FÚTBOL FEMENINO
El fútbol femenino se convierte en una carta maestra en el límite salarial del masculino mientras Liga F sigue a la espera de crear uno propio
A partir de la 2025-26, el gasto de esta categoría pesará menos en el tope salarial del masculino.
¿Hay límite salarial en el fútbol femenino? La respuesta se topa con una hoja casi en blanco. Y merece una pausa en el camino para entender el contexto de esta categoría, su crecimiento, su profunda relación económica con el fútbol masculino y los retos que invitan a reflexionar sobre el qué y el cómo a corto plazo. Con una preocupación creciente de los clubes y actores del sector ante una falta de equilibrio e igualdad de condiciones que afecta de manera directa al rumbo de la competición femenina, desde la que se busca una rentabilidad total que está siendo difícil de conseguir.
Vamos por partes. En Liga F, por el momento, no hay una norma que marque un límite salarial determinado. O, lo que es lo mismo, no existe una cantidad máxima fijada según cada caso para gastar en fichajes y salarios de la plantilla deportiva y evitar problemas económicos en los clubes. Y, de paso, se evitarían gastos astronómicos que pusieran en riesgo la propia competición.
Según ha podido saber Relevo, en la entidad que rige la Primera División del fútbol femenino español tienen esta idea sobre la mesa como uno de sus pasos de futuro. No obstante, todavía no se contempla una fecha para poner en marcha esta medida. Sí que hay un Comité de Control Económico, tal y como se indica en sus estatutos, y se exigen una serie de requisitos monetarios para los equipos participantes.
Una petición del Dépor
Mientras tanto, en el masculino han movido ficha y han dado un primer paso, propuesto por el Dépor y aprobado por LaLiga, de cara a una mayor independencia, cogida con pinzas, obviamente, y más centrada en lo económico. Según indican fuentes del club gallego a Relevo, la entidad presidida por Juan Carlos Escotet peleó para que el gasto de su equipo femenino no afectara a su tope salarial tras ascender a Segunda División. La intención de los coruñeses se cumplió a medias, con un nuevo cambio en las condiciones del control económico de LaLiga: la variación del artículo 44.4.8 del control económico.
Según lo que se establece en las normas de elaboración de presupuestos de clubes/SADs, actualizadas a 27 de noviembre del 2024 y publicadas en la página web de LaLiga, sería: A efectos de cálculo del Límite de Coste de Plantilla Deportiva, el Órgano de Validación, a solicitud del Club/SAD, podrá ajustar el importe correspondiente a los gastos directamente atribuibles a las actividades del fútbol femenino, según las reglas del Anexo D.5.c) del Libro X del Reglamento General de LALIGA Nacional de Fútbol Profesional, en la medida que estén cubiertos por Aportaciones, según se definen en el artículo 81. Este ajuste tendrá como importe máximo el 2% del Importe Neto de la Cifra de Negocios en Primera División. En Segunda División, el máximo será del 5% del Importe Neto de la Cifra de Negocios. Todo ello con el máximo de DOS MILLONES de euros (2.000.000 €) en cualquiera de ambas Divisiones.
Según indican desde el club gallego, el cambio acordado en febrero establece que el dinero invertido en el femenino computará un máximo de un millón de euros en Segunda, manteniendo esos dos millones en Primera. Cabe recordar que no han sido los únicos que habían reclamado eliminar este peso de su tope salarial. También el de sus filiales u otras disciplinas, también incluidas como gasto en esta partida. Y, por ende, cuya inversión reduce el músculo económico de los clubes en LaLiga.
Muchos clubes de LaLiga se han visto frenados por este punto a la hora de apostar de manera decidida por sus secciones femeninas y solicitaron en varias ocasiones que no computara el gasto del femenino en el del masculino. De hecho, se han producido situaciones recientes en las que este asunto ha cambiado el rumbo de varios equipos. Por un lado, están los que perdían músculo en su sección masculina para mantener su apuesta por el femenino. Por otro, hay casos que recortaron en las secciones femeninas para darle más fuerza a su proyecto masculino en Primera o Segunda.
Ahora bien, ¿cómo afectará esto al fútbol femenino? La respuesta es según. Según a quién le preguntes, lo primero. Porque existen opiniones para todos los gustos. Según las circunstancias de cada caso. Tres de los 16 clubes de Liga F son independientes: Levante Badalona, Madrid CFF y Costa Adeje. Por lo que se abre otro escenario de dudas para ellos. Y según cómo avance el fútbol femenino en este sentido, bajo la promesa de que este cambio favorecerá una mayor inversión. Sobre ello, ni LaLiga ni Liga F han querido dar declaraciones de lo que se espera tras ser consultados por Relevo.
La necesidad de regular todo: «Es un cachondeo»
Desde los clubes, independientes o no, se repite una idea: la necesidad de medidas que resuelvan los problemas económicos que afrontan algunos clubes. En otras palabras, que se regule todo, con un control más exhaustivo. Como ocurre en el masculino. "Es un cachondeo", critican desde un club al referirse al problema que afrontan por los fichajes o sueldos desorbitados que han ofrecido equipos de la zona media de la tabla.
Cabe recordar que el límite salarial de LaLiga, pilar del control económico en la competición, surgió en 2013 debido a los graves problemas financieros que atravesaban numerosos equipos españoles, muchos de ellos al borde de la quiebra. No es que sea la misma situación en el femenino. Por el momento, claro. Porque las dificultades económicas están al orden del día en esta categoría. Sin embargo, la amenaza de que pueda repetirse se rebaja en gran medida gracias, en parte, a pertenecer y depender de grandes entidades del fútbol.
Sin ir más lejos, la pasada temporada hubo problemas para afrontar el pago de los salarios en varios equipos de Liga F y entidades como el Levante o el Betis, entre otros, anunciaron y efectuaron recortes para aliviar el peso de su equipo femenino en el masculino. Una inercia a la que parece que también se subirá el Barça, el mejor equipo de la categoría. El club aplicará un ahorro, con menos presupuesto, en todas sus secciones, tal y como pudo saber Relevo. Y el fútbol femenino no va a ser una excepción. Aunque su éxito económico es más que real, siendo la única sección solvente de los últimos años.
Un debate abierto y una situación llena de interrogantes
En este escenario no es un secreto que, en la actualidad, el gran problema está siendo la falta de equilibrio económico tanto en los clubes femeninos como en Liga F, a la que les está costando cerrar un main sponsor que aporte un nuevo pilar monetario para la categoría. Los pasos en todos los sentidos son lentos y desde la entidad que rige la máxima categoría del fútbol femenino español piden paciencia para construir un proyecto sólido que camine hacia esa deseada independencia del masculino. Y también de las ayudas públicas. Algo que, por el momento, se antoja complicado.
Por su parte, la noticia aparece como un soplo de optimismo para algunos clubes. Para otros, genera dudas y frustración, con la sensación de que puede ser otro lastre para los equipos independientes. Y hay quien lo ve peligroso porque supone seguir "dopando" a las secciones femeninas con dinero del masculino sin perseguir la rentabilidad.
"No sé si va a producir un cambio porque la norma, al menos lo que está publicado ahora mismo en la web de LaLiga, te dice que esa aplicación de los dos millones en el fútbol femenino afecta siempre que se cubra con una ampliación de capital o una donación. No me parece que sea un cambio muy grande porque, para que no te compute el dinero del femenino en el límite salarial, tienes que ponerlo directamente con una ampliación de capital", explica a Relevo el periodista especializado en Control Económico, Roberto Bayón.
Ahora, el debate está abierto y habrá que esperar a la próxima temporada para saber, ya sobre papel, cómo sienta el cambio en el límite salarial al fútbol masculino. Además de ver cómo avanzan, en esta línea, en Liga F, con un límite salarial que aparece como asignatura pendiente.