LIGA F

Cuánto cobra una árbitra de la Liga F

Tras la profesionalización del arbitraje en 2022, las colegiadas de Primera mejoraron su salario y sus condiciones.

Olatz Rivera Olmedo, árbitra de la final de la Supercopa de España, durante el partido entre el Barça y el Levante en Leganés. /RFEF
Olatz Rivera Olmedo, árbitra de la final de la Supercopa de España, durante el partido entre el Barça y el Levante en Leganés. RFEF
Mayca Jiménez

Mayca Jiménez

14 de septiembre de 2022. Puede que esta fecha pase desapercibida para el público en general del fútbol femenino. Sin embargo, es un día histórico a la hora de hablar del arbitraje y su profesionalización en la Liga F. Un proceso que vino acompañado de una huelga de las árbitras en el inicio de competición de esa temporada 2022-23, la primera en la que echó a rodar de manera profesional esta categoría.

El momento fue crítico, con tensas reuniones en las que tuvo que intervenir el Consejo Superior de Deportes (CSD) para intentar mediar y conseguir un acuerdo que terminó llegando tras suspenderse una jornada de Liga por el parón arbitral.

Todo ello definió nuevas condiciones para las colegiadas a todos los niveles. Tanto en lo puramente contractual como en la formación y apuesta por el arbitraje femenino en España. Aunque para llegar a este acuerdo se vivieron situaciones inéditas. Desde la huelga de las colegiadas hasta una rueda de prensa en la que las propias árbitras explicaron su lucha a los periodistas.

"Se nos ha acusado de muchas cosas, he visto muchos titulares de 'vergüenza, ridículo…'. Vergüenza y ridículo es que tengamos que estar a día de hoy reclamando unas condiciones mínimas. Se ha repetido mucho que las jugadoras son las más perjudicadas y ellas están cobrando. Nosotras sin arbitrar, no cobramos", aseguraron en una conferencia de prensa que tuvo lugar en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, donde el Comité Técnico de Árbitros (CTA) tiene su sede.

Sueldo de una árbitra de Primera División

Tras aquellos días de incertidumbre y negociaciones entre el CTA, con Yolanda Parga, máxima responsable del arbitraje femenino, al frente, y los dirigentes de la Liga F, con la presidenta, Beatriz Álvarez como principal representante, se llegó a un acuerdo histórico. Aunque este consenso no hubiese llegado sin la intervención del CSD, que aportó una cantidad económica para desbloquear la situación.

De inicio, las árbitras pedían alrededor de 21.000 euros anuales la primera temporada para después ir aumentando dicha cantidad hasta alcanzar los 50.000 euros anuales. Estas cifras suponían una sexta parte de lo que cobra un árbitro de Primera División masculina.

Finalmente, las cifras rondan los 25.000 euros anuales para las árbitras principales y 16.000 euros para las asistentes. De este modo, la colegiada principal pasó de cobrar 300€ a ingresar 1.666 euros por encuentro, reduciéndose a 1.006 euros para las asistentes, que cobraban 166 euros hasta la profesionalización del arbitraje.

Por su parte, para la cuarta árbitra quedan 250 euros, lo que también mejora sustancialmente los 84 euros que se les abonaba con partido antes del acuerdo. Además, el CSD se comprometió a pagar 350.000 euros anuales durante tres años para fondos de fin de carrera para las árbitras. Esta ayuda concluirá en 2025.

No obstante, este consenso no acabó con el conflicto arbitral. Las duras negociaciones y tensión vivida entre el CTA, respaldado por la RFEF, y la Liga F, dieron paso a varios problemas en esta línea. Uno de ellos se encontró en los honorarios arbitrales, que variaron de lo pactado en los siguientes meses. La situación fue denunciada por la Liga Profesional de Fútbol femenino en uno de los tantos líos que se vivieron en los últimos años entre la entidad que dirige esta competición y la RFEF, que era responsable de la Liga femenina hasta que adquirió la categoría de profesional.

Después de que las árbitras aumentaran sus salarios se han dado grandes pasos en este sector. Desde la formación en el VAR, que se ha estrenado en el fútbol femenino español para las últimas finales de Copa y Supercopa hasta cursos de todo tipo para mejorar su nivel. Sin embargo, las colegiadas han estado en el foco desde que subieron sus sueldos, condicionadas en gran medida por el crecimiento mediático de esta categoría y por la retransmisión de todos los partidos de Liga F.