El viaje en el tiempo en la carrera de Olga Carmona: "Con 13 años ya ganó una réplica muy cutre del Mundial"
Jenni Morilla, amiga y excompañera, y Cintia Cortés, que la entrenó en la cantera del Sevilla, vuelven a sus inicios y aseguran que es la "misma de siempre".

Olga Carmona. Pocos nombres en el fútbol transmiten tanto. Pocos te llevan de manera directa a un momento. A un partido. A un gol. El que puso le puso a España la estrella en el pecho. El que levantó a todo un país en una revolución imparable. Y le emocionó con un triste trasfondo: su padre había fallecido antes del partido y ella no lo supo hasta que terminó la celebración en el estadio. Ahora, todos le conocen, en un boom mediático que le ha convertido en uno de los iconos de nuestro fútbol. Todos saben que es la estrella y capitana de la Selección y del Real Madrid, con el que ya es centenaria. Y sólo unos pocos privilegiados le vieron llegar hasta aquí. "Sigue siendo la de siempre. Tiene las cosas claras y los pies en el suelo a pesar de todo lo que se le ha venido encima. Siempre se ha rodeado de gente bastante buena", apuntan.
En un viaje a sus comienzos, Jenni Morilla, excompañera en el Sevilla y amiga, y Cintia Cortés, que le entrenó en las categorías inferiores del cuadro hispalense, dibujan la evolución de una jugadora cuyo impacto va desde el campo a la calle. "Yo soy maestra y mi colegio tiene las paredes llenas de Olgas Carmonas. Es un orgullo. He tenido la suerte de haber compartido muchas horas con ella. Se lo merece por todo el trabajo que ha hecho", dice la entrenadora andaluza.
Y lo cierto es que, a sus 23 años, Olga Carmona ya ha quemado varias etapas a prueba de éxito. Aunque su crecimiento se vio acentuado tras la llegada del equipo blanco en 2020, después de haber destacado como una de las jóvenes promesas del fútbol femenino español.
"Cuando la llamó el Real Madrid supe que era el momento en el que iba a dar el salto definitivo. Ella tuvo sentimientos muy enfrentados porque es muy sevillista, se ha criado aquí y estaba muy cómoda con nosotras, pero todas les dijimos que era su momento, que era un gran club e iba a crecer mucho más. Le apoyamos mucho porque sabíamos que era ese pequeño salto de calidad que le iba a servir para llegar a donde está llegando ahora", afirma Jenni Morilla, que consiguió un "bonito" ascenso a Primera División con la lateral sevillana.
Feliz por cumplir 100 partidos en liga. A seguir sumando 🤍 @realmadridfem pic.twitter.com/kXkGP2kRue
— Olga Carmona (@7olgacarmona) March 10, 2024
Aunque hasta llegar al éxito, Olga Carmona también tuvo que aprender a perder. "En la cantera del Sevilla empezamos a jugar en una Liga de niños y fue un golpe de realidad. A Olga, por ejemplo, le frustraba mucho el hecho de perder porque es muy, muy competitiva". Cintia Cortés confiesa que la actual futbolista del Real Madrid era "muy, muy competitiva" y que, por entonces, siendo una niña, ya apuntaba maneras.
"Ella siempre ha destacado. Jugaba en aquel momento de extremo y tenía mucha velocidad, buena pegada de balón y ese regate que hace que, cuando te das cuenta, ya le estás viendo la matrícula. Ella ha sido siempre muy así, muy zurda, demasiado zurda a veces. Ella ha sido siempre muy así, muy como es ahora: una futbolista muy intensa y entregada. Obviamente, ahora tiene mucha más calidad, está mucho mejor trabajada. Es más madura y tiene mucho más, pero la esencia la mantiene. Esa velocidad, ese desborde, ese perfil de asistente y de ser capaz de meter esos goles", define.
La entrenadora sevillana se marcha a un momento de su historia con Olga Carmona que le volvió a la mente cuando la vio ganar el pasado Mundial. "Ganamos un campeonato de verano en Sevilla y el trofeo era una réplica de la Copa del Mundo masculina. Es llamativo ahora porque con 13 años ganó una réplica, un poco cutre, de la Copa del Mundo y, ahora, con 23 ha ganado la verdad", cuenta.
Una videollamada tras ganar el Mundial y una capitanía eterna
En esos 10 años, Olga Carmona no sólo ha mantenido su sello sobre el campo, sino que ambas coinciden en que siempre ha sido como es ahora. "En el campo ha cambiado poco y lo que ha cambiado ha sido a mejor. Fuera sigue siendo muy cercana y muy de su gente. Cuando ganaron el mundial e iban en el autobús arriba, nos hizo una videollamada a todas las amigas y estuvimos dentro. Es un orgullo. Ella siempre nos tiene presente", admite Jenni Morilla, que supo lo que ocurrió con su padre durante la final del Mundial entre España e Inglaterra.
"A mí me cortó el cuerpo. Además, yo estaba comentando el partido en Canal Sur Radio y estaba en directo cuando me llega ese WhatsApp. Me quedé bastante mal, pero cuando ella metió ese gol pensé que estaba para ella y que tenía que ser ella", rememora, al tiempo que desvela que Olga siempre les llama cuando está en Sevilla para verse. "Tenemos un grupo y cuando viene, nos avisa", puntualiza.
Y sin saberlo tenía mi Estrella antes de que empezase el partido. Sé que me has dado la fuerza para conseguir algo único. Sé que me has estado viendo esta noche y que estás orgulloso de mí. Descansa en paz, papá 🌟❤️🩹 pic.twitter.com/Uby0mteZQ3
— Olga Carmona (@7olgacarmona) August 20, 2023
A la exjugadora del Sevilla tampoco le extraña el rol de capitana y líder de la jugadora sevillana a pesar de su juventud. "Siempre fue muy madura desde niña. Cualquier cosa que le has dicho, ella se lo tomaba bien, podías hablar con ella, pero sí que se veía, se veía maneras, porque era muy pequeñita en el vestuario. Tenía 16 o 17 años y ya se le veían maneras de líder. Si tenía que decir o comentar algo del partido, lo decía sin problemas. Por eso no me sorprende que sea capitana", describe la exjugadora del Sevilla y del Sporting de Huelva.
Junto a ella, Cintia también rememora a una Olga Carmona que, siendo niña, ya era "exigente consigo misma" y "muy autocrítica". "Por eso a nadie de los que le conocimos entonces nos sorprende a donde ha llegado", sentencia.