleadores en liga, y en particular el ariete del equipo bávaro firmó ante el Colonia el gol que lo convierte en el máximo goleador de la temporada (22 entre todas las competiciones) y del año 2023. Son 49 dianas que le hacen compartir el trono de artilleros con Erling Haaland, superando solo por un dígito a Cristiano Ronaldo. Son, sin lugar a dudas, la bandera de sus respectivos nuevos equipos, y cuentan en cuestión de meses con una influencia y peso en el vestuario aplastantes.
El precedente más parecido es el de Gareth Bale, quien aunque no se adaptó del todo a la cultura, no puede ser discutido por su palmarés y números: 106 goles y 67 asistencias en 258 goles con el Real Madrid, conquistando tres ligas, una Copa del Rey y cinco UEFA Champions League, entre otros títulos. Otros compatriotas, como Jadon Sancho, también han abierto el camino en la última década. Al igual que Jude, el delantero aterrizó en Dortmund, despuntó, y se ganó su vuelta a casa para jugar al otro lado de la ciudad desde la que salió, fichando por el Manchester United a razón de 85 'kilos'. También cabe mencionar a Kieran Trippier, que probó suerte en el Atlético de Madrid y terminó concretando su vuelta a la Premier League con el Newcastle United.. Y si echamos la vista atrás, casos como el de Gary Lineker, referencia del FC Barcelona a finales de los años 80, o el de David Beckham que formó parte de 'los Galácticos' del Real Madrid y forjó su carrera lejos de Inglaterra (AC Milan, LA Galaxy y Paris Saint-Germain) suponen otras dos de las pocas excepciones a una lista de fracasos en las aventuras británicas fuera de las islas.
No todos fueron lo mismo
Y es que no todos han demostrado ser los mismos ni han sabido adaptarse a un fútbol diferente al inglés, característico por su ritmo frenético y dar importancia al aspecto físico. El ejemplo más claro es Michael Owen, quien en 2001 recibió el Balón de Oro por su desempeño en el Liverpool, aterrizó en Madrid como uno de los mejores '9' del globo, y un año más tarde cogió un avión de vuelta a Inglaterra para aterrizar en Newcastle. O Paul Gascoigne, que emigró a Italia para jugar en la Lazio pero las lesiones y sus constantes polémicas fuera del campo le impidieron brillar.
El caso más famoso es el de Ian Rush, leyenda galesa del Liverpool que en 1987 decidió interrumpir su andadura en el club de Merseyside para fichar por la Juventus. Solo duró una campaña en el cuadro transalpino, que pagó un traspaso récord de la época para un club británico, 3.2 millones de libras. Con el equipo 'red' ganó cinco ligas, tres FA Cup, dos Copas de Europa… pero en Turín se quedó a cero. Dele Alli en Besiktas, Joe Hart en Torino o Ross Barkley en Niza son algunos casos más que, con el paso de los años, han ido alimentando el prejuicio contra los británicos en sus salidas fuera de sus ligas de origen. Hoy, Jude Bellingham y Harry Kane están dejando atrás ese prejuicio.