LIGA F

Yolanda Parga y cómo se actúa tras una jornada 'negra' en el arbitraje femenino: "Chicas, esto no puede ser"

La responsable de las árbitras habla para Relevo. "Hay errores, pero muy pocos", apunta.

Yolanda Parga posa en la sala VOR desde la que se dirigió la primera final de Copa de la Reina con árbitras en el VAR. /RELEVO/SALVA FENOLL
Yolanda Parga posa en la sala VOR desde la que se dirigió la primera final de Copa de la Reina con árbitras en el VAR. RELEVO/SALVA FENOLL
Mayca Jiménez
Salvador Fenoll

Mayca Jiménez y Salvador Fenoll

"La mayoría de la sociedad ha jugado al fútbol. Pero, ¿qué porcentaje se ha puesto en el centro a dirigir un partido?". No hay nadie que empatice y comprenda más a las árbitras en España que Yolanda Parga (A Coruña, 1978), responsable del arbitraje femenino en el Comité Técnico de Árbitros (CTA) desde comienzos del año 2022. Su pasado como colegiada y su presente en el día a día de la gestión, formación, organización y mejora de este colectivo le convierte en una voz autorizada para hablar de su crecimiento y margen de mejora. También de sus errores. "Los hay y los va a haber porque son humanas", se defiende en medio del runrún por el nivel arbitral en la Liga F.: "Arbitrar no es fácil y lo están haciendo bien".

Apasionada de esta disciplina desde los 13 años, Parga atiende a Relevo en la sede del Comité Técnico de Árbitros (CTA) y nos muestra su ilusión en un trabajo en el que desborda pasión. Con una personalidad fuerte y enérgica, la exárbitra nos muestra con orgullo los 'trofeos' que ha guardado en su despacho de los partidos más importantes que ha pitado: final de la Champions femenina en 2007, Mundiales femeninos (Alemania 2011 y Canadá 2015), estando en el trío arbitral de la una de las finales, dos Juegos Olímpicos (Londres 2012 y Brasil 2016)...

¿Cómo llega el arbitraje femenino? He leído que empiezas con 13 años. ¿Es así?

Sí -se ríe-. Empecé con 13 años. A mí siempre me ha gustado mucho el fútbol y tenía un referente en casa porque mi padre fue árbitro muchos años. Un día determinado me planté en casa, en el sofá, delante de mi padre, con su ropa que, imagínate, me quedaba grande, y le dije: 'Papá, quiero ser árbitro'. A partir de ahí, el arbitraje te engancha, te crea adicción. Llevo toda la vida. La figura de mi padre fue fundamental. Aunque fue duro conmigo. En los partidos, al igual que el informador me decía 'Yolanda, lo puedes hacer por aquí o por allá', mi padre llegaba y me decía '¿Cómo puedes hacer esto?'. Me ayudó a hacerme más fuerte y a mejorar. Fue mi apoyo, especialmente los primeros años.

Has sido pionera en el arbitraje femenino en España, ¿qué fue lo más complicado?

Me siento súper orgullosa de, junto con otras compañeras, haber dado esos primeros pasos que han facilitado las cosas para todas las chicas que vienen ahora por detrás. Lo más complicado fue al principio. Cuando ibas al campo y decían eso de 'hoy nos pita una mujer', ¿sabes? Era una cosa que hoy, gracias a Dios, ha quedado atrás. Costó mucho. Por ejemplo, no había ropa de chicas y me quedaba enorme. Me daba vueltas en el pantalón.

¿Cómo valoras el nivel del arbitraje femenino?

Creo que se ha avanzado muchísimo. Estamos en un nivel muy bueno. Hace una semana en un curso de UEFA me dijeron que estábamos haciendo bien las cosas. Me fui tranquila. Evidentemente, tienes que seguir trabajando. Aprendemos hasta en el último partido, pero creo que a día de hoy tenemos un nivel muy bueno.

¿Qué le dirías a los que no piensan así y creen que el arbitraje de la Liga F no está al nivel que debería?

Las chicas trabajan muy duro y producto de ese trabajo están en el nivel en el que están. Están arbitrando muy bien. Si hacemos una valoración del número de errores que llevamos, evidentemente, como he dicho, hay errores, pero hay muy pocos. Están trabajando muy bien, muy duro, a todos los niveles. Físico, táctico, psicológico… Hacen de todo para estar donde están ahora mismo. Y de verdad que se lo merecen. Porque arbitrar no es fácil y lo están haciendo súper bien. Yo estoy muy orgullosa de ellas. Estén en el CTA, en la Federación o en mi casa.

¿Crees que la huelga os hizo daño? Desde entonces, se ha notado un aumento de la tensión con las árbitras en la Liga F.

La decisión final fue de ellas y yo tenía miedo cuando se tomó porque no sabía si nos iba a pasar factura o qué coste podría tener. Yo creo que las jugadoras lo asumieron bien. Ellas también tuvieron que luchar por sus derechos en el inicio de esta temporada. Al final la figura del árbitro o de la árbitra genera mucha controversia y protesta.

¿Son las críticas más acentuadas con las árbitras que con los árbitros?

Yo creo que se está viviendo un momento más complicado en el masculino que en el femenino. Es cierto que a veces las redes son muy buenas para estar actualizadas, pero también nos hacen mucho daño. Hay momentos puntuales en los que se nos da, permíteme decir, mucha caña. Y se nos hace daño. En líneas generales, no está saliendo mal. No vamos a conseguir la perfección en el arbitraje. Somos humanos.

Los errores arbitrales se comentan en redes, en la prensa... ¿Ven las árbitras sus errores? ¿Cómo los gestionan?

No solamente ven los errores, sino que el día que tú te vas a tu casa sabiendo que un equipo ha ganado por un error tuyo, porque eso puede pasar porque somos humanos, la árbitra y el equipo arbitral se van muy fastidiados a su casa. Nosotros le pedimos mucho la autocrítica y que nos den el feeling con el que ellas se van del campo y que luego vean su partido. Luego, nos reunimos con ellas y vemos qué hay que mejorar. Hay veces que cuando se suceden varios errores, tenemos un coach. Porque en un partido puedes tener un error en el minuto 3 y ser consciente de que a lo mejor te has equivocado. Ahora tienes que rehacerte y sacar tu partido al 100%. También trabajamos a ese nivel. Pero, efectivamente, cuando hay un error, se pasa mal.

¿Alguna árbitra te ha dicho que no aguanta la presión?

No. Te puede pasar en categorías inferiores. A veces desde la grada a lo mejor arbitrando a niños hay comportamientos y conductas que no son adecuadas. Ahí sí se nos puede ir algún árbitro o árbitra. En las categorías de arriba ya vienen muy preparadas y formadas para esto.

Cuando hay una jornada con más errores de lo normal, ¿Cómo se actúa? ¿Cuál es el procedimiento?

No recuerdo ahora mismo qué jornada fue de esta temporada, pero fue más comprometida de lo normal y tuvimos varios errores. Se les reunió justo después. No esperamos a la reunión prevista diez días más tarde. Teníamos que atajar y ver qué estaba pasando. Planteamos varios interrogantes: ¿por qué no has visto este penalti? ¿Qué tenemos que mejorar? A partir de ahí, hay que trabajar para mejorar porque puede ser por el posicionamiento, porque te coge que vienes de otra jugada más, porque el trabajo en equipo no funcionó… Si pasa algo así, hacemos una reunión inmediata y les transmitimos en qué estamos fallando. Intentamos buscar soluciones. Y te digo una cosa, desde esa jornada las siguientes han ido mejor. También nos pasó la temporada pasada. Creo que fue para la jornada tres. Tuvimos bastantes errores de asistentes. Y lo mismo. La reunimos, les pusimos las jugadas y les dijimos 'chicas, no puede ser'.

Hay jugadoras que han dicho públicamente: 'Se nos exige a nosotras, pero no a las árbitras'. ¿Qué piensas de esto?

El nivel de exigencia que tienen las árbitras ahora mismo es muy alto. El fútbol femenino ha evolucionado y el arbitraje femenino tiene que ir de la mano. De la temporada pasada a esta, incluso le hemos dado una vuelta para que hagan las marcas masculinas para el fútbol femenino en las pruebas físicas. Y están haciendo marcas masculinas. Que eso en otros países no pasa. Se les exige mucho. Hay errores. E insisto, es que los va a haber. Es que los vamos a seguir teniendo. Porque son humanas.

Desde 2017, todas las árbitras en la Liga F son mujeres, forzando un salto de nivel para ellas. ¿Crees que esa norma las ha sobreexpuesto?

El cambio en ese momento se hizo bien, pero porque además estaban al nivel para poder arbitrar la Primera División femenina. Al igual que el fútbol femenino en España ha mejorado mucho en los últimos años, el arbitraje también ha mejorado. Ahora mismo están más o menos al mismo nivel.

¿Qué le falta al arbitraje femenino a corto plazo?

Nos gustaría tener a una árbitra en categoría profesional masculina. Y en eso estamos trabajando. Y no creo que tarde mucho. Sería algo muy positivo.

¿Cuándo llegará el VAR a la Liga F?

Ahora mismo ya no depende de nosotros. La RFEF invirtió mucho económicamente para formar a las árbitras. La final de la Copa de la Reina, que fue todo un éxito, se hizo con un equipo totalmente femenino en el VAR por primera vez. Este año, dado que no hay partidos con VAR, se las trae al VOR para que puedan estar en contacto directo. Que haya VAR depende un poco de la liga, de los clubes y de que se dé ese salto. Yo creo que ahora mismo probablemente sea un tema económico porque los estadios tienen que estar preparados para esta tecnología. Intentaremos también que en las finales de la Supercopa femenina y Copa de la Reina también haya VAR.

El lenguaje también importa... ¿árbitro o árbitra?

Cuando tú estás hablando o retransmitiendo un partido y hay una chica que está arbitrando, pues lo ideal es la árbitra. Que tampoco pasaría nada si se usa árbitro, porque al final asume los dos géneros. A mí me gusta más árbitra. Igual que la árbitra asistente, la cuarta…

¿Cómo lo vives tú cuando hay una de esas jornadas 'negras', con varios errores?

Me enfado interiormente por lo que está pasando. Hay veces que son jugadas muy, muy complicadas. Cuando tú no has estado ahí, pues tienes menos capacidad de entenderlo. Pero evidentemente no nos gusta fallar. Cuando tenemos una jornada en la que estamos fallando, las llamo y le digo 'Vamos a ver, esto que ha pasado cómo podemos manejarlo'. Aquí entra la parte más estricta de decir: 'oye, chicas, esta jornada fue más complicada y hay que ponerse las pilas. Esto no puede pasar. O sea, esto no nos puede pasar". A partir de ahí, les decimos que confiamos en su trabajo. Están preparadas y trabajan muy bien. Hace falta también ese refuerzo positivo. Es muy importante. Cuando cometen un error, les dices: 'ojo esto, pero confío en ti porque estás preparada'.

¿Crees que falta empatía con las árbitras?

La mayoría de la sociedad ha jugado al fútbol. ¿Pero qué porcentaje se ha puesto en el centro a dirigir un partido? En la Liga F ahora mismo tenemos más cámaras. Con lo cual, si hay un error, tenemos más posibilidades de ver un error.

¿Cómo se gestiona a nivel mental ese error?

Eso lo trabaja Álvaro Merino, que es el coach con el que trabajamos. Cuando hay un error de una árbitra y esta vuelve a fallar la semana siguiente, trabajamos para descargar la mochila para que no la lleve al siguiente partido. Y también se trabaja a nivel táctico, que no te lo he dicho.

¿Les recomiendas a las árbitras que no miren las redes sociales?

Con las redes a veces hay que decir, espera, voy a parar un poco, no voy a mirar más, porque te puede hacer daño. Efectivamente, también se trabaja para que eso no les llegue a afectar. Pero, en un momento determinado, a lo mejor te pilla un poco más sensible y tienes que poner pausa.

¿Hay alguna diferencia en la formación de árbitros y árbitras?

Las directrices son las mismas para todas las categorías del CTA. Luego, efectivamente, se trabaja de manera específica con las situaciones que pueda haber en los partidos de cada disciplina.

¿Qué es lo mejor y lo peor de ser responsable del arbitraje femenino?

Lo mejor es tener la suerte de dedicarme a lo que amo. Desde los 13 años he estado vinculada a esto y yo creo que lo que soy, el 90% me lo ha dado el arbitraje. Negativo es cuando una jornada se nos hace un poco más complicada. No nos gusta.

¿Hay algo que te haya quitado el sueño?

Yo me acuerdo cuando estábamos con el tema de la negociación para lo de la profesionalidad y fue en una etapa complicada. O como tenga un problema, empiezo a pensar a ver cómo lo enfocamos de la mejor manera para conseguir lo que estamos buscando sin tampoco hacernos daño. Cuando intentas hacer bien las cosas, pues hay momentos determinados que el sueño se te va un poquito.

¿Creéis que fuisteis un daño colateral de la guerra entre Liga y RFEF?

Ahora mismo estamos en otro escenario. El fútbol femenino somos todos, incluidas las árbitras. Entonces, lo mejor que podemos hacer es ir de la mano para que esto fluya y vaya bien. Es decir, al final, los problemas, los malos rollos, yo creo que restan.