Hermanas en las barras bravas: una historia que había que contar
Chacarita, club histórico de la Provincia de Buenos Aires, vivió momentos complicados por culpa de las barras bravas.

A mediados de 2019 una llamativa historia salta a la prensa argentina. "Dos hermanas se pelean por el control de la barra de Chacarita", "la Dueña y la Negra, las hermanas barras que se pelean por el control de Chacarita"... Hablar de barras bravas en Sudamérica es similar a hablar de grupos ultras en Europa. Y el fenómeno en Argentina -en concreto- está tan expandido que en ocasiones deja de ser noticia. Las barras bravas controlan muchos de los aspectos que rodean al mundo del fútbol: aparcamientos alrededor del estadio, puestos de comida, reventa de entradas... En muchos casos, gente del barrio, que hace del fútbol su negocio aprovechando la proximidad. En otros casos, el fútbol es la excusa para que bandas criminales hagan sus negocios ilegales.Pero en este, la historia es peculiar. En un 'mundillo' en el que predominan los hombres, los titulares se los llevaban dos mujeres. Dos mujeres ultras, hermanas y enfrentadas. Es innegable lo noticioso por lo poco común del revuelto de ingredientes.
El podcast 'Hermanas Bravas', producido por La Maldita para Spotify, investigó sobre el asunto, profundizando más allá del simple titular. Su productor ejecutivo, Juan Pablo Abait, cuenta a Relevo cómo se acercaron a esta historia y a sus protagonistas.
"Creíamos importante contar un poco lo que no se decía en los medios convencionales y lo que de verdad pasa dentro de una barra, hacerlo 'in situ'. Los medios, por lo general, se quedan en el titular. Con el podcast podíamos hacerlo más calmado. El barra es muy reacio a los medios, al principio no tuvimos buena predisposición para charlar con ellos", relata.
¿Cómo llegaron a ser jefas de la barra?
Volvemos al año 2019. Partido Chacarita-San Martín de Tucumán, quinta jornada de la segunda división del fútbol argentino. La Policía detiene a varios miembros de una de las dos facciones de la barra, la dirigida por Ana, 'La Negra'. Juan María Lugones, titular de la Aprevide (Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte), declara a la Agencia Télam: "Las responsables (de la pelea) son dos hermanas, 'La Dueña' y 'La Negra'. Angélica y Ana Molina".
Todo surge de la idea de Angélica de eliminar a Ana, su hermana, del 'negocio'. 'Muchinga', marido de Angélica, fue el jefe histórico de la barra de Chacarita durante los años 90 y también formó parte de la comisión directiva del club en los últimos años. Todo queda en familia, para bien y para mal.
'Muchinga' le cedió su lugar al hijo de Angélica, Pablo Pulisic, alias 'Chucky', pero una vez que él fue encarcelado por narcotráfico, ella se quedó al mando, por el miedo a que otras barras se hiciesen con el poder.
Aquel día, cuatro personas fueron detenidas. La Policía confiscó armamento de gran calibre y armas blancas y, según les consta, parte de la barra disidente quería venganza ante la decisión de Angélica de mandar fuera de las gradas a hinchas históricos. La Policía evitó una guerra.
Más tarde, en 2021 hubo otro enfrentamiento. En este caso, 'Chucky' junto a gente de la barra oficial del club, se acercó al lugar donde la barra disidente, llamada 'Somos Familia', estaba organizando un asado. El acercamiento acabó en disparos, golpes y coches destrozados. En este caso, la policía no pudo hacer nada.
Las dos barras, juntas en la cancha
En 2022 se alcanzó un momento de 'paz'. ambas facciones se situaron en gradas opuestas. El club pidió a la Aprevide que las dos barras puedan asistir al estadio siempre bajo un gran operativo policial. Sucedió en febrero. A pesar del clima tenso vivido durante varios años, aquel día todo se desarrolló en paz.
"En la barra de Chacarita, Ana y Angélica mandaban y mandan, tienen poder de decisión, sobre todo Angélica. Pero la visibilidad que tienen es muy escasa con respecto a los hombres, aunque la van ganando. Hemos encontrado muchas mujeres que formaban parte de barras, pero no son tan visibles", afirma Abait.
"Si vos le ofreces a Tarantino una película de la barra de Chacarita, te dice 'No puede ser. Esto es ficción. Esto no es real'", acompaña Pablo Carrozza, periodista especializado en temas de barras.
Dar una entrevista, cuestión de confianza
No parece real, pero sí lo es, aunque desde el lado de las protagonistas quieran quitarle hierro al asunto. 'Chucky' explicó por qué decidió dar la cara ante uno de los periodistas: "Nosotros no damos entrevistas con nadie. Se la dimos al Gallego porque el Gallego trabajó con respeto con nosotros, nunca nos hizo una 'chanchada' (nos la jugó) a nosotros".
¿Pero quién es 'El Gallego'? Periodista, admite que le gusta el periodismo 'marginal', de cárceles, barrios, canchas de fútbol... 'El Gallego' llega a 'Chucky' a través del respeto y las buenas costumbres y así lo cuenta a Relevo: "Estos vínculos tienen que ver con eso, respetar el momento, el espacio, los lugares. Ellos no te están invitando a que vayas, vos estás yendo a 'romperle las bolas' y hay que manejarse en el marco del respeto, no hay que tomar atajos porque no te van a llevar a nada bueno".
'La Negra' rompe el silencio
Durante el podcast 'Hermanas Bravas', Ana rompe el silencio. Se defiende. "Me ensuciaron, me arrastraron, salí en todos los medios…", afirma ante los micrófonos en un bar del barrio, donde se citó con 'El Gallego' y 'El Cuervo'. Y continúa: "Yo nunca estuve peleada con mi hermana, no soy jefa de ninguna barra disidente, no tengo nada que ver con nadie. Simplemente soy una socia más del club. La misma gente del barrio sabe que yo vivo de mi trabajo".
Desde el año 2019, Ana no va a la cancha de Chacarita. Ella misma afirma que dejó de ir porque le hacía daño a su papá y a su hijo, que en televisión decían que era mafiosa, que sabía que su hermana había ido a la cárcel. Pero también afirma que ella nunca tuvo miedo, que no le hizo daño a nadie.
La palabra del hincha
Aníbal Cantero es hincha de Chacarita. De toda la vida del barrio, socio del club, se muestra 'neutral'. Conoce y respeta a Ana, pero también a Angélica: "Es una gran mujer, hincha de Chaca, referente, clienta de mi bar, muy querida en San Martín. Ella y su hermana, me respetaron siempre. La idea de los hinchas es que las dos barras estén juntas".
Sí, Aníbal habla de dos barras, de división. La realidad no se puede ocultar, aunque Ana lo quiera hacer. Por mucho que los medios quieran conseguir visitas con titulares sensacionalistas, la historia tiene un peso y trasfondo, por lo que en parte es cierta. Por eso, los testimonios de 'La Negra', 'Chucky', Aníbal, 'El Gallego' o Juan Pablo Abait tienen su peso. El peso de una historia.