BARCELONA

La renovación de Alexia Putellas deja atrás sus días más difíciles en el Barça

La capitana culé continuará de blaugrana a pesar de que, por primera vez, se temió por su continuidad en el club.

Alexia Putellas, durante la celebración del último título liguero del Barça. /Getty
Alexia Putellas, durante la celebración del último título liguero del Barça. Getty
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

El 14 de noviembre del 2023 marca el inicio del calvario. El Barça se enfrentaba al Benfica en su estreno en la Champions. "Las estrellitas, los focos...", que diría Alexia Putelllas. La capitana culé, ubicada como falso nueve, había empezado el encuentro como un tiro y -en el minuto 39- ya sumaba dos goles. Poco después, "las estrellitas" y "los focos" se apagaron.

La renovación de Alexia Putellas esconde la historia de una futbolista que ama -por encima de todo- al Barça. Pero que, durante varios tramos del curso, se sintió extraña en su propia casa, llegándose a plantear (aunque fuese por una milésima de segundo) qué habría fuera. La historia de una ídola de la que hasta parte de sus seguidores llegaron a dudar. El capítulo en el que la centrocampista culé acudió -por voluntad propia- a la Final Four de la Nations League es el más crudo que se recuerda desde que Alexia es el Barça y el Barça es Alexia. ¡Se abrió hasta un caso Alexia! Es el relato de un niña del Barcelona que se vio 'obligada' a demostrar su amor por el club de sus sueños, exteriorizándolo en cada uno de sus besos al escudo culé y en cada una de sus palabras. Nunca, desde que la dos veces Balón de Oro aterrizó en el conjunto culé, se había sentido tan de cerca su marcha.

Introducción: la lesión ante el Benfica

Ese 14 de noviembre del 2023, Alexia chocó con una jugadora del Benfica y la rodilla (la de la lesión inicial) se resintió. A día de hoy, todavía cuesta identificar el momento exacto de la contusión. Hasta los médicos del Barça necesitaron de la ayuda de las cámaras de la retransmisión del partido para encontrarlo. La blaugrana acabó siendo sustituida en el descanso. A pesar de que las primeras noticias que llegaban desde el club eran optimistas, la dos veces Balón de Oro no volvió a jugar hasta el 10 de marzo del 2024. 117 días sin hacerlo.

117 días sin jugar en los que Alexia Putellas las vio de todos los colores. Primero, tuvo que lidiar con su rodilla y con su mente. Alexia se había marcado como límite el mes de noviembre para recuperar su mejor versión. Nada más lejos de la realidad. En esos casi cuatro meses, la dos veces Balón de Oro tuvo que pasar por el quirófano. Ocurrió el pasado 27 de diciembre, cuando la de Mollet del Vallès se sometió a una artroscopia en la rodilla izquierda. El resultado fue satisfactorio, la operación no revestía de mayor gravedad. Sin embargo, el curso avanzaba y Alexia Putellas seguía sin jugar. Su estado de forma se convirtió en una incógnita y afectó a su renovación.

Porque por encima de todo, Alexia quería recuperarse del todo y recuperar su mejor versión. Los periodistas, que preguntaban insistentemente por su renovación, teniendo en cuenta la altura que estaba cogiendo el curso, se chocaban una y otra vez con el mismo muro: Alexia solo piensa en su rodilla.

Nudo (I): la renovación se complica

La campeona del mundo solo pensaba en su rodilla, pero el tiempo avanzaba y su renovación se mantenía estancada. Además, las negociaciones tampoco habían empezado con buen pie. Alexia Putellas proponía una subida de su salario, a la altura de su status, tanto dentro como fuera del terreno de juego. Su nómina se había mantenido inmune a sus dos Balones de Oro y estaba muy lejos de los sueldos de las grandes estrellas de las secciones culés, ya fuesen el balonmano, el baloncesto o el fútbol sala.

Sin embargo, el Barça no estaba por la labor. Además de por su delicada situación institucional, los términos económicos de la renovación de la capitana iban a marcar el camino de las de sus próximas estrellas. Las dudas que parecía que se tenían en el club con el estado de forma y la recuperación de la dos veces Balón de Oro tampoco ayudaban. Por primera vez, daba la sensación de que el Barça no confiaba -o, al menos, con la rotundidad de siempre- en su emblema. Poco a poco, la situación se acabó estancando. Ni para adelante ni para atrás. Y llegó la Final Four de la Nations League.

Nudo (II): la Selección

Sin duda alguna, el capítulo más gris en todo este asunto. En plena recta final de su recuperación, Alexia Putellas decidió acudir -por voluntad propia- a la llamada de Montse Tomé, la seleccionadora nacional, para la concentración de la Final Four de la Nations League. España se jugaba el segundo título de su historia y, más importante todavía, su primera participación en los Juegos Olímpicos. Si la cuerda que unía al Barça y a Alexia Putellas estaba tensa, la Selección estuvo a punto de romperla.

En la Selección afirmaban que su llamada era simbólica (aunque no descartaban su participación en los partidos), que correspondía a sus dotes de liderazgo y a su status en el combinado nacional y Alexia pensaba que los entrenamientos con la Selección iban a ser más competitivos que en el Barça (muchas de sus futbolistas se iban con sus países) y que le iban a venir bien para su recuperación, que encaraba sus últimos metros.

Alexia Putellas levantando el título de campeonas de la Nations League.  Getty
Alexia Putellas levantando el título de campeonas de la Nations League. Getty

Sin embargo, en el Barça no estaban tan de acuerdo y veían la convocatoria de su capitana como una amenaza a su condición física y como una especie de desafío por parte de Alexia Putellas. Es más, al día siguiente del lío, los principales periódicos deportivos amanecieron con la dos veces Balón de Oro en su portada, reabriendo el caso Alexia. "La información que tenía el día del Levante es que no iría convocada. Al día siguiente apareció, así que supongo que allí hubo alguna conversación. A nivel personal, fue una sorpresa, pero no depende ni de mí ni del club [...] Me preocupa este cambio de dinámica. Al igual que con Frido (Rolfö), que está en la recta final de su recuperación", reconoció Jonatan Giráldez.

Finalmente, Alexia no disputó ningún minuto. Sin embargo, el asunto había dejado un mal sabor de boca en ambos lados. Y en el tercero, la afición, que llegó a interpretar que a Alexia Putellas le importaba más la Selección que el club. Nada más lejos de la realidad (de nuevo).

Desenlace: la renovación

Tras la tempestad, vino la calma. Alexia volvió al verde y empezó a jugar al fútbol. Y el Barça volvió a mimarla. Con la normalidad recuperada, el club y el entorno de la capitana recuperaron las negociaciones. No mentían al decir que Alexia solo pensaba en la rodilla cuando las preguntas sobre su futuro llamaban, insistentemente, a su puerta.

Una vez superada la lesión, otro de los factores que influían en la decisión de la capitana era saber qué iba a pasar en el banquillo. Con Pere Romeu elegido como el relevo de Jonatan Giráldez (que adelantó Relevo y confirmó Sport), Alexia tenía la tranquilidad de que el proyecto deportivo culé continuaba por el buen camino.

El pase a la final de la Champions aceleró el proceso y, aunque la intención de la dos veces Balón de Oro era quedarse en el Barça, faltaban por cerrarse los últimos flecos. Unos detalles que ya se han resuelto, tal y como adelantó Relevo, y que posibilitarán que Alexia Putellas siga vistiendo la blaugrana durante las dos próximas temporadas, con opción a una tercera (fácilmente alcanzable). Antes de la final de la Champions, ambas partes harán oficial el anuncio. Pero pronto, para no desviar la atención del partido. "Si es que es muy del Barça...", se comentaba estos días...