El Clásico más polémico y competido no tuvo 'motomamis'

Un Clásico sin apenas 'motomamis'. O, lo que es lo mismo, sin una gran estrella que tirase del carro. Barça y Real Madrid protagonizaron el partido más descafeinado. Con las gradas del Johan Cruyff celebrando un nuevo récord (5.569 espectadores) y la música de Rosalia resonando por las esquinas, quedó un choque en el que ningún equipo quiso asumir más riesgos de los justos y necesarios. La balanza se inclinó para las azulgranas en un encuentro en el que el Real Madrid ha dado un paso al frente en su pulso al Barça. La victorias se decidió por un penalti, polémico, de Athenea sobre Salma. Con ella, el Barça se adueña de la Liga, con el título a punto de caramelo.

La primera parte dejó dos lecturas. El Barça arrancó con intensidad, pero se topó con un Real Madrid muy solidario en defensa. Con Maite Oroz como muro de contención y maniobra sorpresa para frenar a Rolfö, Ivana en su mejor versión y Sousa 'peleándose' con Geyse, su compañera en la selección de Brasil, el partido fue rebajando su intensidad y se mantuvo abierto en todo momento.

Las blancas fueron valientes de inicio, con una presión alta, y poco a poco fueron digiriendo el partido. Sin dueñas al descanso, el duelo murió en el primer tiempo con más miedo que seguridad en la hinchada culé. Las de Toril fueron tomando confianza e incluso protagonizaron tímidos acercamientos a una Paños con un papel más testimonial en los primeros minutos. Pese a esto, faltó ritmo, ocasiones y, sobre todo, gol.

Echó gasolina el Barça en su paso por vestuarios y puso de nuevo al Madrid contra las cuerdas. Pero no logró adelantar al Real Madrid en una carrera de motos que tuvo que decidirse desde el punto de penalti. Un derribo de Athenea sobre Salma rompió un partido en el que las azulgranas se estaban chocando contra un muro. Rolfö no falló desde los once metros y la victoria quedó servida en un Clásico que ya no es tan Clásico. Ganó el Barça sí, pero al equipo azulgrana se le atragantó un Madrid que llegaba en horas bajas y dio la cara.

No fue su mejor partido, pero siempre estuvo ahí cuando el equipo lo necesitaba. Tanto para marear a Kenti y Linda como para decidir el encuentro con un disparo perfecto desde los once metros. Rolfö fue la 'combi' perfecta para el Barça. Segura, estable y acertada. No hubo reproches para la sueca, que ha evolucionado a una versión todoterreno y con más llegada en esta temporada. Ha pasado de 0 a 100 y su nombre ya es parte de la historia.

Si hubiese que elegir a una futbolista empoderada y con carácter en este Clásico, esta no sería otra que Aitana Bonmatí. La mediocentro catalana ha dado un paso de gigante ante la ausencia de Alexia Putellas. Es más madura. Más vertical. Más líder. Y más importante si cabe en el terreno de juego. Su personalidad es única y le hace imparable sobre el verde. En el primer tiempo, las pocas ocasiones claras del Barça llegaron de sus botas. Y su fútbol llenó los 'highlights' con varios regates que dejaron sentadas a futbolistas como Linda Caicedo. Es un lujo verla jugar. Y ella, consciente de que es toda una 'motomami', ya se postula como favorita al próximo Balón de Oro.

No ha terminado de encontrar su sitio Linda Caicedo en el Real Madrid. La colombiana, que recaló en el club blanco hace apenas un mes, dejó dos caras ante el Barça. En su tercera titularidad seguida y a sus 18 años, se mostró desbordada en el primer tiempo. Mucha defensa y poca diversión para una futbolista que desborda explosividad. La liberó Toril en el segundo tiempo y, como extremo zurda, empezó a desenvolverse mejor. No obstante, la ambición fue un delirio de grandeza y, pese a ella, se quedó sin un papel más decisivo en el partido.

'Es mala amante la fama y no va a quererte de verdad". La canción de Rosalia se ajustó a la perfección con Misa, destacada en su equipo. Segura bajo palos, la portera no cedió errores atrás y ni siquiera los cánticos en su contra desde la grada, con el capítulo de su polémica con Aitana en la memoria reciente, la sacó de su posición. Misa aguantó el chaparrón y poco pudo hacer en un penalti lanzado con fiereza. La canaria no pudo mantener su portería a cero en esa pelea por el Zamora. El premio, por el momento, se mantiene en dominios de Sandra Paños, su guardameta rival en este partido.

"Que si estoy en esto es para romper", canta Rosalia en su canción Sakura. El Real Madrid se marchó del Clásico con la sensación de empezar a dar un golpe sobre la mesa. Llegó hace tres años al fútbol femenino y su camino para acercarse al Barça está siendo duro. Derrota tras derrota, la idea que quedó de las blancas tras este encuentro no fue un equipo destruido como en otras ocasiones. Las de Toril mantuvieron el tipo y firmaron su partido más competido al Barça.