FÚTBOL FEMENINO

Óscar Fernández y su 'divorcio' con el Atlético: "Cuando empezó la temporada, sentíamos que era muy difícil que la acabáramos"

El extécnico rojiblanco habla para Relevo sobre su salida del equipo rojiblanco. "Fue duro", admite.

Óscar Fernández, ex entrenador del Atlético, en una entrevista con Relevo. /RELEVO/SALVA FENOLL
Óscar Fernández, ex entrenador del Atlético, en una entrevista con Relevo. RELEVO/SALVA FENOLL
Mayca Jiménez
Salvador Fenoll

Mayca Jiménez y Salvador Fenoll

Esta es la historia de un desamor en el fútbol. De una relación truncada por un punto en el último partido de una temporada. Un 'efecto mariposa' que daría pie a una tormenta interna que acabó meses después con la destitución de Óscar Fernández como entrenador del Atlético de Madrid. A sus 35 años, el técnico de Villacañas ha logrado cerrar ese capítulo tras un periodo de duelo. Apenas ha podido ver partidos o hablar con gente relacionada con el equipo rojiblanco durante estos últimos cinco meses.

Ahora, se siente fuerte para hablar sobre ello y tiene aún más ganas de "volver al verde". Óscar llega a Relevo tranquilo y liberado. "Estoy feliz", dice. También lo parece. Acaba de ser padre de su primera hija, Lía, y se ha refugiado en ella y en su pareja para sanar las heridas de su dolorosa marcha del Atlético. "No hay mal que por bien no venga y esto me ha servido para disfrutar de ellas estos meses. Estoy estudiando mucho y renovando conceptos de cara al futuro", cuenta, tras confesar que sólo se ve entrenando la temporada que viene. Ni quiere, ni sabe estar parado. Ese nervio que muchas veces muestra en el banquillo se mantiene fuera de él. Aunque necesitó tiempo para resetear tras su ruptura con el Atlético.

"Tuve ofertas para ir al extranjero cuando me despidieron, pero preferí descansar. Ahora estoy valorando todo lo que tengo sobre la mesa y tengo que tomar una decisión. Tengo alguna cosa del masculino y también del femenino. Quiero un proyecto a medio plazo, en el que podamos hacer crecer a la plantilla y a jugadoras jóvenes", desvela. Ya ha pasado página después de un periodo de reflexión tras el que se muestra autocrítico y se sincera sobre todo lo que vivió en el Atlético.

"Todo lo que termina, termina mal. Y si no termina, se contamina más". Óscar recurre a una canción de Calamaro para explicar el final de su etapa en el equipo madrileño. No señala a algo o alguien en concreto. "Todo viene desencadenado de la temporada anterior. Tanto el club como nosotros nos equivocamos en junio. El club no tenía que haber hecho que yo continuara y nosotros tampoco teníamos que haber continuado. El final de la temporada anterior fue difícil, muy duro, por cómo se dieron las circunstancias. El club y el cuerpo técnico se desenamoró y yo siempre digo que cuando te desenamoras te tienes que divorciar. Y no lo hicimos".

No fue un capricho. Tampoco una imposición. Y ni siquiera llega a ser un gran error. Fue la decisión de quien atiende a su corazón antes que a la razón. Su cercanía con las jugadoras, en las que siempre confió y en las que veía un talento que aún podría explotar, o su gran sentimiento rojiblanco, con un compromiso doble para devolver al equipo a Champions, cegaron a Óscar y a su cuerpo técnico. "Cuando empezamos la temporada, sentíamos que era muy difícil que la acabáramos y que en un momento de bache iba a pasar lo que pasó. Cuando el equipo estaba a tres puntos de Champions, nos echan cuando llevábamos un mes con la soga al cuello", reconoce.

"Se firmaron jugadoras jóvenes con una idea más de a medio o largo plazo, pero cuando tú tienes un objetivo tan marcado y definido a corto plazo... necesitas a las mejores jugadoras"

Óscar Fernández

Suspira y recuerda que no todo lo vivido fue malo. El entrenador llegó al Atlético para recomponer el equipo tras su exitoso paso por el Madrid CFF. "Allí fui muy feliz con gente como Andrés, que hacía un trabajo brutal, pero lo del Atlético era irrechazable. Aunque luego también eché de menos cosas que tenía allí, en el Atlético fui muy feliz también", detalla.

El de Villacañas recaló en el club rojiblanco con un bonito reto. No le importó el momento de duda que atravesaba el club rojiblanco, que empezaba a coquetear con una crisis que dejó a tres técnicos por el camino (Pablo López, Dani González y Sánchez Vera) en la temporada anterior. Óscar afrontó el objetivo con ilusión y convicción. Y desembarcó en Alcalá con nuevas ideas y procesos innovadores para intentar devolver al equipo a Europa.

Apasionado del Big Data y de la inteligencia artificial, Óscar Fernández presentó sus herramientas basadas en datos para detectar talento en otras ligas. Fueron las mismas técnicas con las que fichó a Geyse en el Madrid CFF. La brasileña fue pichichi y fue reclutada por el Barça. Con ellas, club y cuerpo técnico trabajaron de la mano hasta ese 15 de mayo de 2022. Ese día el Atlético cayó 2-1 ante el Barça y dijo adiós a su deseo de volver a la Champions por segundo año seguido. A partir de ahí, todo dio un giro.

Se produjo un momento de inflexión en la relación entre el club y el cuerpo técnico. La buena sintonía en la búsqueda de fichajes se rompió. "Tuvimos bastante influencia cuando llegamos. Hay un ejemplo llamativo con Maitane porque el club tenía apalabrada a otra jugadora. Sin embargo, nosotros creíamos que era una jugadora muy importante. Los datos así nos lo decían y fue determinante el informe que entregamos al club pidiendo que fuera ella la mediocentro. En enero, no nos movimos, pero sí que estuvimos trabajando, pero llega un momento, al final de la pasada temporada que prácticamente no quieren nuestra opinión en este sentido. Prácticamente todos los fichajes que se hicieron fueron decisión del club", afirma.

La política del club rojiblanco cambió. "Me preguntaban si me gustaban o no las jugadoras y me daban varias opciones. No era un análisis profundo", puntualiza antes de hablar del cambio de rumbo en la plantilla. "Se firmaron jugadoras jóvenes con una idea más de medio o largo plazo, pero cuando tú tienes un objetivo tan marcado a corto plazo y, además, manifiestas abiertamente que el objetivo es clasificarse para Champions, necesitas a las mejores jugadoras para ello. Eran futbolistas de proyecto de futuro como Andrea Medina, Wifi... Creo que el club debía hacer estos fichajes, que están bien de cara a un proyecto a largo plazo, pero también traer otras futbolistas que dieran rendimiento más inmediato", dice.

Todo ello después de que jugadoras claves como Amanda Sampedro, Silvia Meseguer o Laia Aleixandri, entre otras, dejaran de vestir la elástica rojiblanca. Sus salidas marcaron los primeros meses del vestuario, que acusó sus bajas no sólo en el aspecto deportivo, sino también en lo psicológico. "Teníamos que tener mucha paciencia en el día a día porque las jugadoras que habían venido no estaban acostumbradas a trabajar con la presión que tenían ellas. Y luego, también son jugadoras híper profesionales, que dan ejemplo en el día a día y contagian al resto", remarca Óscar Fernández.

"Empecé a trabajar con Iván, el psicólogo del club, para aprender a controlar los impulsos"

Óscar Fernández

El técnico trabajó mucho este asunto en el vestuario e incluso consigo mismo. Su carácter y efusividad durante los partidos le jugó malas pasadas en la temporada anterior, con dos expulsiones que le hicieron perderse partidos importantes como el de la Real. Un hecho que quiso corregir. "Empecé a trabajar con Iván, psicólogo del club, para aprender a controlar los impulsos. Tuve un periodo de reflexión en verano en el que me di cuenta de que no podía volver a pasar eso. Trabajé mucho con el psicólogo en la pretemporada y en el inicio del año y me he ido calmando con el paso del tiempo. Aunque ni quiero ni voy a perder mi esencia de seguir apretando y tan intenso", confiesa. E incluso admite que algunos le llamaban el 'Cholo' del fútbol femenino.

Este trabajo también le ayudó a llevar mejor la delicada situación que vivió en el vestuario. "Fue duro", dice al ser preguntado por ese último partido ante el Real Madrid (derrota 1-0 con un gol de Sousa en el 83') . "Cuando entré al vestuario, había muchas jugadoras llorando, y les dije que estaba muy orgulloso del partido que habían hecho y de ser su entrenador. Que había que esperar a lo que viniera, pero que sabíamos que iba a ser así. El club tras la dura derrota ante el Barça (1-6) nos dijo que si no ganábamos los tres partidos siguientes, íbamos fuera. Blanco y en botella. Pasó más veces en la anterior temporada, con empates en los que pensamos que podía pasar. También hubo un conato parecido en cinco partidos que teníamos que ganar. Por eso te digo que todo venía de la temporada anterior. Nos equivocamos tanto el club como yo en continuar con esto", cuenta.

Y analiza esa inestabilidad en los banquillos del Atlético de Madrid, con cinco técnicos en dos años y medios. "No todos podemos ser tan malos", apunta. Y continúa: "Cuando firmaron a Manolo me alegré mucho porque le conozco de hace muchos años y creo que le iba a dar cosas diferentes al equipo que, a lo mejor, yo no había sabido transmitirle. Pero antes Dani, Pablo, José... Son muchos y creo que son muy buenos entrenadores. El proyecto necesita estabilidad y ojalá la encuentre ahora con Manolo", explica.

Pero, ¿qué ha fallado hasta ahora? Óscar Fernández se toma un instante. La situación actual del equipo es compleja, tras quedarse fuera de Europa por tercer año consecutivo. "Al final un equipo es como una empresa. Si no automatizas procesos, hay momentos de tensión porque la jugadora necesita saber qué va a pasar con ella. Con el ir esperando para ver lo que se decide en el futuro, la jugadora se pone nerviosa y se tiene que marchar porque no ve una planificación que le dé estabilidad. Al final se pone el foco más en ellas y esto es de todos. Los culpables no son ni las jugadoras, ni el cuerpo técnico, ni la directiva… Es culpa de todos, de ese sistema complejo que forma un equipo de fútbol y que si no trabaja de la manera que tiene que trabajar, y hay una pieza que se rompe, pasa lo que está pasando", desarrolla.

"Virginia Torrecilla necesita minutos y jugar. Y seguramente necesita un entorno en el que no tenga esa presión que tiene el Atlético"

Óscar Fernández

También muestra su postura en el tema de Virginia Torrecilla, que debutó tras el cáncer con él a los mandos. "Me costó peleas para conseguirlo con el médico. No os imagináis la cantidad de horas que echó con el cuerpo técnico con entrenamientos individuales. El proceso fue complejo porque había que controlar la situación para volver en el momento determinado", rememora.

Y analiza el momento que atraviesa la centrocampista balear, que empezó la pretemporada con él como una "jugadora más". "Ella quería que se dejara atrás la Virginia que había tenido un cáncer para ser la jugadora de fútbol que pelea por un puesto. Cuando no la ponía es porque pensaba que había otras que podían hacerlo mejor que ella. Y supongo que Manolo igual. Creo que necesita minutos y jugar. Y seguramente necesita un entorno en el que no tenga esa presión que tiene el Atlético para que ella también se pueda soltar y volver a ver a la Virginia de antes. No tengo dudas de que la vamos a volver a ver porque sigue teniendo mucho talento. Era espectacular verla jugar en dobles áreas donde no hace falta un esfuerzo físico mayor y hacía goles que no hacía nadie. A nivel condicional y físico necesita mucho más que sus compañeras porque ha tenido una enfermedad grave y ha estado un tiempo parada que lo tiene que recuperar", opina.

A Óscar se le iluminan los ojos al hablar de Virginia, con la que guarda muy buenos recuerdos en el verde. Ese al que desea volver cuanto antes. Tiene claro que si tiene que elegir entre el fútbol masculino y femenino, se decantaría por la segunda opción. "Ahora estoy valorando todo lo que tengo sobre la mesa y tengo que tomar una decisión. Tengo varias ofertas. Quiero un proyecto a medio plazo, en el que podamos hacer crecer a la plantilla y a jugadoras jóvenes", sentencia el técnico manchego.