El hotel al que el Barça no volvió tras el fallecimiento del padre de Mariona: "Agradezco no haber tenido que revivir esa pesadilla"
La exfutbolista blaugrana recuerda uno de los capítulos más tristes de su vida en su libro 'Mariona Caldentey: cómo hemos cambiado la historia'.

"Mi padre falleció de forma súbita el 4 de noviembre de 2018 [...] El Barcelona jamás ha vuelto a aquel hotel al lado de Paterna aunque por ubicación es ideal, pegado al campo. Pero esta es una norma no escrita en el Barça y agradezco no haber tenido que revivir esta pesadilla".
El primer capítulo del libro 'Mariona Caldentey: cómo hemos cambiado la historia' - escrito por la periodista Laia Coll- es un puñal directo al corazón. El relato sobre el fallecimiento del padre de la campeona del mundo pone la piel de gallina.
Han pasado más de seis años desde aquel día. "Era medianoche. Yo estaba en Valencia concentrada con el Barça porque al día siguiente jugábamos a la 1 del mediodía en Paterna, la Ciudad Deportiva del Valencia. Por la mañana me desperté sin ninguna alarma, pero me desvelé porque me pareció que alguien llamaba a la puerta y lo hice con la extraña sensación de que algo pasaba", recuerda la exfutbolista blaugrana.
Mariona compartía habitación con Patri Guijarro y cuando cogió el móvil vio 30 llamadas perdidas de su madre. A la vez, Leila Ouahabi y Gemma Gili golpeaban la puerta. Su madre la estaba llamando porque su padre se acababa de morir. "'Tu padre, tu padre...' y unos segundos que se me hicieron eternos, hasta que me pudo decir que mi padre había sufrido un infarto y que no habían podido hacer nada", rememora. Miquel Ángel Caldentey no sufría ninguna enfermedad. Falleció con 55 años, de golpe.
Patri continuó la llamada -Mariona Caldentey estaba totalmente fuera de sí, y la puerta de la habitación se quedó abierta. Alexia Putellas, que había perdido a su padre hace poco, Leila y Gemma trataron de consolarla.
El equipo se puso en marcha y nadie se acordaba del partido. Tal y como relata el libro, Pilar -la madrina de Mariona- ya esperaba en el aeropuerto de Valencia para que Mariona no viajase sola a Felanitx. Mariona recogió y bajó a la recepción del hotel: "Recuerdo estar bastante serena, como si no fuese consciente de nada, y la cara de sorpresa de Fran Sánchez, el entrenador, al verme vestida de calle y con la maleta a pocas horas de jugar".
El Barça le gestionó un taxi a Alicante, porque no había vuelos directos desde Valencia a Mallorca y le dieron total libertad para quedarse en casa los días que necesitase. Al igual que Jorge Vilda para incorporarse a la concentración de la Selección -que comenzaba ese lunes- cuando considerase. Si es que lo hacía. "El Barça nos ayudó en todo. Mi familia siempre estará muy agradecida por todo lo que hizo el club", menciona en el libro.
El partido se jugó y el Valencia y el Barcelona empataron a cero. Pero fue la última vez que el conjunto blaugrana durmió allí. Mañana, a las 12:00h, el Barcelona vuelve a Valencia (12:00h, DAZN) y tampoco dormirán en aquel hotel.
"Por suerte, cosas buenas de la vida, la noche antes había hablado con él. Fue una conversación de uno o dos minutos sin ninguna importancia, hablábamos de si y sabía el día en que jugaríamos contra el Atlético de Madrid para venir a verme. Digo por suerte porque, normalmente, cuando llamaba a casa solo hablaba con uno de los dos, ya fuese con él o con mi madre [...] Aquel día hablaba con mi madre y cuando me dijo de pasarle el teléfono a mi padre no dije nada, lo acepté y ya está, aunque normalmente hubiera dicho que no hacía falta. Hablamos y, sin saberlo, era la última vez que hablaría con él, mi padre".