El último baile de Mariona, Sandra Paños y Jonatan Giráldez fue 'mes' que un homenaje: manita de goles, lágrimas y un gran regalo

Estaba escrito. El Barça tenía que ganar con Paños como titular bajo palos, con Mariona en el once, siendo una de las goleadoras en su último partido en casa, con sus Pichichis repartiendo dianas y con Mapi León volviendo a jugar 200 partidos después de su lesión. Fue un día mágico, con tantos, hasta cinco, emoción (el Betis se puso 2-1) y lágrimas, con la triple despedida sobre el verde, ante su hinchada, de Paños, Mariona y Giráldez.

"No tengo palabras para todo lo que he disfrutado. Ha sido un viaje increíble", aseguró la balear, que se despidió de la que ha sido su casa durante diez años. Del lugar en el que ha ganado 25 títulos y ha hecho historia siendo parte de uno de los equipos de leyenda en nuestro fútbol. De sus botas salió el 2-0 ante el Betis. No había nada en juego, con el título de Liga F en el bolsillo desde hace un mes, pero a Mariona le pudo la motivación de irse con un gol. Ha anotado un total de 115 tantos como culé. Un 115 que fue muy emotivo, como sus últimos días en el Barça, con rueda de prensa entre lágrimas incluida.

Tras mandar la pelota a la red, después de un penalti cometido de Carla Armengol sobre Marta Torrejón, Mariona se llevó la mano al escudo e hizo el gesto de quien acaba de firmar uno de los goles más especiales de su carrera. Antes de sumar el segundo del encuentro, Claudia Pina dejó encarrilada la victoria con un tanto en el minuto 26. La delantera catalana dejó un aviso en forma de tiro al palo en los primeros minutos y no falló en esta ocasión con un tanto que tuvo suspense, tras picarla desde la izquierda y superar a Vizoso.

El Betis, con la salvación en juego, no bajó los brazos y recortó distancias en una gran contra iniciada por Nuria Ligero, que la puso para Carol Férez y esta, con un pase medido, la dejó para Jùlia Aguado. La valenciana le ganó en el duelo individual a Jana Fernández y batió a Paños,que se marchó poco después con ovación como la mejor portera de la historia del Barça (23 títulos) para dar paso a Gemma Font.

El Barça, que había rotado y sólo repitió dos piezas de su once en la final de la Champions (Patri Guijarro y Mariona), dio paso a varias de sus estrellas. Salieron, entre otras, Salma Paralluelo y Graham Hansen, que se dieron cita con el gol, con dos y uno anotado, respectivamente, para empatar en la carrera por el Pichichi. Sin embargo, de las suplentes hubo un nombre que resonó con más fuerza: Mapi León.

Seis meses después de su lesión en el menisco de su rodilla, la central española volvía a jugar. El barcelonismo le echó de menos durante 200 días. Una espera que acabó con su entrada en la segunda parte, entre los goles de un Barça que sigue sin perder en esta Liga F. Le queda una última jornada para cerrar este torneo invicto y como campeón de todo. Por lo pronto, ya se ha despedido con una gran fiesta, y 5.162 espectadores en la grada. Nadie se movió tras el pitido final, con un Betis que tendrá que esperar a la última jornada, en Tenerife y ante el Costa Adeje, para certificar su permanencia (están a tres puntos del Granada, que marca el descenso).

Todo el mundo esperó a que Mariona, Paños y Giráldez, en este orden, fueran homenajeados y manteados por todo el equipo. Además, recibieron un regalo del club en forma de escudo. Los tres lo miraron con ilusión y leyeron su leyenda, con un distintivo que acaparó las miradas de las jugadoras. El técnico, que ha dirigido a una plantilla de leyenda, cerró la noche con música, pidiendo un último baile juntos para cerrar su bonita historia de la mejor manera.