ELECCIONES A LA RFEF

LaLiga y Mateu Alemany guardan silencio..., pero todos los candidatos a la Federación airean su apoyo

La patronal ha decidido no manifestarse sobre las elecciones y el directivo sigue meditando su implicación.

Mateu Alemany, exdirector de fútbol del FC Barcelona. /AFP
Mateu Alemany, exdirector de fútbol del FC Barcelona. AFP
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Que todavía no haya manifestaciones públicas, incesante información sobre las próximas elecciones a la Real Federación Española de Fútbol o nombres propios sobre la mesa no quiere decir que no haya reuniones en la sombra, movimientos que delatan decisiones o candidatos en busca de gloria. La batalla por el sillón presidencial en Las Rozas ha empezado y se deja notar en las estrategias que cada interesado ya está ejecutando de cara a la configuración de la Asamblea (26 de abril) y a la pelea por la presidencia (24 de mayo). La más novedosa es apropiarse del apoyo de dos protagonistas clave, LaLiga y Mateu Alemany, pese a que ellos mismos han decidido no mojarse por ahora ni decir esta boca es mía.

El plan de LaLiga (con Tebas al frente) ante los próximos comicios es curioso. Mientras que en otras ocasiones ha bajado al barro, ha marcado directrices y ha elegido hasta a algunos candidatos, ahora prefiere cambiar de táctica y ha elegido mirar para otro lado. En su día (2004) fracasó entregándose a Gerardo González Otero, creando con su derrota además una fuerte división en la patronal por la escisión final del pacto en bloque de varios clubes. Con Jorge Pérez (2017) vivió otro disgusto, ya que éste acabó retirándose de la carrera electoral. Peor fue lo de Juan Luis Larrea (2018), que salió escaldado pese a ser un presidente de territorial (un poderío que dicen que es determinante) y enfrentarse a un rival de fuera que acabó tumbándole como Luis Rubiales. Y lo de Iker Casillas (2020) fue la guinda. Pese a reunirse con él en un hotel madrileño de la A-2, el internacional no acabó de convencerse, frustrado porque ningún barón se atrevió ni siquiera a verse con él en privado para no poner en riesgo su puesto.

Aun así, cada pre-candidato asegura ahora tener el visto bueno de Tebas -aunque sea por intermediarios- y, por consiguiente, el respaldo de la patronal. Pedro Rocha es el que más motivos tiene para poder airearlo, ya que la comunicación entre la RFEF y LaLiga ha pasado de inexistente a totalmente fluida. De hecho, algún federativo de peso recalca que hay dos hechos que confirman estas nuevas relaciones: el hecho de que la Federación haya desistido de los pleitos con LaLiga por CVC y el silencio de LaLiga, pese a que impugne luego por decoro, sobre el menor peso que van a tener los clubes profesionales en la Asamblea de 143 miembros, respecto a otras elecciones, pese a haber sumado el fútbol femenino (20; 9 de Primera, 3 de Segunda y 8 de LaLiga F).

Eva Parera, en su círculo catalán, también asegura que LaLiga, entre otros, es la que le ha animado junto al PSOE y la ministra Pilar Alegría a dar el paso de presentarse, algo que todavía no se ha producido oficialmente y que la mantiene en la sombra como posible tapada o sorpresa, junto a perfiles con menos opciones de triunfo como el del periodista de COPE Carlos Herrera. Parera es hija del que fuera directivo del FC Barcelona en las presidencias de Josep Lluís Núñez y Joan Gaspart, Anton Parera, y eso le abrió, le abre y le podría abrir muchas puertas. De hecho, también ha coincidido con Javier Tebas a lo largo de su trayectoria (y lo repite para que nadie lo olvide), ya que asesoró al Alavés o Badajoz y ha llevado asuntos variados de futbolistas.

Según los que le conocen bien y le avalan, a Salvador Gomar (presidente territorial de la Comunidad Valenciana) también parece que le han dado alas desde LaLiga a su intención de presentarse desde septiembre. Primero, por el hecho de haberse distanciado de Rubiales a tiempo, que es el que le dio apoyo y cobertura para vencer a David Albelda en el Mediterráneo. Segundo, por poner en marcha en su autonomía un proyecto revolucionario sobre el fútbol femenino (Valenta), que estudia la FIFA y que será premiado este jueves en los premios Golsmedia en los que estará presente la Federación. Y tercero, también por su vínculo valenciano con Javier Gómez, director general corporativo de LaLiga y mano derecha de Tebas.

De todas las alternativas posibles en este proceso electoral, quizás los que menos se cortan a la hora de ensalzar la buena relación con LaLiga, por su evidencia, son aquellos que mejor trato con la casa han mantenido en los últimos años y que más veces se han dejado ver públicamente con los directivos de la institución. La terna formada por Gerardo González, Javier Lozano e incluso David Jiménez han gozado siempre del apoyo de LaLiga en diferentes proyectos y luchas, la mayoría de ellas con la RFEF de Rubiales enfrente. Por eso, sus asesores no tienen reparos para señalar lugar y hora a la que se producen las reuniones contrarreloj, de dónde vienen los consejos más sesudos y cómo se toman las decisiones para elegir la rueda buena.

Mateu, otro clavo ardiendo

Algo similar a lo que sucede con LaLiga se está viviendo también con la figura de Mateu Alemany. Pese a que en un principio el exdirector de fútbol del Barcelona sonaba más como posible candidato a la presidencia -algo que ha valorado y no está descartado-, últimamente ha ganado fuerza como pieza determinante dentro de alguno de los equipos que presenten proyecto, sobre todo como director general o CEO. Éste era un suspiro que se avivó dentro de la propia Federación con la salida de Rubiales y la limpia que poco a poco se ha ido haciendo en la Ciudad del Fútbol, pero ahora esa hipótesis en forma de ilusión se ha contagiado al resto. Todos los pre-candidatos ven a Mateu como un pilar y, sobre todo, como un refuerzo de lujo y caballo ganador para las elecciones pues su nombre aglutina tanta unión como esperanza. Alguno se jacta de que ya ha habido contactos para hacerle alguna proposición decente y otros señalan que le pedirán una reunión de trabajo cuanto antes.

Mateu tendría cabida hasta en el proyecto de Rocha. Entre otras cosas porque el extremeño, por su edad (casi 70) y experiencia, podría quedar más como cargo representativo y de consenso, dejando a Mateu como el cerebro de la RFEF una vez que Andreu Camps fue despedido y que Elvira Andrés y Alfredo Olivares le suplieron de forma interina. Con Gomar también hay una relación de hace muchos años, con el Valencia como nexo de unión y con una intentona que hizo el propio Mateu en 2008 -de la que siempre estuvo al tanto Gomar- para plantar cara a Villar y que al final no llegó a materializarse. El resto de alternativas también tienen al balear en sus oraciones, pero si algo tiene claro Alemany es que no se va a ligar nunca a proyectos dudosos, broncos, sectarios o que vengan a manchar su buen nombre por el ansia del poder. El mundo del fútbol le quiere dar cobijo en otros puestos de mando más saludables y mejor pagados -sobre todo en la dirección deportiva-, así que si decide dar el paso de involucrarse en la futura Federación será para cambiar de verdad las cosas, que haya progreso y, sobre todo, paz entre instituciones. Por eso duda tanto.