Maite Zubieta y el sentimiento que no se puede explicar en el Athletic: "Lo llevas dentro"
La jugadora del Ahtletic habla en Relevo sobre el equipo rojiblanco y su debut con la Selección.

Son días intensos en el Athletic Club. Entrenamientos, fotos, atención a medios... "Perdón que te he hecho esperar", se disculpa Maite Zubieta (Busturia, 2004) al otro lado de la pantalla desde Lezama, la ciudad deportiva donde se forjan muchos de los sueños de tantos niños y niñas de todo Euskadi. "Al final vives en este entorno, lo llevas dentro. Tanto en casa como en la ikastola -escuela donde se enseña en euskera-. Una vez que entras aquí, es lo más repetido", cuenta la centrocampista, intentando encontrar las palabras adecuadas para hacer llegar ese sentimiento a los que vemos y vivimos el club desde fuera. También lo deja claro: "Del Athletic desde pequeña".
Ese sentimiento de pertenencia es una de las claves que hace que el conjunto de David Aznar -también el equipo masculino de Ernesto Valverde- estén peleando en la parte alta de la clasificación de sus respectivas competiciones. "Es la parte principal de que los jugadores luchen por un mismo objetivo, que es el de defender este escudo y este club que tanto significa para nosotros", dice.
Además, ella ha tenido la suerte de tener cerca a exjugadoras que les han hecho ver lo que significa el club, desde que 'Tzibi' (Aitziber Juaristi) se acercó a Maite después del final de un partido que ella jugó con su equipo "el Gernika", cuando era cadete, para darle la noticia de que iba a entrar a formar parte del equipo, hasta cuando tuvo a Iraia Iturregi como entrenadora.
"Es una leyenda del femenino en este club. Cada persona que ha pasado por aquí te hace saber lo afortunadas que somos de poder vivir esta experiencia, de poder estar rodeadas de toda esta gente que forma parte del club, tanto desde servicios médicos hasta el de seguridad. Es una oportunidad y, probablemente, no vayamos a estar tan bien cuidadas como estamos aquí en ningún otro lado", asegura Maite.
A todo el sentimentalismo y la calidad de una plantilla joven, mezclada con algunas jugadoras veteranas que "nos intentan guiar un poco en el camino de las cosas que debemos ir aprendiendo poco a poco para ir asentándonos y competir al máximo nivel", se sumó la experiencia de David Aznar al banquillo rojiblanco, quien llegó en verano de 2023: "Nos ha inculcado esa ambición que tenemos que tener en un equipo y en un club así. A raíz de su llegada hemos empezado a competir realmente en esta categoría, en esta liga. Te diría que ese ha sido su principal, no objetivo, pero sí lo que más nos ha transmitido. El querer luchar en cada partido y hacerle frente a los equipos más grandes".
El Athletic, a pesar de haber caído recientemente e inesperadamente en la Copa de la Reina -esta entrevista fue hecha antes del encuentro ante el Cacereño- es uno de los equipos más en forma de Liga F, donde se encuentra en quinta posición con 23 puntos y empatada con la Real Sociedad, que tiene un partido menos: "Somos un equipo muy joven. Vi algún Tweet de que casi todas las que habíamos participado tanto en goles y asistencias (en la victoria por 2-5 ante el Sevilla) éramos jugadoras de menos de 23 años, creo que fue algo así. El año pasado pecamos muchas veces de esa falta de madurez en esta competición. Podremos ser muchas las que somos pequeñas, pero tenemos jugadoras importantes como Leire, Maddi, Mariasun, Nahikari... Que llevan mucho tiempo en esta liga y en esta categoría y nos intentan guiar un poco en el camino de las cosas que debemos ir aprendiendo poco a poco para ir asentándonos y competir al máximo nivel en este club y en esta liga".
El objetivo principal del Athletic "siempre ha sido continuar con lo que hicimos la temporada pasada". "Mejorando los pequeños detalles de intentar no dejarnos puntos en partidos que a priori estaban siendo más beneficiosos para nosotras, por falta de experiencia, y que al final hemos empatado o perdido. Intentar pulir esos detalles de sacar el máximo rendimiento y ser constantes sobre todo, porque sí que el año pasado tuvimos un comienzo de liga un poco irregular. Este año en cuanto a sensaciones ha sido un poco parecido, pero es verdad que ahora estamos mucho mejor, intentando encarrilar este camino", explica la pivote rojiblanca.
Además, su sonrisa se hace más grande al hablar de la posibilidad de competir en Europa: "Es un objetivo muy ambicioso que tenemos que tener. Viéndonos competir y los resultados que vamos obteniendo, es algo que tienes que tener en mente. Lo más importante a día de hoy es seguir currando, seguir intentando sacar el máximo de puntos y si se da la oportunidad y gracias al trabajo que hemos hecho durante la temporada podemos conseguir una plaza, eso sí que no te lo podré explicar la ilusión y las ganas que nos haría de poder competir en una competición así".
El debut con la Selección absoluta: «Salí atropellada por nervios»
El 2024 será un año que Maite Zubieta nunca olvidará. Fue durante un entrenamiento previo al último parón de selecciones cuando David Aznar, tras reunir a sus jugadoras en círculo, anunció que había salido la última convocatoria del año de Montse Tomé: "Primero dijo el nombre de Adri (Nanclares), todas empezamos a aplaudir porque estábamos muy contentas por ella y luego ya dejó un poquito de espera, comentó que había una jugadora nueva y cuando dijo mi nombre fue una ilusión increíble. No me lo esperaba que iba a ir". De hecho, mucha gente echaba en cara a Maite el no haber dicho nada antes. "¡Pero es que no tenía ni idea!", dice entre risas.

Maite pudo compartir la experiencia con su compañera Nanclares, quien ya había viajado antes con la Selección. Juntas aprovecharon el viaje en avión hasta Madrid para relajar los nervios: "Me dijo que hiciera lo que estaba haciendo aquí en el club y que así todo iría bien". Una vez allí y a pesar de tener experiencia de sobra en las categorías diferentes, sintió que fue "un cambio increíble en cuanto al ritmo de juego, la calidad de las jugadoras, la toma de decisiones": "Los primeros días estaba un poco expectante a dónde me puedo meter, dónde no, intentando hacer las cosas bien. Hay un cambio increíble que se nota, por mucho que hayas estado en las inferiores durante los años anteriores. Es un salto de nivel y un salto de calidad, uf, increíble".
Una vez allí también pudo contar con la ayuda de Patri Guijarro, una de las jugadoras en las que más se fija Maite y con la que ha podido compartir puesto en la Selección: "Es una jugadora que te salta a la vista cuando ves los partidos que ella está compitiendo. Desde fuera todo parece 'guau, qué bien', pero vivirlo desde dentro no te sabría explicar. Mientras que entrenaba me impresionaba la habilidad que tenía en general. Salir de situaciones, hacer las cosas de la manera en las que las estaba haciendo. A mí me dejó prácticamente boquiabierta".
Las más veteranas también aprovecharon para darle la bienvenida y ayudarla en sus primeros días: "Te dan esa tranquilidad con mensajes positivos. Te viene muy bien. Llegas allí como nueva, llegas allí nerviosa, obviamente. El que una de las piezas fundamentales, como puede ser Patri, te diga que estés tranquila, que estás bien... es algo que te ayuda a seguir para adelante y a intentar hacer las cosas aún mejor".
Maite debutó ante Corea del Sur tras saltar al campo en el minuto 74: "La verdad que salí al partido un poco atropellada en cuanto a los nervios. Calentando me veía más tranquila, pero en el momento en el que te llaman y sales al campo... estuve un poco atacada de nervios, pero una vez que estás dentro ya con calma, sobre todo intentando ayudar al equipo desde tu posición y disfrutar, que es lo más importante una vez que llegas a ese sitio. Disfrutar del partido, de las compañeras con las que lo estás haciendo y tener recuerdos bonitos para cuando pasen los años".
La tensión, los nervios y la fatiga hicieron que Maite terminara el partido más cansada de lo normal. "No sé cuánto jugaría, ¿quince minutos? Terminé con los gemelos de los nervios y del agobio que tienes al salir que parecía que había jugado tres partidos seguidos, porque sales acelerada, con ganas de intentar ayudar al resto. En ese sentido muy atacada, pero luego ya me relajé un poco más", se ríe al recordarlo.
A pesar de todo, y echando la mirada hacia atrás durante este último año, Maite se queda con los recuerdos que tiene de los partidos jugados en San Mamés: "Pasas de ser una aficionada más a que te estén animando a ti desde dentro. Desde las luces, ver a tu familia y amigos en la grada... Eso te remueve un montón. Es de mis momentos favoritos de la temporada". Con la Selección, tampoco olvidará el Mundial Sub-20 que vivió en verano: "Aunque no pudimos llegar a la final, fue una experiencia muy bonita de la cual aprendimos mucho en cuanto a equipo y personas y yo creo que esas dos serían mis selecciones de este año".