El último día de Leicy Santos y Ludmila en el Atlético: el pueblo desconocido de Colombia y la apuesta por "una niña de la favela"
El conjunto rojiblanco consiguió entrar en Champions en el día que despidieron, entre lágrimas, las dos jugadoras.

"A mi me da mucha pena". "Es que si hablo lloro". "Lo han sido todo". Algunos aficionados del Atlético de Madrid no querían hablar a cámara con un gran nudo en la garganta. Otros no quisieron quitarse las gafas a la hora de hablar: "Por si se me escapa alguna lágrima". No era un partido más, era el último de la temporada en Alcalá, el último baile de Ludmila y Leicy Santos como jugadoras del conjunto colchonero tras seis y cuatro temporadas respectivamente. "Esta siempre será su casa", repetían los aficionados del equipo.
Las gradas se tiñeron de rojiblanco para vivir el encuentro a pesar del calor y el sol. En la grada había una protagonista: Ludmila. La brasileña no pudo ayudar a sus compañeras después de recibir una tarjeta roja en la jornada anterior ante el Sevilla, aunque poco le faltó para saltar al campo y ser una más. Las ganas y los nervios se apoderaron de ella, pero no dejó de atender a todas las peticiones de los aficionados que se acercaban para pedirle fotos y autógrafos. "Cuánto sufrimiento, madre mía", confesó con la voz rota durante su despedida en el centro del campo, micrófono en mano, tras el encuentro.
Sobre el césped se vieron las dos caras de la moneda. El Villarreal peleando por mantenerse en la máxima categoría, y el Atlético de Madrid con el objetivo entre ceja y ceja de volver a entrar en Champions tras cuatro años quedándose a las puertas. Las de Sara Monforte sufrieron cada ocasión fallada, siendo conscientes de que se alejaban cada vez más de la salvación. Los aficionados del Villarreal que tiñeron parte de la grada de amarillo también acompañaron en el sufrimiento al equipo.
🔥 Ajibade acerca al Atlético a la Champions.
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¡Así lo ha celebrado Ludmila!
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A pesar de los objetivos tan diferentes entre ambos conjuntos, había algo que compartían todos los aficionados en la grada: todos estaban mirando de reojo lo que pasaba en otros partidos. Algún atrevido intentó bromear durante la primera parte: "¡Gol del Levante! Que no, que es broma. Seguimos segundas". Pero al final la broma se hizo realidad y el conjunto granota empezó a hacer sus deberes. La agonía apareció en la grada rojiblanca y también sobre el campo. La tensión se notaba en el banquillo y traspasó al terreno de juego, donde se vieron algunas entradas fuertes fruto de la desesperación de verte contra las cuerdas.
Llegó el gol de Ajibade y se desató la locura. La muleta de Sonia Majarín dejó de ser una con la jugadora del Atlético, que celebró con Banini el tanto. Ludmila saltó del asiento y corrió hasta la barandilla que la impedía saltar al campo para trasmitir su energía a las jugadoras que se acercaron a refrescarse y celebrar el tanto en piña.
🫂 Los mensajes de despedida a Ludmila y Leicy.
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💬 "Esta siempre será vuestra casa".
❤️🩹 Os vamos a echar mucho de menos.
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Terminó el partido y Eva Navarro salió saltando del banquillo despojándose el peto y levantándolo al aire. Arturo Ruíz, quien llegó para cumplir con su deber de meter al equipo en Champions a falta de nueve jornadas, se giró hacia la grada con los brazos en alto recibiendo la energía de los suyos. Leicy Santos y Ludmila se abrazaron. También lo hizo Carmen Menayo, que tuvo que abandonar el partido antes de tiempo lesionada, con parte del cuerpo técnico entre lágrimas. Estallaron las emociones, pero el plato fuerte quedó para el final.
Despedidas y «el discurso más duro» de la vida de Leicy
Tras homenajear a los equipos de la cantera del Atlético de Madrid, llegó el momento que todos estábamos esperando. El adiós definitivo a Leicy Santos y Ludmila. "Creo que es el discurso más duro que he dado en mi vida. Acabo de recordar el día que pisé este campo en 2019, cuando llegó esa niña de Colombia con una ilusión inmensa...", intento resistir Leicy pero no pudo. Se rompió a llorar. "De querer venir a demostrar mi fútbol y mi talento. A mostrarle a la gente que creyó en mí", siguió. Hizo una mención especial y agradeció la confianza a María: "Tú me diste una oportunidad muy grande de ser reconocida en el fútbol español y mundial".
Tras agradecer entre lágrimas a todo el mundo del club, se dirigió a la afición. Algunos aprovechaban las banderas de tela para limpiarse las lágrimas. "Les puedo asegurar que mi corazón, mi mente, mi familia... es una hincha más del Atlético de Madrid. Aupa Atleti siempre", se despidió entre una gran ovación de su gente. Ludmila cogió el testigo de Leicy y caminó por el pasillo que formaron sus compañeras. Lucía Moral intentaba resistir las lágrimas, pero también se le hizo imposible. Así como a Marta Cardona y Lola Gallardo, que vio el momento del discurso con su brazo apoyado en la espalda de Carmen Menayo, ejerciendo de capitanas y animando a la grada mientras hablaba la brasileña.
"No soy muy buena de palabras, como veis. Quiero agradecer a María por apostar en mí, una chica que salió de la favela, a la que nadie miraba o confiaba. Me ha dado esta oportunidad. Gracias a vosotros. No soy muy buena hablando... Quiero también agradecer a los aficionados, que sois los mejores del mundo. Gracias. Muchas gracias. Mi corazón, siempre del Atlético", confesó Ludmila, quien se despidió del club también entre lágrimas y con un abrazo a Leicy Santos que quedará grabado en las retinas de muchos aficionados.