La escena que acabó con Ronaldo vendiendo el Cruzeiro: "No puedo más, ya no me sirve nada"

Primero es la historia; después, lo que se ha venido a denominar intrahistoria. Esta suele tener carga emocional y atesora anécdotas alrededor de la noticia que a veces atraen más la atención del público que el propio acontecimiento. El que sucedió a finales de abril, con la venta del Cruzeiro, sorprendió en Brasil. Ronaldo Nazario, después de dos años y cuatro meses vendió sus acciones (90%) a BPW, la empresa de Pedro Lourenço, que pasó a coger el timón del club. No se hicieron públicas las cifras de la operación pero la prensa brasileña aseguró que rondó los 600 millones de reales (104 millones de euros), lo que supuso 200 millones de reales (34 millones de euros) más que el valor que pagó en 2021. Dos meses después salen a la luz las razones que impulsaron al presidente del Valladolid a soltar el Cruzeiro.

Ha sido el propio Pedro Lourenço, en una entrevista en Globoesporte, quien ha dado los detalles de esas conversaciones que acabaron fructificando en un traspaso de poderes. El primer contacto fue el 12 de abril.Lourenço se encontraba pescando con amigos cuando recibió una llamada telefónica del exdelantero del Real Madrid. Un 3-3 contra el Alianza, en el Mineirao, y ver su imagen ardiendo en manos de algunos hinchas, fueron las dos gotas que rebasaron el vaso.

"Era un viernes por la mañana, Ronaldo me llamó y me dijo: 'Hermano, necesito hablar contigo'. Fue muy claro en la conversación de la semana siguiente. Dijo: 'Ya no puedo más, es mucha presión. Quiero irme, ya no me sirve nada, estoy decepcionado". Y la negociación se cerró en apenas 15 días.

Ronaldo siempre pensó que, si algún día decidiera dar un paso al lado, el primero en la línea sería Lourenço. Tras las primeras conversaciones con el exfutbolista, el empresario buscó el respaldo de su familia. Tuvo que convencer a su mujer, mucho más reticente que sus hijos, fanáticos del Cruzeiro. Ahora está en pleno rastreo del mercado para fortalecer el equipo.

Ese acuerdo puso fin a la segunda vida de Ronaldo en el Cruzeiro, uno de los equipos clásicos de Brasil, menguado en los últimos años. Fue con la entidad de Belo Horizonte cuando hizo su gran debut profesional en 1993. Casi 30 años después, El Fenómeno se convirtió en accionista mayoritario en un momento financiero crítico. "Estaba en la unidad de cuidados intensivos", llegó a reconocer Ronaldo. Redujo las deudas a la mitad y quintuplicó la facturación, según datos ofrecidos en la prensa brasileña. Por eso, eligió este momento para abandonar el sillón.