Uno de los secretos del Olympiacos de José Luis Mendilibar es Lorenzo Pirola: "El entrenador deja jugar a quien se lo merece"
El defensa italiano repasa en Relevo su aventura en el club griego, actual campeón de la Conference League.

'¿Quieres ir al Olympiacos?'. Eran mediados de julio y el calor a menudo se sube a la cabeza. Pero la llamada que recibió Lorenzo Pirola, en aquel momento entrenándose con el Salernitana, no fue producto de su imaginación. "¡Todo sucedió tan de repente! Todo tan rápido. Una mañana recibí una llamada de mi agente y tardé 10 segundos en darme cuenta de lo que estaba pasando".
Pirola es un italiano en Grecia que para los aficionados de su equipo juega como... ¡Paolo Maldini! "Haría esta elección mil veces más. No todo el mundo tiene una oportunidad como ésta y no todo el mundo tiene el valor de hacer esta elección", afirma el lombardo afincado en El Pireo.
En el campo, las cosas van viento en popa: para empezar, el Olympiacos terminó la temporada regular primero en la clasificación. Pirola atraviesa una importante fase de crecimiento, fruto de una mezcla de talento, trabajo y confianza por parte de su entrenador Mendilibar. El técnico español ha sabido potenciar las cualidades y la ductilidad del joven italiano, nacido en 2002, empleándolo tanto de defensa central como de lateral izquierdo.
La elección resultó ganadora, porque Lorenzo se convirtió en un elemento básico de la retaguardia del Olympiacos, que acabó siendo la mejor defensa de la fase de grupos de la Europa League y, junto con el AEK de Atenas, la más fiable de la liga griega, con sólo 16 goles encajados en 26 partidos. Con una nota media muy superior a 7 y dos veces nominado en el mejor once de la semana de la liga griega, el joven defensa está demostrando que posee las cualidades necesarias para competir a un alto nivel.
"Estoy muy contento", arranca en su charla con Relevo. "No esperaba estar siete meses así a este nivel, tanto en lo personal como en lo colectivo. Estoy encontrando continuidad y no fue fácil porque me incorporé a un grupo ya contrastado que venía de ganar la Conference". El italiano de 23 años admira el potencial de un equipo que está en un nivel "alto, muy alto": "El año pasado mis actuales compañeros ganaron al Fenerbahçe, al Aston Villa y al Fiorentina. Fue una victoria merecida en Europa".
A su vez, el subidón del fútbol griego deja al Olympiacos en una posición inmejorable para volver a las grandes noches europeas de la Champiosn League, un nuevo episodio del que Pirola quiere ser partícipe. "El formato de playoff eleva aún más el grado de dificultad del campeonato. Si lo piensas bien, los equipos más fuertes juegan entre sí dos veces en la temporada regular, dos veces en la Copa y otras dos veces en los playoffs".
"Tienes que hacer lo que Mendilibar te pide pero cuando empiezas a seguirle en todo te da confianza"
Jugador del OlympiacosAdemás, ha entendido a la perfección la exigencia que hay sobre su nuevo club: "Aquí hay que jugar para ganar títulos. No basta con tener una buena racha, hay que levantar Copas. Nuestro objetivo es ganar trofeos". El camino a tocar la plata lo marca un hombre sobre el que tiene fe ciega: José Luis Mendilibar. "Es un entrenador resolutivo y convencido de sus ideas. Tienes que hacer lo que te pide pero cuando empiezas a seguirle en todo te da confianza. Yo formaba parte de un grupo ya probado y fuerte, pero conseguí integrarme completamente. No tiene miedo, alinea a los jóvenes, mete a los que merecen jugar, es muy bueno creando cohesión entre nosotros, de hecho incluso los que juegan menos no se quejan", describe al de Zaldibar.
Esa confianza y buena relación que ha tenido "desde el principio" con el vasco lo ha ayudado... pero no ha venido de la nada, sino de una personalidad afín a lo que Mendilibar busca en sus vestuarios. "Soy un tipo normal. No salgo, no voy de fiesta, pienso en mi familia, en mis dos perros. El campo y mi trabajo. Llevo una vida tranquila", se define Pirola, quien en sus horas libres ve "mucho fútbol" y no solo italiano. Consume "desde la Serie A hasta la liga española", donde tiene un claro favorito: "Entre el Real Madrid y el Barcelona diría que prefiero el Real Madrid, pero es una afición de piel sin motivo aparente".
"Si tengo que elegir entre el fútbol y la Fórmula 1, prefiero ver una carrera"
Jugador de OlympiacosAunque si le dan a elegir, tiene un deporte claramente favorito por encima del que es su trabajo. "Estoy loco por la Fórmula 1. Para que lo entienda, si tengo que elegir entre el fútbol y la Fórmula 1, prefiero ver una carrera de F1. Si no hubiera sido futbolista... habría disfrutado como piloto. La pasión por los motores me viene de mi padre". De hecho, las únicas escapadas que confiesa hacer cuando tiene la oportunidad son a los karts.
Y las cosas le van también en su exótica aventura, que Lorenzo Pirola aún no ha elegido la fecha para coger un billete de vuelta a su liga natal. Asegura estar completamente adaptado a una ciudad "excepcional", donde vive alejado del centro de Atenas y puede oler el mar griego. "Mi mujer y yo somos tan felices aquí que de momento no pienso en volver. Si los resultados llegan en el campo también se puede disfrutar de la ciudad de una manera algo más serena y tranquila. Mis padres también me siguen de cerca, ¡ya han venido a verme aquí! Tanto en la Europa League como en la liga. Están muy contentos de venir... aquí se está muy bien, no hace el frío de Italia".
Rival más complicado y compañero más fuerte
¿El rival más complicado al que me enfrenté? "El más difícil de marcar fue Rayan Cherki. Una técnica increíble, un futbolista totalmente imprevisible. Nos enfrentamos dos veces, tanto con el Olympiacos como con Italia sub-21. ¡Nos volvió locos!".
¿El compañero más fuerte con el que compartía vestuario? "Te diré que Romelu Lukaku. Cuando el Inter llegó a la final de la Europa League en 2020. En aquella época era un futbolista demoledor".
Bove
Todo el susto para Edoardo Bove tras el incidente en el campo durante el Fiorentina-Inter del 1 de diciembre de 2024. "Acababa de terminar el partido contra el Ofi Creta, descuelgo el teléfono y veo mil llamadas de mi mujer. Sospecho porque, sinceramente, ella suele esperar a que salga del vestuario. 'Ahí está Edo desplomado en el suelo', así que me entra el pánico, envío mil mensajes a cualquiera entre Andrea Colpani (Fiorentina) y Davide Frattesi (Inter) para que me entiendan. También tuve noticias de su prometida, pero no quise ser intruso y esperé ansioso. Pero fue bien gracias a Dios. Más adelante, quizá después de la selección venga a Grecia a visitarnos. En el fútbol le considero uno de mis mejores amigos".