ARABIA SAUDÍ

La paradoja de los jugadores europeos adaptados al Ramadán en Arabia: "Alguno ganará un kilo o dos"

Para muchos jugadores de renombre, este será el primer Ramadán que viven en un país mayoritariamente musulmán. "Por primera vez los futbolistas se tendrán que adaptar a los horarios musulmanes", dicen.

Laporte, durante un partido con el Al-Nassr. /REUTERS
Laporte, durante un partido con el Al-Nassr. REUTERS
Jonathan Ramos

Jonathan Ramos

Si hay una fecha señalada en el calendario de los musulmanes, ese es el mes de Ramadán, y en los futbolistas no podría ser menos. Este año, el rito más sagrado en el Islam se inició el 10 de marzo y terminará el próximo 9 de abril en el 'Eid al-Fitr', la festividad que pone fin a un periodo lleno de espiritualidad y sacrificio. Durante este parón de selecciones, se han visto y se verán diferentes futbolistas romper el ayuno poco antes de saltar al campo. Una imagen completamente distinta a la que se ve en las ligas de los países árabes.

Este es el primer año en el que futbolistas como Neymar, Laporte o Gabri Veiga se verán afectados por el Ramadán desde que la Saudi Pro League irrumpiese como un elefante en una cacharrería el pasado verano. Sí, digo afectados, porque por primera vez en su carrera jugadores de su calibre son los que se tendrán que adoptar a la cultura islámica durante un mes tan sagrado. En la larga lista de futbolistas que han aterrizado en Arabia Saudí hay varios musulmanes que están acostumbrados a esta práctica, como son Karim Benzema, Yassine Bono o N'Golo Kanté.

Para ellos, el Ramadán será más sencillo que otros años, pues toda la liga se adapta a los tiempos de ayuno y descanso habituales en la población musulmana, que es la mayoritaria en el país. "Hasta ahora estos jugadores tenían que perder horas de sueño y entrenar deshidratados y con seis horas de ayuno por los calendarios de Europa. Por primera vez los futbolistas se tendrán que adaptar a los horarios musulmanes", relata un intermediario saudí.

«Por el día nadie trabaja, es un desierto»

Además de los cinco rezos diarios - uno al amanecer, dos de ellos durante el ayuno, uno al romperlo y el último antes de dormir - los musulmanes no pueden beber ni ingerir alimentos mientras el sol reine en el cielo. En Arabia Saudí, los practicantes del Ramadán han promediado unas 12 horas de ayuno diario. Por suerte para ellos, durante este periodo el país modifica los horarios de trabajo para hacer más llevadero el sacrificio.

Obreros, oficinistas, fisios, entrenadores o futbolistas ven cómo las organizaciones para las que trabajan adelantan o arrastran las horas de trabajo para realizar el mínimo esfuerzo durante las horas de sol. En el caso de la Saudi Pro League, la cosa se agrava, ya que involucra el deporte de élite. "Por el día nadie trabaja, la ciudad deportiva es un desierto. A veces se teletrabaja y otras se hace por la tarde-noche, así se puede romper el ayuno y beber sin problema", comentan desde el cuerpo técnico de un equipo de la SPL.

"Los futbolistas que no hacen el Ramadán y quieren seguir con sus hábitos suelen acudir a su propio equipo personal para trabajar en casa o llaman a otros que tampoco lo hacen", añade un español desde el país árabe. Todas las fuentes consultadas coinciden, los jugadores europeos que han llegado este año se han visto ligeramente afectados por los cambios, pero en menor medida que los deportistas musulmanes que sí hacen el Ramadán en Europa.

Mucha curiosidad y algún enfado

Aunque muchos futbolistas de los que llegaron en verano a Arabia hayan tenido a compañeros musulmanes haciendo este ayuno, la curiosidad se ha despertado para más de uno. "En los entrenamientos ves cómo se acercan a preguntar por lo que han comido de madrugada o se interesan por las horas que han dormido sus compañeros", aseguran desde la liga sobre el comportamiento de los 'recién llegados'.

"El respeto que se respira es máximo, sólo hacen preguntas por curiosidad, pero no entran a valorar el rito en sí", prosiguen. Hay que añadir que los futbolistas no son los únicos que viven por primera vez esta realidad. Desde verano han aterrizado decenas de españoles, italianos y europeos en general a los cuerpos técnicos y a las respectivas plantas nobles del país. Ellos también 'meten la pata'. En algún entrenamiento se ha escuchado a un preparador pedir una pausa por hidratación (algo prohibido durante las horas de sol) y posteriormente pedir disculpas por ello. Todo esto, en tono jocoso, por supuesto.

"Por el día nadie trabaja, la ciudad deportiva es un desierto"

Fuentes de un cuerpo técnico saudí a Relevo

En esos entrenamientos, planeados muy temprano, justo después de romper el ayuno sobre las 7:00 o a última hora de la tarde, sobre las 19:00, se ha visto más de una cara larga. "Al llevar 14 horas sin comer, yo noto que no están de muy buen humor. Los jugadores están más irascibles y más tensos. El no comer les cambia el estado de ánimo", resaltaba Eduardo Domínguez, preparador físico de Marruecos, en abril del pasado año en Relevo. De esta manera, este Ramadán se ha visto algún enfado durante los ejercicios físicos, algo sobre lo que los jugadores de fuera estaban sobre aviso. "Son enfados más por frustración que otra cosa. No va más allá", terminan.

Cambio de horarios... ¿y subida de peso?

Suena a chiste. Parece una tomadura de pelo, pero desde el país árabe lo dicen muy seriamente. "Entre los jugadores que no hacen el Ramadán alguno que otro ganará un kilo o dos", afirman desde el cuerpo técnico de un club de la Saudi Pro League. La situación se plantea cómica, mientras decenas de compañeros ayunan durante 12 horas, con la reducción de peso que eso supone, otros lo ganarán. La explicación es sencilla. "Los entrenamientos son muchísimo más suaves y cortos durante este mes. Si los jugadores no musulmanes no controlan su ingesta es bastante sencillo que ganen peso. La actividad física baja drásticamente si no se entrenan por su cuenta", argumentan.

"¡A ver quién le dice que ayune durante el día!"

Fuentes del Al-Nassr sobre Cristiano Ronaldo a Relevo

Pese a ello, los partidos no se prevén más sencillos. Por ahora, no hay ningún estudio científico que certifique que el Ramadán reduce el rendimiento de los futbolistas que lo practican. Es decir, los rivales que se enfrentaran a los megacracks de Europa llegarán a tono a los encuentros. "El cuerpo es inteligente y se adapta a estas situaciones, especialmente cuando los jugadores que lo practican llevan años haciéndolo. Están adaptados a ello", añade Eduardo Domínguez.

Cristiano Ronaldo, un experto en la materia

Uno que tiene más experiencia en el país árabe es Cristiano Ronaldo. El de Madeira ya vivió de primera mano el Ramadán del 2023, durante su primera temporada en el Al-Nassr. Esta vez será su segunda vez conviviendo en una liga que adapta los horarios de partidos y entrenamientos al proceso religioso, algo que no ha cambiado su rutina años atrás. Como explican fuentes con conocimiento de causa, el futbolista portugués es una persona de costumbres que repite de forma sistémica los métodos que ha ido desarrollando durante su carrera.

El delantero ha sido siempre uno de los jugadores que antes llegaba a la ciudad deportiva en sus respectivos equipos y en su periplo en Arabia no ha supuesto ninguna excepción. Durante el Ramadán, como se ha explicado anteriormente, los horarios se adaptan a las pocas ingestas programadas de los musulmanes y por esto los entrenamientos se retrasan considerablemente como norma general. Ante esto, Cristiano replica lo hecho en años anteriores y se ejercita por su cuenta en su casa en Riad. El jugador alterna el ejercicio físico con el táctico para mantener sus condiciones futbolísticas en un estado óptimo.

Sobre su ingesta e hidratación, tampoco hay variaciones. Cristiano Ronaldo no modifica en nada la nutrición estricta que le caracteriza. "¡A ver quién le dice que ayune durante el día!", bromean dentro del Al-Nassr. El Ramadán no altera en nada su rutina, salvo las horas de descanso. Al pactar los entrenamientos sobre las 7:00 o 19:00, se ve forzado a levantarse antes o a retrasar su hora de dormir. Pese a ello, el jugador respeta el rito islámico y lo comprende, pues lo ha vivido de cerca con sus compañeros en Europa y, además, "es un hombre de fe", como lo describen desde Arabia Saudí.

Sea cuestión de fe o no, los 'nuevos' en Arabia Saudí han acatado sin problemas las variaciones que van a sufrir durante 30 días. Sin egos, sin reproches, ni una mala cara que desentone el rito más sagrado de la religión mayoritaria del país. Un mes atípico, pero al fin de todo, un mes más.