La ambición de Cocu, el compañero de habitación de Xavi: "Me gustaría entrenar en España"

Han pasado casi 20 años desde que se marchó de Barcelona, dolido con Laporta por una oferta de renovación a la baja, pero cada visita a España sigue resultando igual de "especial" para una leyenda como Phillip Cocu (Eindhoven, 1970). El neerlandés llegó al Camp Nou sin hacer ruido y se marchó a hombros: una Liga, la capitanía y el hito de convertirse en el jugador con más partidos de azulgrana hasta la irrupción de Messi. "Como para mantener algún récord con Leo...", bromea con Relevo en las entrañas del Coliseum Alfonso Pérez. Ahora dirige al Vitesse y ha pasado unos días de concentración en Madrid culminados con un amistoso ante el Getafe.

"Estoy muy bien, disfrutando. Jugué cinco años en el Vitesse al principio de mi carrera. Quería entrenar otra vez en Países Bajos y estar un poco más cerca de mi familia", asegura. La sonrisa no se borra de su rostro a pesar de la derrota por 4-1 y de que su trayectoria como entrenador no ha seguido el ritmo esperado. Al retirarse fue asistente de la selección holandesa y saltó como técnico principal al banquillo del PSV, con el que ganó tres ligas en cinco años y se convirtió en uno de los preparadores de moda del fútbol europeo. Cambió Eindhoven por un Fenerbahçe de Champions... y ahí comenzó su descenso: despedido a los 15 partidos, fichado por el Derby County inglés, cesado al ir colista en Championship y aterrizaje ahora en el Vitesse.

"A veces no lo sabes todo. Cuando llegué a Turquía, resultó que el presidente no podía gastar dinero por limitaciones de la UEFA. Eso cambia las cosas en un club tan grande. Fui al Derby County porque siempre quise trabajar alguna vez en Inglaterra. Llegué con un plan de tres-cuatro años, pero la situación volvió a pegar un giro. El club tenía problemas económicos y casi desapareció. Son cosas que pasan", asume con resignación. Por fortuna para él, todavía le queda recorrido... y no renuncia a otro de sus grandes sueños: entrenar algún día en España, el país en el que dejó huella.

"Claro que me gustaría. Me encanta el fútbol que se practica en España. Si el proyecto pasa en el momento justo, puede que nos veamos más a menudo", reconoce entre risas. Dirigir a su Barça sería un culmen que ve todavía lejano. "Nunca se sabe lo que puede pasar en el futuro... Pero ahora tienen un entrenador con mucha experiencia en el club (Xavi Hernández), al que conozco perfectamente y que tuvo éxito la temporada pasada. Me gustaría trabajar algún día en España, pero primero tengo que centrarme en el Vitesse".

En sus seis temporadas en Barcelona, Cocu compartió vestuario con muchos futbolistas que se han transformado en genios de la pizarra: el propio Xavi, Luis Enrique... y hasta Guardiola. "Aprendí mucho de ellos. Los tres son muy diferentes. Todos sabíamos que Pep iba a ser entrenador. Era un dirigente en el campo. Hablaba con el míster sobre ejercicios de entrenamiento, sobre táctica. No había ninguna duda. Con Xavi he pasado muchos años compartiendo habitación en los viajes. Es una gran persona, tiene visión. Luis es puro fuego. Esa llama interior me gusta mucho. Fue un placer jugar con ellos y pasar tantos años juntos".

La nostalgia se apodera del excentrocampista al hablar del Barça. "Fue muy especial. Ser capitán del Barcelona, como extranjero… estoy orgulloso. Hubo años complicados por la situación que atravesaba el club, pero me siento conectado a él, a la filosofía, a la gente. Pasé un tiempo muy bueno, años con éxito y otros difíciles. Eso también es parte de la vida y del fútbol. Siempre me he sentido valorado por mi época en el Barcelona", detalla con emoción.

Ahora, desde la distancia, disfruta de los Pedri, Gavi o Araujo... y de su jugador predilecto de la actual plantilla: su compatriota Frenkie de Jong. "¿Si se ha sido injusto con él? Bueno... Es un grandísimo futbolista y está hecho a medida para el Fútbol Club Barcelona. Por cómo juega, por cómo conecta con la afición y por sus pases. Es un mediocentro perfecto para el club. Espero que se quede muchos años más".

No se atreve, eso sí, a contestar a la pregunta más difícil de todas: ¿prefiere un centro del campo con Pedri, De Jong y Gündogan... o el histórico tridente Figo-Guardiola-Cocu? "Tienen un centro del campo con muchísima calidad, pero nosotros también éramos buenos, ¿eh? Es una lástima que no podamos jugar juntos (risas). La situación en el club no es fácil, pero todavía tienen un equipo de mucha calidad. Espero que disfruten de una temporada llena de títulos".

Él, como siempre, seguirá todos y cada uno de sus partidos desde la pequeña localidad de Arnhem, casa del Vitesse y su hogar desde hace poco menos de un año. La temporada pasada fueron décimos en la Eredivisie y el proyecto, este curso, es para no sufrir. "La situación en el club es complicada. Estamos en medio de un cambio de propietarios y nuestras posibilidades están limitadas, pero quiero ayudar al equipo con mi experiencia". Su objetivo de regresar algún día al Camp Nou no se apaga... pero le queda "camino" por recorrer. Se cumpla o no, el hueco perenne en el corazón de los culés está más que garantizado.