Un segundo parking para el Clásico y cánticos de "corrupción en la Federación" en Valdebebas

Este Clásico fue diferente. Para muchos, fue la primera oportunidad de ver en directo un partido de fútbol femenino. "Me gusta mucho el Barça, sobre todo el femenino", dijo una aficionada culé que iba acompañada con su padre, vestido del Real Madrid. "Un poco nerviosos, la verdad. Mi hija quería venir a ver a las chicas", decía otro hombre nada más entrar al estadio, acompañado también de su hija.

Tanta fue la expectación que los aficionados que llegaron más apurados de tiempo tuvieron que entrenar la paciencia por el atasco que se formó en la entrada del recinto. Incluso tuvieron que habilitar un segundo parking para que pudieran aparcar una vez se llenó el principal.

Las gradas empezaron a llenarse. La afición del Real Madrid se hizo notar cuando por los megáfonos del estadio comenzaron a recitar los onces de ambos equipos. En el momento de escuchar las elegidas de Jonatan Giráldez los pitidos fueron cogiendo fuerza. Alexia Putellas, a pesar de empezar en el banquillo, fue la más aclamada por parte de la afición. Cuando sonaron los nombres del Madrid, los silbidos se convirtieron en aplausos y la grada se puso en pie, aún más cuando se escucharon los nombres de Athenea del Castillo y de Olga Carmona, las más reconocidas tras el Mundial.

Sobre el campo, el clásico duelo entre Rolfö y Athenea llegó a tener chispas por momentos -recordando al partido de la temporada pasada en feudo blanco- pero esta vez ambas se chocaron la mano tras los lances con más tensión. La afición del Real Madrid era consciente de la importancia del encuentro. "Hoy tenemos que dejarnos el alma. Ganar hoy es lo que nos queda", analizaba un aficionado del conjunto de Toril.

La desesperación aumentó en los primeros minutos, cuando el Barça empezó a dominar el balón. "Si es que no salen", analizó otro en caliente viendo como el Madrid empezó a sufrir las llegadas culés.

Un sector minoritario de la grada principal del Estadio Alfredo Di Stéfano aprovechó la presencia de Montse Tomé, Markel Zubizarreta y Rafael del Amo en el palco para dejar claro el mensaje tras la última investigación abierta a la RFEF. El grupo creció cuando Athenea del Castillo -la jugadora que se llevó la mayor ovación al ser nombrada en el once inicial- recibió la primera tarjeta amarilla del partido tras caerse y reclamar una falta de Rolfö.

En los palcos, volvió a llamar la atención la ausencia de Florentino Pérez y Joan Laporta, los presidentes de ambos clubes. Montse Tomé fue la primera en llegar, con su habitual libreta en la mano, y no dudó en atender a los aficionados que se acercaron a pedirle una foto. Markel Zubizarreta -que volvió a ver a su exequipo en directo- se marchó a pie de campo a atender a DAZN.